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Ese ‘sexto sentido’ que tu cerebro utiliza para tomar el 99% de las decisiones sin que te des cuenta.

Ese 'sexto sentido' que tu cerebro utiliza para tomar el 99% de las decisiones sin que te des cuenta.

   MADRID, 9 Nov. –

   Durante años se pensó que la intuición era irracional o casi mágica, pero la neurociencia revela que es justamente lo contrario: un proceso cerebral real, rápido y preciso que compila tu conocimiento y experiencia para orientar tus decisiones cotidianas.

   El investigador Mikel Alonso, en su libro ‘El valor de la intuición’ (Ariel), explica cómo entrenar este «instinto» para mejorar la toma de decisiones en el trabajo, en la vida y hasta en el amor. En una reciente entrevista, señala que de las 35.000 decisiones que tomamos diariamente, solo unas 100 son conscientes, siendo el resto fruto de nuestra intuición.

   Este doctor por la UCM, con una tesis en neurociencia aplicada al comportamiento, y diversas especializaciones, enfatiza que la intuición se enmarca en un proceso destinado a la acción, «inconsciente, subjetivo, rápido, y capaz de extraer con precisión conclusiones probabilísticas».

   Subraya que la intuición es una herramienta cerebral que facilita nuestra continua toma de decisiones: «En nuestra vida diaria, el cerebro intenta anticipar lo que puede suceder para decidir, recopilando información constantemente y detectando patrones en lo que nos ocurre».

LA INTUICIÓN NO SIRVE EN EL AMOR

   Sin embargo, el investigador advierte sobre el uso de la intuición en el ámbito del amor, señalando que «no funciona adecuadamente debido a la inundación de neurotransmisores», lo que hace que nuestras corazonadas y conclusiones rápidas, que se basan en la intuición y la experiencia, sean poco fiables.

   Asimismo, enfatiza la diferencia entre los sesgos cognitivos y la intuición en la toma de decisiones: «Los sesgos cognitivos son una trampa, un atajo del cerebro que se centra solo en ciertos aspectos llamativos, permitiendo decidir rápidamente. En cambio, la intuición se fundamenta en el aprendizaje y la experiencia, y se siente física y emocionalmente. Al desarrollar ese conocimiento inconsciente, se pueden mitigar las influencias negativas de los sesgos cognitivos».

SÍ EXISTE LA INTUICIÓN FEMENINA

   Además, destaca que existen evidencias científicas que sugieren que las mujeres presentan una mayor predisposición que los hombres en términos de rapidez y precisión en decisiones intuitivas. «Muchas de estas habilidades femeninas son el resultado de este módulo cognitivo. Sin embargo, esta predisposición requiere entrenamiento. La plasticidad del cerebro es una cualidad notable», remarca.

   También indica que algunos investigadores «afirman que los hombres pueden desarrollar capacidades intuitivas similares a las de las mujeres si trabajan en profesiones más sociales y empáticas», lo cual es significativo.

LA IMPORTANCIA DE LA EXPERIENCIA

   Por este motivo, aclara que la intuición, «que todos poseemos», acumula todo nuestro conocimiento implícito y explícito, es decir, lo que aprendemos formalmente y lo que absorbemos sin ser conscientes. «Aunque la intuición es rápida, su aprendizaje es lento; se necesita acumular experiencia, y a partir de ahí, la intuición se manifiesta en su mejor forma», destaca.

   Ante la pregunta sobre si las personas mayores son más sabias por su experiencia acumulada, Mikel Alonso responde que «las personas mayores tienden a acumular más conocimiento y experiencia», y destaca que su cerebro intuitivo se mantiene más robusto con los años que su cerebro cognitivo, sugiriendo que sí toman decisiones intuitivas basadas en más datos.

LAS EMOCIONES TAMBIÉN TIENEN PESO EN NUESTRA INTUICIÓN

   Este experto reconoce que las emociones a menudo interfieren en nuestras decisiones. «Si nuestras emociones y intuiciones no jugaran un papel en la toma de decisiones, cada una de las 35,000 decisiones diarias se convertiría en un tormento, un análisis interminable de pros y contras», sostiene.

   Por ello, recalca que las emociones complementan a la intuición y son parte integral del proceso decisional. «La intuición se nutre del conocimiento y la experiencia, y el sistema intuitivo se alimenta de todo esto. Una persona que entrena en un campo y tiene experiencias diversas en su reacción desarrollará patrones más ricos y complejos», agrega.

   No obstante, advierte que en muchas ocasiones, es mejor no sobreanalizar las decisiones: «Curiosamente, aunque las decisiones tomadas por el módulo intuitivo parecen menos fundamentadas y más aleatorias, la realidad es que menos análisis resulta en decisiones más inteligentes. Varios experimentos respaldan esta afirmación, mostrando que el exceso de pensamiento lleva a peores decisiones».

ENTRENAR LA INTUICIÓN ES POSIBLE ASÍ

   En su libro, Mikel Alonso menciona que la intuición «no es magia, ni una simple corazonada, sino una capacidad mental real, precisa y cultivable». ¿Cómo podemos desarrollarla en la vida cotidiana para que nos sirva adecuadamente? Aquí algunos consejos del autor:

   1. Comienza por confiar en la intuición, ya que los procesos cognitivos suelen desactivarla. Dale la oportunidad de actuar sin juzgar el resultado. «Aunque tiene mala fama, es útil, especialmente en áreas donde somos expertos», asegura.

   2. Proporciona información para enriquecer tu intuición y hacer tu sistema de toma de decisiones más acorde con tu visión del mundo.

   3. Practica el optimismo. Esto ayuda a reducir las emociones de miedo y negatividad, que pueden activar un sistema de toma de decisiones de emergencia, haciéndote menos receptivo a tu intuición. Este enfoque relaja el sistema decisional y hace más activo el cerebro automático.

   4. Mantén una actitud de aprendizaje constante; es crucial seguir aprendiendo cosas nuevas.

   5. Acumula experiencias significativas y variadas, y no dudes en actuar.

   6. Examina cómo se manifiestan tus corazonadas y cómo te avisa tu módulo intuitivo.

   7. Identifica los enemigos de la intuición, como los anhelos, sesgos cognitivos, juicios emocionales y estereotipos. Puedes lograrlo mediante mindfulness o técnicas de relajación.

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