MADRID, 7 Dic. –
Las enfermedades mentales se asocian casi universalmente con consecuencias negativas. No obstante, los trastornos psicológicos también presentan atributos positivos, y reconocerlos podría disminuir el estigma, mejorar la atención y ofrecer esperanza a pacientes y sus familias.
La profesora de psicología en la Universidad de Colorado, June Gruber, junto a coautores de la Universidad de Cornell, han analizado docenas de estudios que datan de hace décadas, los cuales vinculan la enfermedad mental con una mayor creatividad, empatía, resiliencia y otras cualidades positivas.
“La narrativa predominante en psicología clínica se centra en la salud mental desde un enfoque de enfermedad: se nos enseña a diagnosticar lo que está mal y a tratar de solucionarlo”, afirma Gruber, directora del Laboratorio de Emoción Positiva y Psicopatología. “Esto omite que, simultáneamente, las personas pueden crecer y desarrollar fortalezas únicas mientras enfrentan desafíos de salud mental.”
El estudio, publicado en la revista ‘Current Directions in Psychological Science’, resalta evidencia que muestra que las personas con esquizofrenia leve, hipomanía y trastorno bipolar tienden a obtener puntuaciones más altas en creatividad y suelen gravitar hacia profesiones más creativas.
“Algunas de las mentes más creativas en nuestra sociedad han sido de individuos con enfermedades mentales”, menciona Gruber.
Las personas con antecedentes de depresión también suelen mostrar una mayor disposición a cooperar, según estudios realizados en el laboratorio de Gruber y otros.
Un estudio de la Universidad de Colorado en Boulder, realizado con cerca de 2,000 estudiantes universitarios, reveló que quienes están en el espectro bipolar reportan más conflictos sociales, pero también redes sociales más amplias y perciben mayor apoyo. Otro estudio de Gruber indicó que los jóvenes con riesgo de manía tienden a ver las situaciones negativas de manera excesivamente optimista, pero son más hábiles para detectar cambios emocionales en los demás.
“Nuestros hallazgos muestran que, más allá de los desafíos sociales documentados que acompañan a los trastornos del estado de ánimo, también pueden existir significativas fortalezas sociales”, afirmó Gruber.
En el artículo Silver Linings, los autores resaltan que muchas personas en remisión de enfermedades mentales consideran sus luchas pasadas como catalizadores que les ayudaron a desarrollar resiliencia y autoconciencia.
Un ejemplo es un estudio de 2019, liderado por el profesor de Psicología de Cornell, Jonathan Rottenberg, coautor de «Silver Linings». Este estudio mostró que, diez años después de ser diagnosticados con depresión clínica, el 10% de los participantes se encontraban «prosperando», lo que implica no solo estar libres de depresión, sino tener un bienestar psicológico superior al de una cuarta parte de los adultos sin depresión.
Gruber y Rottenberg aclaran que no buscan transmitir una visión optimista que minimice el sufrimiento real de la enfermedad mental. Sin embargo, desean ofrecer esperanza, sustentada en datos, de que pueden surgir resultados positivos.
También subrayan que el artículo no es un llamado a abandonar la medicación o la terapia, que son vitales para muchos. Más bien, es un llamado a un enfoque más integral en investigación y atención.
Gruber considera que al reconocer los aspectos positivos de las cosas, su campo puede ayudar a reducir el estigma y potencialmente desarrollar planes de tratamiento que busquen preservar las características que las personas valoran de sí mismas, al mismo tiempo controlando los elementos nocivos de su trastorno.
“Si tienes una comprensión más holística de una persona, puedes hacer más para apoyarla”, concluyó.
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