MADRID, 12 Ago. –
El uso prolongado de bañadores mojados y la deshidratación provoca que la orina se concentre y facilita la proliferación de bacterias, lo que contribuye a la aparición de infecciones de orina como la cistitis, explica el urólogo Pablo Melendo.
Además, el especialista aclara que esta inflamación de la vejiga o cistitis es «mucho más frecuente en mujeres» debido a su anatomía. «La uretra femenina es más corta y está más cerca del ano, lo que facilita que las bacterias del tracto digestivo lleguen a la vejiga y causen la infección».
Igualmente, señala que en mujeres jóvenes, la actividad sexual es un desencadenante «habitual» de cistitis. Por otro lado, en la menopausia, la disminución de estrógenos altera la flora vaginal y urinaria, incrementando la vulnerabilidad a estas infecciones.
En este sentido, estima que entre el 40% y el 60% de las mujeres experimentará al menos un episodio a lo largo de su vida, teniendo un pico de incidencia entre los 18 y 39 años. Esto convierte a las infecciones del tracto urinario en la segunda causa de consulta médica, solo detrás de las respiratorias.
Por otro lado, Melendo menciona que los principales síntomas de la cistitis son la necesidad urgente y frecuente de orinar en pequeñas cantidades, ardor o dolor al hacerlo, presión o dolor en la parte baja del abdomen y, en ocasiones, orina turbia, mal olor o sangre.
COMO PREVENIR LA CISTITIS EN VERANO
Para prevenir esta inflamación, el urólogo recomienda beber abundante agua para ayudar a limpiar las vías urinarias, no aguantar las ganas de orinar, mantener una higiene adecuada y evitar permanecer con el bañador mojado durante largos periodos.
En el caso de mujeres que sufren cistitis recurrente, añade que «hay tratamientos actuales como suplementos, antibióticos preventivos, vacunas orales o cremas de estrógenos para mujeres postmenopáusicas que ayudan a reducir la frecuencia de los episodios».
Además, explica que aunque los antibióticos son el tratamiento principal, existen alternativas preventivas como la D-manosa, los extractos de arándano, los probióticos y las vacunas orales, que fortalecen la flora urinaria y evitan la resistencia bacteriana.
En este sentido, el especialista recomienda acudir a consulta si las infecciones son recurrentes (tres o más al año), si los síntomas no mejoran tras varios días de tratamiento con antibióticos o si aparecen signos de gravedad como fiebre alta o sangre en la orina. «En el caso de los hombres, cualquier sospecha de infección urinaria debe ser evaluada siempre por un especialista», enfatiza.
Para obtener más información sobre cómo prevenir infecciones urinarias y los tratamientos disponibles, consulta este recurso adicional.