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Desafíos para erradicar el sarampión y la polio: los movimientos negacionistas y la desinformación sobre las vacunas.

Desafíos para erradicar el sarampión y la polio: los movimientos negacionistas y la desinformación sobre las vacunas.

MADRID, 5 Nov. –

El director del Centro Nacional de Epidemiología (CNE-ISCIII), José Luis Peñalvo, ha afirmado que el resurgimiento de movimientos negacionistas y la desinformación en torno a las vacunas complican la erradicación mundial del sarampión y la poliomielitis, dos enfermedades ante las que se han logrado avances significativos, pero que aún presentan desafíos.

Así lo ha declarado este miércoles durante la inauguración de la IX Jornada sobre Vacunaciones de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), que ha discutido la situación actual y perspectivas sobre el sarampión y la polio, enfermedades objeto de programas de eliminación y erradicación por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

«Es fundamental recordar que las vacunas siguen siendo unas de las herramientas más seguras, eficaces y solidarias para proteger la salud colectiva. La desinformación no solo pone en riesgo la salud de nuestra población y la confianza en la salud pública, sino también los logros alcanzados en la investigación sobre vacunas y el esfuerzo científico y sanitario que nos ha traído hasta aquí», ha manifestado Peñalvo.

Para combatir la desinformación, ha llamado a la «transparencia y comunicación fluida» entre todos los actores involucrados, la comunidad científica y la comunidad encargada de la vigilancia epidemiológica en España.

ERRADICACIÓN DE LA POLIO

En una mesa redonda inicial, se ha abordado la situación de la poliomielitis, una enfermedad infecciosa que afecta al sistema nervioso central y puede provocar parálisis debido a los poliovirus tipo 1, 2 y 3. Aunque se ha conseguido una reducción significativa, de 600.000 infecciones en 1950 a que actualmente solo Pakistán y Afganistán sean endémicos para el serotipo 1, y haya casos esporádicos o pequeños brotes en el resto del mundo, principalmente en África, los especialistas han coincidido en que aún quedan retos por superar para lograr la erradicación.

La catedrática de Microbiología en la Universidad de Barcelona, Rosa María Pintó, ha destacado el papel de la vacuna oral como «gran artífice» en la reducción de casos, pero ha advertido sobre el «problema» que representa la aparición de poliovirus derivados de la vacuna debido a mutaciones, lo que ha llevado a reintroducir la vacuna inactivada como medida.

Aun así, ha enfatizado la importancia de la vigilancia a través de las aguas residuales, que permite detectar la circulación del virus y prever lo que puede venir en el futuro. En este sentido, ha detallado el trabajo realizado desde la Universidad de Barcelona en la vigilancia de aguas residuales en el área metropolitana de la Ciudad Condal, que permitió identificar el virus que causó el brote europeo de 2024, así como recentísimos hallazgos de cepas en septiembre pasado.

«La vigilancia en aguas residuales es una herramienta complementaria, no sustitutoria de la vigilancia síndrómica de la parálisis flácida, pero nos puede ayudar», ha resaltado. Además, ha subrayado que es «imprescindible» en las fases finales del Plan de erradicación, dado que, aunque no haya casos de parálisis flácida durante dos años, sigue existiendo la posibilidad de que el virus circule, y la única forma de verificarlo son las aguas residuales.

DÉFICITS EN VACUNACIÓN

Por su parte, María Cabrerizo, especialista del Centro Nacional de Microbiología, ha explicado que los países más afectados por la poliomielitis son aquellos con problemas de equidad, estructuras y sistemas sanitarios deficientes, y niveles socioeconómicos bajos que impiden que la vacunación llegue a toda la población. Las fallas en la inmunización también se producen en áreas afectadas por desastres naturales o conflictos bélicos.

«Además, se ha observado que países que han estado libres de poliomielitis durante mucho tiempo comienzan a tener grupos poblacionales o áreas con menores coberturas de inmunización por razones culturales, religiosas, desconfianza en las vacunas y desinformación», ha alertado.

Ha resaltado la importancia de los sistemas de vigilancia clínica basados en la detección de enterovirus en casos de parálisis flácida aguda y otras patologías neurológicas, para mantener el estatus de país libre de poliomielitis y prevenir la circulación de poliovirus salvajes o derivados de la vacuna.

Al margen de ello, ha mencionado la situación de España, que recibió el certificado de país libre de poliomielitis en 2002 y continúa manteniéndolo. Cabrerizo ha indicado que el «buen trabajo» en vacunación, con coberturas superiores al 95 por ciento, y del sistema de vigilancia son responsables de la «buena situación» de España, aunque ha subrayado que «no se debe bajar la guardia».

Otro tema destacado ha sido el síndrome postpolio (SPP), una secuela tardía que afecta entre el 25 y el 40 por ciento de las personas que padecieron poliomielitis paralítica. La ponencia ha sido presentada por el catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad de Alicante, José Tuells, quien ha lamentado las carencias que aún persisten en España en cuanto al reconocimiento y atención sanitaria de estas personas.

ERRADICACIÓN DEL SARAMPIÓN

En una segunda mesa, diversos expertos han profundizado en los retos pendientes para alcanzar la erradicación del sarampión, enfermedad para la que España mantiene el certificado de eliminación desde 2016 y cuenta con un Plan Estratégico.

La investigadora del CNE-ISCIII, Noemí López, ha indicado que, desde 2023, ha habido un aumento en los casos de sarampión en España, alineándose con lo que ocurre en la región europea de la OMS. «Esto es previsible» y «no indica un problema en la situación de coberturas de vacunación» ni supone un motivo de alarma, ha afirmado.

Respecto a los brotes ocurridos en el último año en el país, ha detallado que eran de pequeño tamaño, lo que muestra que «podemos cortar la transmisión rápidamente», y que la mayoría estaban genotipados, lo que «refleja bien el estudio de laboratorio»; eran de origen conocido y se trataba de casos importados.

Finalmente, ha destacado que las coberturas de vacunación contra el sarampión superan el 95 por ciento en la primera dosis, y el desafío se sitúa en la segunda dosis, donde los números son más bajos. En este sentido, ha señalado que las «brechas de inmunidad» en la población española se encuentran en personas nacidas después de 1978 que no están seguras de si han sido vacunadas o si han padecido la enfermedad, aquellos nacidos en países con bajas coberturas, quienes han sido vacunados hace dos décadas y pueden tener una evanescencia de la inmunidad, y los trabajadores en entornos sanitarios, a pesar de haber recibido dos dosis, dado su contacto más frecuente con el virus.

También mencionó otros retos que deben ser abordados, como la vigilancia epidemiológica de casos vacunados con dos dosis, quienes pueden presentar síntomas menos evidentes que dificultan la detección; y las complicaciones en la clasificación de ciertos casos, en poblaciones menos seroprotegidas y, por lo tanto, más vulnerables.

Por último, Pello Latasa, responsable de Vigilancia en Salud Pública de la Dirección de Salud Pública y Adicciones del Gobierno Vasco, ha presentado la experiencia del reciente brote de sarampión registrado en Vizcaya, enfatizando la importancia de la detección temprana, la notificación rápida y la comunicación efectiva con la ciudadanía para contener brotes y mantener la confianza en las vacunas.

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