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Kiev denuncia que «las necesidades de recuperación han seguido creciendo durante el último año a causa de los ataques rusos»
MADRID, 25 Feb. –
Ucrania necesitará unos 524.000 millones de dólares (cerca de 506.000 millones de euros) durante la próxima década para labores de reconstrucción y recuperación a causa de la invasión por parte de Rusia, que el lunes cumplió tres años. Este informe ha sido emitido por el Banco Mundial, la Comisión Europea, Naciones Unidas y el Gobierno ucraniano.
Se destaca que esta cifra es casi tres veces el Producto Interior Bruto (PIB) nominal de Ucrania en 2024 y menciona que Kiev ha destinado, con el apoyo de donantes, un total de 7.370 millones de dólares (cerca de 7.120 millones de euros) para abordar áreas prioritarias como la vivienda, la educación, la salud, la energía, el transporte, el suministro de agua y el desminado.
Además, se informa de un agujero de financiación de 9.960 millones de dólares (alrededor de 9.620 millones de euros) para trabajos de recuperación y reconstrucción en 2025, subrayando que la movilización del sector privado es clave para una «recuperación exitosa» del país tras el fin de la guerra, que ya ha entrado en su cuarto año.
La cuarta fase de la Valoración Rápida de Daños y Necesidades indica que los daños directos han alcanzado ya los 170.000 millones de euros, con los sectores de vivienda, transporte, energía, comercio, industria y educación como los más afectados.
En este contexto, se señala que el trece por ciento del parque de vivienda ha sufrido daños o ha quedado destruido, afectando a más de 2,5 millones de hogares. En el sector energético, se ha observado un aumento del 70 por ciento en los bienes dañados o destruidos desde el informe anterior.
De hecho, el sector de la vivienda es el que necesita una mayor inversión, acumulando cerca de 81.000 millones de euros de las necesidades totales. Este es seguido por el sector de transportes (75.000 millones), energía y extractivo (66.000 millones), comercio e industria (62.000 millones) y agricultura (53.000 millones), mientras que el coste de la retirada y gestión de escombros asciende a 12.600 millones.
Por ello, el primer ministro ucraniano, Denis Smigal, ha recalcado que «las necesidades de recuperación han seguido creciendo durante el último año debido a los ataques rusos», antes de afirmar que «la cuarta fase de la Valoración Rápida de Daños y Necesidades es vital en la estrategia de recuperación».
«Agradecemos a los equipos del Banco Mundial, la UE y la ONU por su apoyo y trabajo en este proyecto. Este año, el Gobierno continúa con el programa de recuperación rápida, enfocándose principalmente en la reparación y el desarrollo de la infraestructura energética y la reconstrucción de viviendas para las familias ucranianas», ha explicado.
«DAÑOS EXTRAORDINARIOS»
En esta línea, la comisaria europea de Ampliación, Marta Kos, ha resaltado que el estudio «subraya los daños extraordinarios infligidos por Rusia a Ucrania» y ha indicado que «la UE ya está apoyando la reconstrucción y recuperación de Ucrania a través de la movilización de más inversiones privadas».
La vicepresidenta para Europa y Asia Central del Banco Mundial, Antonella Bassani, ha puntualizado que «Ucrania y su pueblo siguen mostrando una increíble resiliencia ante los graves daños y sufrimiento», mientras que ha mencionado que el documento refleja «los progresos en recuperación física y económica, así como en su programa de reformas y sus significativas necesidades de reconstrucción».
Finalmente, el coordinador humanitario de la ONU en Ucrania, Matthias Schmale, ha argumentado que «el verdadero coste de la guerra se mide en vidas humanas y medios de subsistencia» y ha enfatizado que «más allá de la ayuda inmediata, se debe contribuir a crear oportunidades para que la población de Ucrania reconstruya su vida con dignidad».
«Esto implica invertir en empleos dignos, educación, atención médica y priorizar la inclusión de grupos vulnerables como mujeres y niñas, niños, personas desplazadas y comunidades romaníes», ha manifestado Schmale.
«El camino a seguir requiere fortalecer alianzas y un compromiso firme de todos nosotros, no solo para ayudar a las estructuras, sino también para respaldar la restauración del tejido social en las comunidades afectadas por la guerra», ha concluido.
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