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El 100% de la población experimenta hemorroides: ¿conoces sus consecuencias?


MADRID, 16 Oct. (EDIZIONES) –

Al mencionar las hemorroides, a menudo nos referimos a las molestias y problemas que pueden causar. Pero, ¿sabías que todos tenemos hemorroides? Así es, aunque no todos padecemos de patología hemorroidal.

Para entender mejor esta situación, en Europa Press Infosalus entrevistamos al doctor Francisco José García Fernández, médico especialista en aparato digestivo en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y miembro de la FEAD, quien nos explica que las hemorroides son parte de nuestro canal anal y actúan como un ‘sello’ hermético, contribuyendo hasta un 15% a nuestra continencia.

«Son una estructura venosa que funciona como almohadilla y sello para el canal anal. Todos tenemos hemorroides, es una cuestión anatómica. Se localizan en el canal anal y juegan un papel crucial en la continencia anal. Esta área es muy sensible, lo que impide la fuga cuando hay materia fecal, y las almohadillas que desempeñan esta función son las venas hemorroidales», explica este especialista.

El problema surge, según continúa, cuando esas hemorroides se dilatan y se vuelven varicosas: «En esos casos, se inflaman, se acumula sangre y se forma un coágulo, provocando los problemas conocidos como hemorroides».

CUÁL ES SU FUNCIÓN EN NUESTRO CANAL ANAL

El canal anal cuenta con un mecanismo regulador que evita la fuga de las deposiciones, explica el doctor García Fernández. Funciona como una válvula que puede sellar tanto contenido líquido como sólido, permitiendo también su expulsión sin goteos ni escapes. «Cuando este mecanismo falla, se produce incontinencia rectal, algo incómodo debido a los escapes rectales», añade.

En cuanto a la frecuencia de la incontinencia rectal, este miembro de la FEAD afirma que es relativamente común, especialmente en mujeres debido a su anatomía y los efectos de los embarazos, que pueden debilitar el suelo pélvico.

PRINCIPAL CAUSA DE PATOLOGÍA HEMORROIDAL: ESTREÑIMIENTO

Así, como menciona, todos poseemos hemorroides, esas almohadillas venosas que sellan el esfínter anal; sin embargo, enfatiza que hay circunstancias donde estas venas se dilatan, formando varices y causando abultamientos. Esto puede provocar pequeños escapes de líquido, irritación cutánea, picor y acumulación de sangre, lo que lleva a la formación de trombos.

«La principal causa de que estas venas se vuelvan patológicas es el estreñimiento, que requiere esfuerzo y aumenta la presión sobre las venas, provocando su dilatación, similar a lo que ocurre en las venas de las piernas. El esfuerzo durante la defecación, especialmente si las deposiciones son muy duras, puede causar heridas y sangrado», describe el doctor García.

Sin embargo, la patología hemorroidal también puede aparecer en personas que pasan mucho tiempo sentadas en el baño, ya que esto aumenta la presión sobre la zona glútea, o en aquellas que están de pie mucho tiempo. Aun así, este especialista del aparato digestivo resalta que todo depende de la anatomía individual.

«Pasar más tiempo del necesario en el baño, ya sea con el móvil o una revista, puede causar que esas venas se dilaten. Por lo tanto, es recomendable usar el baño solo el tiempo necesario, evitando distracciones», aconseja el experto.

ATENTO A ESTOS CONSEJOS SOBRE EL TRATAMIENTO

Con todo esto, preguntamos al médico de la Fundación Española de Aparato Digestivo sobre las pautas a seguir en el tratamiento, destacando que, en primer lugar, hay que corregir lo que está causando la patología hemorroidal. «Es esencial corregir los hábitos defecatorios. Aquellas personas que pasan mucho tiempo sentadas pueden beneficiarse de un almohadillado glúteo para reducir la presión sobre la zona. No obstante, la prevención es complicada, ya que depende de la condición física de cada uno«, subraya.

Una vez que las hemorroides se vuelven patológicas, su tratamiento dependerá de los problemas específicos. «Si se han dilatado y hay picor o molestias, el tratamiento habitual incluye el cuidado de la piel, una buena higiene tras las visitas al baño, lavarse con agua a temperatura ambiente en lugar de usar papel que puede irritar, y secarse bien después. Mantener la piel hidratada con pomadas adecuadas, como las que se usan en bebés para problemas de pañal, también es útil», comenta.

Si hay mucha incomodidad, el doctor García menciona que existen fármacos que disminuyen la circulación en las venas hemorroidales, ayudando a reducir su volumen. «Estos medicamentos son útiles, aunque no son una solución mágica, y es importante tenerlo en cuenta», añade.

CUIDADO CON LAS POMADAS PARA LAS HEMORROIDES

También advierte sobre el uso excesivo de tratamientos en pomadas hemorroidales, señalando que hay que tener precaución con estos productos, ya que proporcionan alivio temporal, pero su uso prolongado no es recomendable debido a los corticoides que contienen, que pueden causar problemas cutáneos a largo plazo.

«Las pomadas hemorroidales deben limitarse a períodos de gran incomodidad e inflamación; no deben usarse a largo plazo. Si las molestias no se alivian en unos días, es importante consultar al médico para una evaluación», enfatiza.

Además, advierte que el consumo de alimentos picantes no es beneficioso en casos de hemorroides, ya que provoca vasodilatación del plexo hemorroidal, incrementando el picor y la incomodidad anal. Recuerda que quienes son propensos a sufrir hemorroides deben evitar el estreñimiento a toda costa, principalmente a través de una dieta equilibrada, ingesta abundante de agua y ejercicio regular.

CUANDO SE CONVIERTEN EN UN PROBLEMA SERIO

Aunque el estreñimiento es la principal causa de las hemorroides, este experto en aparato digestivo del Hospital Universitario Virgen del Rocío sostiene que hay ocasiones en las que las hemorroides pueden convertirse en un problema serio y requerir intervención quirúrgica: «Principalmente, cuando se han dilatado tanto que se ha formado un coágulo, causando dolor e incomodidad en lo que se conoce como ‘trombosis hemorroidal aguda’; y cuando las venas están tan dilatadas que pueden causar un prolapso rectal, donde el ano sale hacia afuera, lo que requiere tratamiento quirúrgico».

Para más información sobre la salud digestiva, visita nuestro artículo relacionado sobre salud digestiva o consulta nuestra guía sobre hemorroides y su tratamiento.

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