En público centran sus críticas en el PP, pero en privado recriminan a Junts su voto en contra
MADRID, 22 Ene. –
El **Gobierno** reconoce malestar con **Junts** por haber votado en el Pleno del Congreso en contra del decreto ley ‘ómnibus’ en el que estaban incluidas medidas dispares como la subida de las pensiones de jubilación, los descuentos del transporte público y las ayudas a los afectados por la dana, todas ellas que ahora van a decaer al derogarse la norma.
Aunque en público el **Ejecutivo** ha cargado las tintas contra el **PP**, en privado fuentes gubernamentales expresan su enfado con el partido liderado por **Carles Puigdemont**, cuyo voto en contra ha sido decisivo para impedir la convalidación del decreto en el Congreso de los Diputados, lo que supone una importante derrota parlamentaria del Gobierno en el arranque de 2025.
En los últimos días desde **Moncloa** se hablaba de «avances» en las conversaciones y se mostraban convencidos de que podían conseguir los apoyos de **Junts**, aunque los contactos de los últimos días no han sido suficientes y los independentistas han optado por el ‘no’.
Ni **Gobierno** ni **PSOE** han querido confirmar si en las últimas fechas se ha producido alguna reunión entre partidos en el extranjero –tal como exigió **Puigdemont**– para desbloquear la votación, pero sí han reconocido contactos y conversaciones que finalmente no han desembocado en un acuerdo.
SEMANAS DE CONVERSACIONES
El malestar con sus socios se debe, según indican las fuentes consultadas, a que las medidas incluidas en el decreto habían sido «negociadas» previamente, pero aún así han decidido inclinarse por votar en contra.
Las fuentes consultadas señalan que su malestar se debe a que las medidas incluidas en el decreto estaban «negociadas» y pactadas casi por completo, pero finalmente han decidido no apoyar al Gobierno. Consideran por tanto que es **Junts**, igual que el **PP**, quien tiene que explicar a los ciudadanos su decisión. «Cada palo que aguante su vela», afirman. Más información aquí.
En los últimos días, desde el Gobierno venían apuntando en la misma dirección, resaltando que las negociaciones se veían produciendo desde semanas atrás, debido a la complejidad de las materias y por tanto dejaban abierta una puerta a que **Junts** lo aprobase.
PUIGDEMONT SUSPENDIÓ NEGOCIACIONES
El pasado viernes, **Puigdemont** anunció la «suspensión de negociaciones» con el **PSOE** y avisó de que no se sentaría a negociar los Presupuestos Generales del Estado para 2025, después de que los socialistas no accediesen a su exigencia de que **Pedro Sánchez** se someta a una cuestión de confianza.
En **Moncloa** y en **Ferraz**, no obstante, no interpretaron el gesto de **Puigdemont** como un portazo definitivo, veían una intervención modulada en la que no rompió los puentes tendidos con el Gobierno y achacaban sus palabras a una cierta «teatralización» de las discrepancias entre ambas formaciones.
Los **socialistas** respondieron a su vez con mesura, sin entrar al choque, convencidos de que la situación se podía salvar. Sin embargo, pese a los contactos de último minuto, el decreto ha caído, lo que supone que las pensiones no subirán, aumentará de inmediato el precio del transporte público y decaerán el resto de medidas, como las ayudas a los afectados por la dana o la prohibición de cortar los suministros básicos a personas vulnerables. Detalles sobre el impacto aquí.