Estados Unidos se atribuye 800 ataques en Yemen desde marzo y la muerte de «cientos» de hutíes
MADRID, 28 Abr. –
Al menos ocho personas, entre ellas varios menores, han muerto este domingo como resultado de un ataque del Ejército estadounidense contra la capital de Yemen, Saná, en un incidente que ha dejado un número indeterminado de heridos.
Según informa la cadena de televisión Al Masirah, vinculada a los rebeldes hutíes, las Fuerzas Armadas de Estados Unidos han atacado tres viviendas ubicadas en el distrito de Bani al Harith, en el norte de la capital yemení.
La misma cadena ha reportado que otros ocho civiles, incluidos dos niños, resultaron heridos en la víspera tras más de 15 incursiones de las fuerzas estadounidenses en varias gobernaciones del país árabe como Hodeida, Marib, Al Mahwit y Saada.
Por su parte, el Mando Central de Estados Unidos (CENTCOM) ha declarado que, desde que inició a mediados de marzo su operación a gran escala contra la insurgencia, «ha atacado más de 800 objetivos».
«Estos ataques han matado a cientos de combatientes hutíes y a numerosos líderes hutíes, incluyendo altos oficiales hutíes de misiles y UAV», se puede leer en un comunicado difundido en su cuenta de X, donde también defiende que su actuación contra la insurgencia «minimiza el riesgo para los civiles».
Asimismo, el CENTCOM ha señalado que «los lanzamientos de misiles balísticos se han reducido en un 69 por ciento» y que los ataques con drones «han disminuido en un 55 por ciento».
También ha destacado el ataque ejecutado hace unos diez días contra el puerto petrolero de Ras Isa, en el que murieron cerca de 40 personas y resultaron heridas un centenar, asegurando que «empezará a afectar a la capacidad de los hutíes no solo para llevar a cabo operaciones, sino también para generar millones de dólares en ingresos para sus actividades terroristas».
«Estamos muy orgullosos de nuestras fuerzas, bien adiestradas y profesionales, que han llevado a cabo ataques precisos y letales contra las capacidades militares de los hutíes», ha manifestado, antes de recordar que el grupo islamista «solo puede seguir atacando a (sus) fuerzas con el respaldo del régimen iraní».
Por ello, ha asegurado que seguirá «aumentando la presión hasta que se alcance el objetivo, que sigue siendo el restablecimiento de la libertad de navegación y la disuasión estadounidense en» el mar Rojo.