La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, ha declarado ante la jueza de la dana que avisó a las 19 horas en el Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi) sobre el desbordamiento del barranco del Poyo, después de que la alcaldesa de Paiporta (Valencia) le alertara de que había personas ahogándose. Hasta ese momento, solo se había discutido sobre la presa de Forata, según información interna.
Durante la situación crítica, Bernabé solicitó a la entonces consellera de Justicia Salomé Pradas que enviara una alerta a la población (ES-Alert) y que la hiciera llegar a toda la provincia tras el desbordamiento del barranco. Pradas respondió que similares incidentes estaban ocurriendo en otras localidades.
Bernabé fue citada el lunes en el Juzgado de Instrucción número 3 de Catarroja para declarar como testigo sobre la catastrófica dana del 29 de octubre. Ese día, el presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó, también debe acudir al tribunal en calidad de testigo, donde ambos están obligados a decir la verdad.
Antes de ingresar a la Ciudad de la Justicia, alrededor de las 9 horas, la delegada expresó a los periodistas su intención de «colaborar» para «contribuir a la paz de aquellas personas que han sufrido durante meses, especialmente los familiares de las víctimas mortales».
En la pasada semana, fueron interrogados los únicos dos investigados en este procedimiento, Salomé Pradas y el ex secretario autonómico de Emergencias Emilio Argüeso, quienes señalaron a Bernabé como responsable en el Cecopi.
Durante su testimonio, Bernabé, respaldada por notas y apuntes, compartió sus actos en la jornada de la riada, y presentó un registro de las llamadas realizadas. Subrayó que el mando en ese día era de la consellera de Emergencias. «Esto ha sido siempre así», afirmó.
Quiso aclarar que a las 12.23 horas contactó a Pradas para ofrecerle la UME, pero no se solicitó hasta después de las 14.54 horas. En un contacto previo, a las 14.33 horas, solicitó: «Pídanme la UME, por favor».
CHJ
A partir de las 17 horas, Bernabé se conectó al Cecopi tras ser convocada a las 16.20 horas; acudió a la Delegación de Gobierno, por ser su ubicación más cercana. Evaluaron la situación en ese momento. Desde la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), les informaron acerca de la presa de Forata, que estaba recibiendo un alto volumen de agua, lo que aumentaba el riesgo de roturas e inundaciones en zonas aledañas. A las 18 horas, Pradas notificó que pararían la conexión para valoración, lo que resultó en la desconexión de micrófonos y cámaras.
La delegada continuó llamando a alcaldes y alcaldesas de diversos municipios para dialogar con la CHJ. A las 19 horas, recibió imágenes del colapso del puente de Paiporta y posteriormente del de Picanya, lo que llevó a contactar con la alcaldesa de Paiporta.
La alcaldesa le comunicó que se había desbordado el río y que era un riesgo. En ese instante, Bernabé llamó a la exconsellera y se conectaron en el Cecopi, donde discutió el desbordamiento y la emergencia de personas ahogándose. Exigió que el ES-Alert se enviara a la población, a lo que Pradas respondió que también sucedía en otros municipios. Finalmente, el mensaje se envió a las 20.11 horas, momento en el cual la situación había enteramente deteriorado.
Al reconectarse al Cecopi, ya se había enviado el mensaje de alerta; entonces, vio al presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón. A las 2 horas, el centro operativo se desconectó y la delegada continuó realizando llamadas y coordinaciones dentro de sus competencias. «Cumplí con la obligación que me exige el nivel 2 de emergencia de coordinar a todas las agencias», declaró a la jueza.
LLAMADAS DE MAZÓN
Bernabé mencionó que Mazón «en algún momento» la llamó desde un móvil que no le era conocido, comunicándole que su dispositivo estaba averiado.
El fiscal indagó si hubo información del director de la CHJ respecto al barranco del Poyo, a lo que Bernabé aclaró que en el Cecopi solo se discutió sobre la presa de Forata. Sin embargo, mencionó que los caudales y las pluviometrías se enviaban por diferentes canales, y el Centro de Coordinación de Emergencias (CCE) las recibía por correo electrónico, siendo personal capacitado quienes interpretan esos datos.
A lo largo de su declaración, Bernabé reafirmó que mientras estuvieron conectados en el Cecopi, únicamente se trató la presa de Forata. La información sobre el aumento del caudal del Poyo llegó a las 18.43 horas, pero en ese momento no estaban unidos. «Durante el tiempo en el que estuvimos conectados, se habló de Forata. Era una situación extremadamente compleja y tensa. Lo único que recuerdo es que se debatió sobre Forata todo el tiempo», insistió.
En relación al barranco del Poyo, hizo hincapié en que la alerta hidrológica es competencia del CCE, que es el encargado de prevenir los escenarios. Cuando se reunieron a las 17 horas en el Cecopi, enfatizó que se debía comunicar la información. Considera que si se hubiera realizado desde la mañana, habría sido más eficiente.
Bernabé comunicó que recibió los primeros datos sobre las víctimas mortales causadas por la riada a las 5 horas del día 30, de un total de 11 fallecidos. Antes de eso, recibieron informes sobre desaparecidos y se comunicó con la jueza de Paiporta a las 4 horas, pero la información sobre el número exacto de víctimas no llegó hasta una hora después.