Icono del sitio DGratisDigital

Descubren un vínculo entre enfermedades del cerebro e intestino que podría facilitar la detección del Parkinson.

Descubren un vínculo entre enfermedades del cerebro e intestino que podría facilitar la detección del Parkinson.


BARCELONA, 4 Dic. –

Una investigación liderada por el CSIC y el CIBERSAM señala que tres reguladores de la expresión de genes aparecen alterados en el Párkinson, la depresión y la disfunción intestinal, lo que podría permitir un posible diagnóstico y una intervención temprana.

Publicada en Journal of Neuroinflammation, ofrece una «evidencia directa de un proceso patológico paralelo que abarca el eje intestino-cerebro y sugiere un bucle inflamatorio bidireccional», informa la Delegación del CSIC en Catalunya este jueves en un comunicado.

El equipo ha hallado un mecanismo molecular que probaría esa conexión: han identificado la misma desregulación de tres microRNA en muestras post-mortem del cerebro de pacientes con Párkinson y con trastorno depresivo.

Los investigadores han podido reproducir y confirmar la misma cascada molecular en dos modelos de ratón: el primero, un modelo con estrés que presenta un perfil similar a la depresión, mostraba el mismo patrón alterado de microRNA y un aumento de los marcadores inflamatorios en el cerebro.

En un segundo modelo, con una sobreexpresión patológica de alfa-sinucleína en las neuronas de serotonina y que desarrolla un fenotipo depresivo y de Párkinson, también se repetía el patrón exacto de microRNA y de inflamación, tanto en el cerebro como en el intestino.

La investigadora Analia Bortolozzi, que ha liderado el equipo, destaca que este estudio «identifica este eje específico de inflamación, la tríada de microRNA actuando sobre los marcadores de inflamación, como un mecanismo molecular común que conecta la fisiopatología del Párkinson, depresión y la disfunción intestinal«.

APLICACIÓN

Los investigadores señalan que en el caso de los humanos, esta investigación solo analizó muestras de tejido cerebral, pero que «existen otros estudios que han confirmado la presencia de la acumulación patológica de alfa-sinucleína en el intestino».

Además, explican, se sabe que los síntomas gastrointestinales a menudo preceden a los síntomas motores en años, «si bien no todos los pacientes parecen seguir este patrón de propagación».

«Más del 80% de los pacientes con Párkinson presentan trastornos gastrointestinales, y existe una asociación bidireccional entre Párkinson, depresión y enfermedades inflamatorias intestinales», apunta Bortolozzi.

Una de las implicaciones futuras de esta investigación es el potencial de este patrón de microRNA como biomarcador: dado que este patrón también existe en el tejido intestinal del modelo animal, «la idea de analizarlos en biopsias intestinales de pacientes vivos es una extensión lógica y muy relevante de este trabajo».

Salir de la versión móvil