MADRID, 12 Jul. –
Las vacaciones son, en teoría, el momento del año destinado a descansar del esfuerzo realizado a lo largo del año. Sin embargo, esos días o semanas frecuentemente provocan más estrés y agobio por diversas razones.
Los expertos en salud mental de Clínica López Ibor destacan la importancia de cuidar el bienestar psicológico durante el verano: «Es un periodo que rompe rutinas y puede provocar tanto una sensación de libertad como de vacío. Muchas personas pueden sentir estrés por la falta de estructura, sentirse presionadas socialmente por ‘aprovechar’ cada día o experimentar malestar emocional al no cumplir con sus expectativas», explica Pedro Neira, responsable de psicología de Clínica López Ibor.
El experto advierte que las redes sociales, los viajes organizados o la creencia de que «todo debe ser felicidad» pueden generar presión innecesaria. «El mito del verano perfecto es uno de los grandes generadores de frustración», indica. La comparación constante y la obligación de estar bien o vivir intensamente puede hacer que cada vez más personas se sientan desconectadas de sus verdaderas necesidades, añade el psicólogo.
10 RECOMENDACIONES CLAVE
Frente a esta situación, los profesionales del centro han elaborado una serie de recomendaciones clave para cuidar la salud emocional durante los meses estivales.
1. Baja el ritmo sin desconectarte de ti: Disfrutar del tiempo libre no implica abandonar rutinas saludables. Establecer horarios flexibles para dormir, comer o realizar actividades placenteras ayuda a mantener el equilibrio emocional.
2. No idealices el verano: Escucha lo que realmente necesitas. Es normal que tus vacaciones no se parezcan a las de las revistas. Pregúntate qué realmente quieres: ¿descansar, estar solo, realizar planes tranquilos o reconectar con alguien? Escuchar tus propias necesidades es el primer paso para cuidarte.
3. Si tienes hijos, baja tus expectativas y sube la conexión: El verano con niños puede ser una fuente de disfrute o agotamiento. No todo tiene que ser perfecto: Prioriza momentos de calidad sobre grandes planes. Establece rutinas básicas, incluso en vacaciones. Acepta que aburrirse también es saludable.
«Muchos padres se sienten abrumados por la presión de ‘hacerlo todo bien’. Relajarse, disfrutar del presente y cuidar de tu propio bienestar también es cuidar de tus hijos», explican desde la Clínica López Ibor.
4. Haz espacio para ti (aunque estés rodeado de gente): Con el aumento de reuniones sociales, también puede surgir la saturación. Permítete momentos de soledad, silencio y autorreflexión.
5. Cuerpo y mente: aliados también en vacaciones. El ejercicio físico, una alimentación equilibrada y la exposición moderada al sol pueden mejorar tu estado de ánimo. Mantenerte activo y cuidar del descanso es esencial para equilibrar la química cerebral.
6. Pantallas y jóvenes: límites claros, alternativas reales. La falta de estructura puede aumentar el uso de pantallas. Desde Clínica López Ibor se recomienda: establecer horarios concretos para su uso, fomentar actividades alternativas (deporte, juegos, lectura, tiempo en familia) y hablar abiertamente sobre el uso de redes y videojuegos. «El verano puede ser un gran momento para cambiar hábitos tecnológicos, especialmente entre adolescentes», alertan los expertos.
7. Verano y adicciones: contexto de riesgo, momento clave para prevenir. Según la Encuesta EDADES 2024 del Ministerio de Sanidad, el consumo de alcohol en atracón afecta al 16% de los jóvenes entre 20 y 29 años, especialmente en contextos sociales como el verano.
Además, el 12,6% ha consumido cannabis y el 12% hipnosedantes en el último año, lo que señala una tendencia preocupante que puede intensificarse durante las vacaciones.
Desde Clínica López Ibor recuerdan que la exposición a entornos de riesgo (fiestas y ocio nocturno) aumenta la vulnerabilidad. La gestión emocional es clave para prevenir conductas compensatorias. «El verano no causa adicciones, pero sí puede ser el escenario ideal para que se activen. Estar atentos es fundamental», enfatizan desde la clínica.
8. Teletrabajo en verano: flexibilidad sin autoexigencia extrema. Aquellos que combinan vacaciones con trabajo deben establecer límites claros: horarios definidos, separar espacios personales y profesionales, y priorizar el descanso mental. «El teletrabajo sin desconexión real puede causar agotamiento emocional incluso en vacaciones», advierten los especialistas.
9. Cuida tus relaciones, pero también la relación contigo mismo: Las vacaciones pueden fortalecer vínculos o acentuar tensiones. Sé honesto con tus emociones, comunica tus necesidades y no te fuerces a compartir tiempo si no te sientes bien.
10. No esperes a septiembre: si lo necesitas, pide ayuda. Cambios bruscos de ánimo, ansiedad persistente, insomnio o sensación de vacío pueden ser señales de alerta. Buscar ayuda profesional a tiempo puede prevenir que el malestar se agrave.