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Cómo identificar y erradicar el ‘helicobacter pylori’, un enemigo oculto en el estómago y una de las infecciones más prevalentes.

Cómo identificar y erradicar el 'helicobacter pylori', un enemigo oculto en el estómago y una de las infecciones más prevalentes.

MADRID, 17 Abr. –

La ‘Helicobacter pylori’ es una bacteria muy común que puede colonizar el estómago de los humanos. Aunque muchas veces no presenta síntomas, puede causar gastritis o úlceras de estómago o de duodeno. Esta bacteria tiene la capacidad de protegerse del ácido del estómago gracias a una enzima que actúa como un «escudo químico» y también se oculta bajo la capa de moco que recubre la mucosa.

«La buena noticia es que se puede diagnosticar de manera sencilla y, si es necesario, tratar y eliminar con éxito», señala el doctor Conrado Fernández Rodríguez, jefe de la Unidad de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Fundación Alcorcón.

En este contexto, el profesor vinculado a la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid destaca que las principales pruebas disponibles para detectar la ‘h. pylori’ son:

·El test del aliento, uno de los más utilizados, debido a su simplicidad, no invasividad, y alta fiabilidad; en este test, el paciente ingiere una solución que contiene urea, y si la bacteria está presente, descompone la urea generando un gas que se detecta en el aire exhalado.

·El test de antígenos en heces, que también es útil y no invasivo, detecta la presencia de proteínas de la bacteria en las heces del paciente.

·La biopsia gástrica, que se realiza durante una endoscopia, se reserva principalmente para situaciones en las que, además de confirmar la infección, es crucial evaluar el estado del estómago si hay sospechas de lesiones, úlceras o complicaciones.

·La prueba serológica, que mide anticuerpos en sangre; se utiliza menos porque solo indica si la persona ha estado expuesta, sin diferenciar si la infección está activa o ya ha sido tratada.

CUÁL ES LA PRUEBA DE HELICOBACTER PYLORI MÁS FIABLE

«Las pruebas más fiables son el test del aliento y el test de antígenos en heces. Ambas son altamente precisas, fáciles de realizar y permiten confirmar si la infección está activa, lo cual es fundamental para decidir el tratamiento. La biopsia también es muy precisa, pero al ser invasiva, se reserva para casos específicos donde es necesario realizar una endoscopia», confirma el doctor Fernández Rodríguez.

En general, si no es necesaria una endoscopia, se deben preferir las pruebas no invasivas: «Utilizamos el test del aliento o el de heces para el diagnóstico inicial y para confirmar si la bacteria ha desaparecido tras el tratamiento».

Sin embargo, el especialista subraya que hay factores que pueden influir en la fiabilidad de estas pruebas: «Medicamentos como los inhibidores del ácido gástrico o la administración reciente de antibióticos pueden alterar los resultados. Por eso, es crucial esperar unas semanas después del tratamiento para confirmar si la bacteria ha desaparecido. Por ello, siempre proporcionamos instrucciones claras antes de realizar las pruebas».

CÓMO SE TRANSMITE Y POSIBLES SÍNTOMAS

Este experto recuerda que la transmisión de ‘Helicobacter pylori’ ocurre principalmente en la infancia, y aunque no siempre se conoce con certeza, las principales vías son la fecal-oral y la oral-oral. «Esto implica que puede transmitirse a través de alimentos o agua contaminados, o por contacto directo con la saliva, como al compartir utensilios o mediante besos en determinadas circunstancias», explica el doctor Fernández Rodríguez.

Además, señala que es más frecuente en ambientes con hacinamiento o condiciones higiénicas deficientes. «Las medidas de higiene para prevenir la transmisión incluyen: lavarse bien las manos, consumir agua potable y evitar compartir utensilios; no existe una vacuna, pero se puede prevenir con estos hábitos sencillos», añade el especialista.

SÍNTOMAS DE SOSPECHA DE H. PYLORI

Muchos individuos con la infección pueden no presentar síntomas, aunque cuando se presentan, los más comunes son molestias en la parte alta del abdomen, sensación de ardor o acidez, así como digestiones pesadas e incluso náuseas.

«A veces también hay hinchazón o pérdida de apetito. Si estos síntomas persisten, es recomendable consultar al médico para un diagnóstico adecuado. Es importante tener en cuenta que no todos los problemas digestivos se deben a esta bacteria, pero sí es una causa que se debe considerar», afirma el doctor Fernández.

Si el diagnóstico es positivo, el tratamiento consiste en una combinación de antibióticos para eliminar la bacteria, junto con un medicamento que reduce la acidez estomacal: «Esto ayuda a que los antibióticos sean más efectivos y permite la reparación de la mucosa gástrica. El tratamiento suele durar entre 10 y 14 días».

En algunos casos, se pueden añadir sales de bismuto, que aumentan la eficacia, especialmente cuando se sospecha de resistencias. Es muy importante seguir la pauta indicada por el médico, ya que los tratamientos suelen requerir la administración de varios comprimidos o cápsulas al día durante dicho período. «Al completar el tratamiento correctamente, las tasas de curación son muy altas», asegura el profesor universitario.

Una vez finalizado el tratamiento, se realiza el test del aliento o el de antígenos en heces algunas semanas después para confirmar que la bacteria ha desaparecido por completo, concluye el doctor Conrado Fernández Rodríguez, jefe de la Unidad de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Fundación Alcorcón.

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