Archivo – Imagen de archivo de un bombardeo de Israel contra Líbano.
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MADRID, 20
Alrededor de diez personas, incluidos dos niños, han resultado heridas este martes debido a un nuevo bombardeo llevado a cabo por el Ejército de Israel en el sur de Líbano. Las autoridades han confirmado este ataque a pesar del alto el fuego pactado en noviembre de 2024, que ha sido alterado por numerosos ataques israelíes desde entonces.
El Ministerio de Sanidad libanés ha indicado que el ataque, efectuado por un dron, ha impactado una motocicleta cerca de la localidad de Mansuri. Se reportan nueve heridos, con tres en estado crítico, según la agencia estatal de noticias libanesa, NNA.
La ministra de Educación Superior de Líbano, Rima Karami, ha condenado el ataque, destacando que la bombardeo alcanzó una motocicleta ubicada cerca de la escuela pública Al Mansuri. Además, las autoridades han ordenado su cierre.
Karami se puso en contacto con el director del centro, Mohamad Shueik, para asegurar el bienestar de los alumnos, profesores y demás empleados tras el «brutal ataque». Reclamó a Naciones Unidas que «presione» a Israel para que se detengan estos bombardeos.
La ministra enfatizó la urgencia de que el Ejército israelí cesara sus ataques contra «civiles inocentes», afirmando que tales bombardeos «no discriminan entre escuelas, calles y viviendas», según un comunicado publicado en su cuenta de Facebook.
El Ejército de Israel ha afirmado que su objetivo era un comandante de un complejo del partido-milicia chií libanés Hezbolá en Mansuri. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han declarado que «eliminado» a su objetivo, del cual no han divulgado la identidad.
En su página web, las FDI mencionaron que «el terrorista» promovió numerosos complots terroristas contra Israel y gestionó intentos de restaurar el complejo de Mansuri, además de instigar intentos de transferencia de armas.
Las FDI han defendido sus bombardeos, argumentando que actúan contra actividades de Hezbolá, y que por tanto no violan el alto el fuego. Sin embargo, tanto Beirut como el grupo han criticado estas acciones, que también han sido condenadas por Naciones Unidas.
El pacto, instaurado tras meses de combate luego de los ataques del 7 de octubre de 2023, estipuló que Israel y Hezbolá debían retirar sus tropas del sur de Líbano. Sin embargo, Israel ha mantenido cinco puestos en territorio vecino, lo que ha sido criticado tanto por Beirut como por el grupo chií.