MADRID 19 Ene. –
La exposición a **sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS)**, utilizadas en una variedad de industrias a nivel mundial desde la década de 1940, en productos como envases alimentarios, productos domésticos, muebles, telas repelentes, compuestos para pulir, ceras, pinturas, productos de limpieza o espumas para combatir incendios, puede ocasionar efectos dañinos para la salud humana.
El agua puede ser una fuente de exposición en comunidades donde **estos agentes químicos han contaminado ciertos suministros**. Sin embargo, investigadores de la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California (EEUH) han investigado la medida en que esa exposición se presenta en el agua potable y si existe un mayor riesgo de cáncer.
La principal conclusión del estudio es que **los investigadores han encontrado asociaciones significativas** entre los PFAS en el agua potable y varios tipos de cáncer, incluyendo aquellos que afectan a los sistemas endocrino, digestivo, de la cavidad oral, de la faringe, de la piel y respiratorio. Esto subraya la necesidad urgente de investigarlas de manera más exhaustiva.
Según la investigación financiada por los Institutos Nacionales de Salud y publicada en el Journal of Exposure Science and Environmental Epidemiology, las comunidades expuestas al agua potable contaminada con PFAS experimentan una incidencia de hasta un **33 por ciento mayor** de ciertos tipos de cáncer.
Este tipo de substancias se han detectado en aproximadamente **el 45 por ciento de los suministros de agua potable en los Estados Unidos**. Estudios previos han vinculado los PFAS, que se descomponen lentamente y se acumulan en el organismo, con una variedad de problemas de salud, entre ellos cánceres de riñón, de mama y de testículos.
Para proporcionar un panorama más amplio sobre los PFAS y el riesgo de cáncer, los investigadores de la Facultad de Medicina Keck llevaron a cabo un **estudio ecológico**, que emplea grandes conjuntos de datos a nivel poblacional para identificar patrones de exposición y el riesgo asociado. Entre 2016 y 2021, se observó que los condados en todo Estados Unidos con agua potable contaminada por PFAS registraban una **mayor incidencia de ciertos tipos de cáncer**, variando según el sexo. Se estima que los PFAS en agua potable contribuyen a más de **6,800 casos de cáncer anuales**, según los datos más recientes de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA).
«Estos hallazgos nos permiten sacar una **conclusión inicial** sobre el vínculo entre ciertos cánceres raros y los PFAS, sugiriendo que cada uno de estos vínculos debería ser investigado de manera más individualizada y precisa», explica Shiwen (Sherlock) Li, PhD, **investigador postdoctoral** en el Departamento de Ciencias de la Población y Salud Pública de la Facultad de Medicina Keck y primer autor del estudio.
Además de servir como una hoja de ruta para los investigadores, estos hallazgos enfatizan la **importancia de regular los PFAS**. A partir de 2029, la EPA empezará a supervisar los niveles de seis tipos de PFAS en el agua potable, pero es posible que se necesiten **límites más estrictos** para salvaguardar la salud pública.
Los hallazgos a nivel poblacional revelan **asociaciones entre los PFAS y cánceres poco frecuentes** que podrían pasar inadvertidos. El siguiente paso propuesto por los investigadores es realizar estudios individualizados para determinar si el vínculo es causal y explorar qué mecanismos biológicos están involucrados.
ANALIZARON 10 AÑOS DE DATOS
Para entender la relación entre la **contaminación por PFAS** y la incidencia del cáncer, los investigadores compararon dos conjuntos de datos exhaustivos: uno que abarca todos los casos de cáncer reportados y otro que incluye todos los datos sobre PFAS en el agua potable a nivel nacional.
Los datos sobre casos de cáncer entre 2016 y 2021 fueron obtenidos del Programa de Vigilancia, Epidemiología y Resultados Finales del Instituto Nacional del Cáncer, mientras que los niveles de PFAS en agua potable pública (2013-2024) provienen de los programas de la Norma de Monitoreo de Contaminantes No Regulados de la EPA.
Li y su equipo controlaron múltiples factores que podrían influir en el riesgo de cáncer. A nivel individual, evaluaron **la edad y el sexo**; a nivel de condado, se excluyeron cambios en la incidencia del cáncer debidos al nivel socioeconómico, tasas de tabaquismo, obesidad, urbanización y presencia de otros contaminantes.
A continuación, compararon la **incidencia de cáncer** en cada condado con la contaminación por PFAS en el agua potable, utilizando los valores de referencia recomendados por la EPA para cada tipo de PFAS. Los condados donde el agua potable excedía los niveles máximos recomendados de PFAS presentaron una mayor incidencia de **cánceres digestivos, endocrinos, respiratorios y de boca y garganta**. Los incrementos en la incidencia variaron desde un ligero 2% hasta un **aumento del 33%** (notablemente entre los cánceres de boca y garganta vinculado al **ácido perfluorobutanosulfónico** o PFBS).
Los hombres viviendo en condados con agua potable contaminada mostraron una mayor incidencia de **leucemia**, así como cánceres del sistema urinario, cerebro y tejidos blandos, en comparación con aquellos en áreas con agua no contaminada. Las mujeres, por otro lado, tenían una mayor incidencia de **cánceres de tiroides, boca y garganta,** y de tejidos blandos. Con los últimos datos disponibles de la EPA, los investigadores estiman que la contaminación del agua potable con PFAS contribuye a **6,864 casos de cáncer por año**.