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España recibe la primera terapia autorizada en la UE desde 1996 para el tratamiento de la ELA.

España recibe la primera terapia autorizada en la UE desde 1996 para el tratamiento de la ELA.

Es el primer fármaco aprobado en la UE contra una mutación genética de la enfermedad

MADRID, 17 Sep. – Biogen ha anunciado este miércoles la llegada a España de tofersen -bajo el nombre comercial de ‘Qalsody’-, la primera terapia autorizada en la Unión Europea desde 1996 para el tratamiento de la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), y la primera indicada para aquellos pacientes con una mutación en el gen SOD-1, lo que convierte a España en uno de los primeros países europeos en financiar este fármaco.

Su inclusión en el Sistema Nacional de Salud (SNS) se basa en los resultados del estudio fase III VALOR, en el que se ha mostrado que el 25 por ciento de los pacientes tratados con tofersen han experimentado una mejora de 3,6 puntos en la escala ALSFRS-R (que determina el estado clínico de la enfermedad y mide la funcionalidad del paciente) a partir de la semana 28, en comparación con el grupo placebo.

Asimismo, los pacientes han experimentado en la semana 148 una reducción de entre el 64 y el 67 por ciento de los neurofilamentos, un biomarcador que mide el nivel de neurodegeneración, y una reducción de SOD1 desde la semana 12.

El 25 por ciento de los pacientes tratados con tofersen también han logrado una mejora de su funcionalidad y la fuerza en la semana 148. El estudio ha mostrado una eficacia en todos los criterios de valoración primarios y secundarios clave respecto a la escala ALSFRS-R.

“El estudio VALOR estudia la seguridad y eficacia de este tratamiento en pacientes con ELA con mutación SOD1, reduciendo de manera temprana los biomarcadores de neurodegeneración y logrando beneficios en las escalas de referencia”, ha explicado el investigador principal del Laboratorio de Diagnóstico Genético e Investigación en ELA del Hospital Universitario 12 de Octubre, el doctor Alberto García Redondo.

Los principales efectos adversos se han relacionado con su forma de administración intratecal, con un 6,8 por ciento de los pacientes sufriendo un efecto considerado grave (un 2,7 por ciento mielitis, un 1,4 por ciento radiculitis, y un 2,7 por ciento meningitis aséptica y papiledema), aunque la mayoría de ellos decidió continuar con el tratamiento.

FÁRMACO BASADO EN OLIGONUCLEÓTIDOS ANTISENTIDO

La investigación ha contado con 108 pacientes, divididos en dos grupos a recibir tofersen o placebo, con una duración de siete años. A los tres años, los pacientes que recibían placebo comenzaron a recibir el propio fármaco, lo que ha permitido a los científicos demostrar que aquellos tratados antes presentaban un menor riesgo de progresión de la enfermedad.

“Además, se está llevando a cabo otro estudio, el ensayo clínico ATLAS, que está evaluando la seguridad y eficacia de este tratamiento en pacientes portadores de la mutación en el gen SOD1 que todavía no muestran manifestaciones clínicas de la enfermedad”, ha añadido el investigador.

El fármaco está basado en oligonucleótidos antisentido, unas moléculas modificadas químicamente y diseñadas para alterar tanto la estabilidad del ARN como la expresión de proteínas, lo que permite corregir defectos genéticos, silenciarlos o alterar el procesamiento de ARN.

El doctor García ha señalado que este fármaco, a diferencia de los tradicionales que se unen a la proteína para alterar su actividad, se une al ARN para evitar el proceso de traducción, un mecanismo de acción que hace que la proteína SOD1 se produzca en menor cantidad y de forma no tóxica.

Cabe destacar que esta mutación es la causa más frecuente de ELA genética, representando un 2 por ciento de los casos y relacionada con la acumulación de la proteína SOD1 en las motoneuronas, generando su destrucción y desencadenando la enfermedad.

“A través de esta vía de administración, se consigue dirigir el fármaco directamente a las motoneuronas que representan la diana terapéutica de la enfermedad. Los oligonucleótidos antisentido tienen el potencial de modular la expresión génica de manera muy selectiva, abriendo la puerta a un abordaje de medicina de precisión y una esperanza no solo frente a la ELA, sino también para otras enfermedades genéticas”, ha afirmado la directora médica de Biogen Iberia, Pilar García-Lorda.

Tras ello, ha apuntado que los oligonucleótidos antisentido constituyen una plataforma tecnológica fundamental en la creación de terapias innovadoras, y que este logro les hará seguir explorando su “vaso potencial” y extender la “esperanza” a otras enfermedades raras.

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