Sánchez Acera y Vallés han indicado que cambiaron de móvil tras dejar sus cargos, y ella sustituyó su tarjeta SIM después del ‘caso Lobato’
MADRID, 12
La ex asesora de Moncloa Pilar Sánchez Acera ha testificado este miércoles en el Tribunal Supremo (TS) en el caso en contra del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, afirmando que no recuerda quién le envió el ‘email’ de la defensa de Alberto González Amador, pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, pero excluyendo tanto a Moncloa como a la Fiscalía General del Estado.
Fuentes jurídicas han confirmado que Sánchez Acera se ha pronunciado en el procedimiento por presunta revelación de secretos que está dirigiendo el magistrado Ángel Hurtado contra el fiscal general del Estado y la fiscal jefa provincial de Madrid, Pilar Rodríguez.
La actual ‘número dos’ del PSOE de Madrid ha explicado en sede judicial que no conoce al jefe del Ministerio Público ni a ningún fiscal. Así, ha descartado que el correo electrónico con la carta donde la defensa de Díaz Ayuso informó al fiscal que le investigaba, Julián Salto, de su «voluntad firme de alcanzar una conformidad penal» en relación a dos delitos fiscales proveniese de la Fiscalía.
Según algunas fuentes, Sánchez Acera —en ese momento jefa de gabinete de Óscar López, quien era a su vez jefa de gabinete de Pedro Sánchez— ha afirmado que recibió el contenido del ‘email’ a través de la prensa local de Madrid, específicamente por WhatsApp, aunque no recuerda exactamente quién se lo envió. Por el contrario, otras fuentes indican que no identificó a ningún periodista, limitándose a mencionar que no recordaba el remitente.
Lo que sí concuerdan las fuentes consultadas es que aclaró que no recibió el documento en formato de correo electrónico, sino como un pantallazo sin destinatario. También ha comentado que solo envió ese pantallazo a Lobato para que lo utilizara en la sesión de control de la Asamblea de Madrid programada para ese mismo día. Sin embargo, ha enfatizado que no hubo un plan para difundir esa información ni perjudicar a Díaz Ayuso.
Además, ha señalado que no recibió instrucciones de Moncloa para enviar el correo al entonces líder de los socialistas madrileños y ha precisado que su actuación se enmarcó dentro de sus funciones como secretaria de política institucional del PSOE madrileño, es decir, como ‘número tres’ de Lobato.
NO CONSERVA LOS MENSAJES
Sánchez Acera ha indicado que no conserva los mensajes de su teléfono móvil desde marzo de 2024, cuando tuvieron lugar los hechos investigados. En este contexto, ha explicado que en septiembre, al finalizar sus funciones como jefa de gabinete de López, entregó su terminal. Mantuvo la tarjeta SIM, pero luego la cambió tras ver su número en los informes de la causa judicial sobre Lobato.
El instructor ha decidido no proceder con ninguna diligencia respecto al teléfono móvil de Sánchez Acera, aunque ha advertido que tomará decisiones oportunas en el futuro.
La testigo llegó al Supremo poco antes de las 10.00, hora fijada para su comparecencia. Estuvo acompañada por la diputada de la Comunidad de Madrid Carmen Mena y, tanto a su llegada como salida, no quiso hacer declaraciones a los medios en la calle Marqués de la Ensenada, frente al tribunal.
Su declaración fue solicitada por la acusación popular que ejerce Manos Limpias. El magistrado consideró que su testimonio sería útil para aclarar «el recorrido que pudo tener el correo del 2 de febrero de 2024 hasta su aparición en el digital ElPlural.com la mañana del 14 de marzo, y en qué circunstancias circuló a través de personas».
Este paso se dio meses después de que Lobato fuera interrogado como testigo el pasado noviembre, cuando afirmó que Sánchez Acera le había enviado el correo en cuestión. Ese día, el exlíder del PSOE madrileño aportó su teléfono móvil y un acta notarial del contenido del mismo, para que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil verificara el contenido.
VALLÉS SE OFRECE A ENSEÑAR SUS MENSAJES AL JUEZ
Este miércoles también ha declarado como testigo el ex secretario de Estado de Comunicación Francesc Vallés, quien ha afirmado que nunca tuvo el ‘email’ en cuestión. Aseguró que no tuvo conocimiento del mismo hasta que lo vio publicado en la prensa, específicamente en El Plural.
Ha manifestado que en ese momento estaba enfocado en las elecciones catalanas, considerándolo el asunto más relevante, por lo que dejó el tema de González Amador en segundo plano.
Al respecto, se le preguntó por qué instruyó al entonces director de gabinete del Grupo Parlamentario Socialista en la Asamblea de Madrid (GPAM), David del Campo, para utilizar ese correo electrónico. Según un informe de la UCO, Del Campo le dijo a Lobato que Vallés, junto a otros miembros como Ion Antolín, jefe de prensa del PSOE, y Pilar Sánchez Espada, le habían escrito «con lo mismo».
El testigo, quien no hizo declaraciones a la prensa a las puertas del TS, explicó que solo envió a Del Campo noticias sobre el asunto para que estuvieran atentos y aclaró que no conversó con Sánchez Acera sobre este tema, ya que prácticamente no hablaban.
Vallés ha indicado que cambió de móvil al dejar su cargo en diciembre, pero aclaró que conserva el contenido de su antiguo terminal y no tiene inconveniente en mostrar la conversación con Lobato. Sin embargo, Hurtado le ha indicado que no era necesario.