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Exploran las 5 prácticas espirituales más destacadas y revelan cuál es la más tediosa.

Exploran las 5 prácticas espirituales más destacadas y revelan cuál es la más tediosa.

    MADRID, 9 Mar. –

   La **espiritualidad** que se relaciona con el autoconocimiento, la conexión con lo trascendental y el profundo significado de la existencia ha sido un elemento clave en la vida de muchas personas a lo largo de la historia. A través de la **meditación**, el **yoga**, las **peregrinaciones** o los ritos religiosos, innumerables individuos buscan una experiencia que les brinde paz interior, comprensión y propósito más allá de lo material.

    No obstante, este viaje espiritual no siempre es directo y libre de dificultades. Lo que puede resultar iluminador para una persona, puede ser visto como una obligación vacía o, al menos, como una actividad tediosa para otra.

   Lo fascinante es que, aunque se le ha dado mucha importancia a la espiritualidad en la vida cotidiana, raramente se reflexiona sobre las emociones negativas que pueden surgir en su práctica. ¿Qué sucede si el silencio en un retiro de **meditación** se convierte en una carga abrumadora en lugar de un refugio de calma? ¿Y si una misa, que debería ser un momento de conexión con lo divino, se transforma en una experiencia interminable de desconexión?

   A pesar de que el aburrimiento es un tema muy estudiado, el **aburrimiento espiritual** ha sido ignorado en gran medida por la investigación. Psicólogos de la Universidad de Viena y de la Universidad de Essex han comenzado a abordar este «punto ciego» y se han sorprendido al descubrir que el aburrimiento es un fenómeno común durante la práctica espiritual y puede tener efectos claramente perjudiciales.

    Los resultados, publicados en la revista científica ‘Communications Psychology’ , abren un nuevo campo de investigación y aportan insights fascinantes sobre un fenómeno que ha recibido poca atención. A pesar de que el objetivo del estudio era analizar distintas actividades espirituales en su conjunto, se logró identificar cuál de ellas provoca más aburrimiento.

    Según el primer autor Thomas Götz, del Departamento de Psicología del Desarrollo y de la Educación de la Universidad de Viena, «el aburrimiento se desarrolla cuando sentimos que una **actividad** o **tarea nos exige demasiado o poco**, señalando un control inadecuado. También se presenta cuando consideramos que el valor de la actividad es bajo.»

CAUSAS MÚLTIPLES Y CONSECUENCIAS DE LARGO ALCANCE

   En un extenso estudio en el que se analizaron cinco contextos espirituales típicos (yoga, meditación, retiros en silencio, sermones católicos y peregrinaciones), se encuestó a más de 1.200 adultos. Los resultados indican que los principales desencadenantes del **aburrimiento espiritual** son la sensación de estar sobreexigido o no suficientemente exigido, además de la falta de relevancia personal para quienes practican la actividad espiritual.

   Esto afecta de manera negativa la motivación y la atención plena durante la práctica, pudiendo reducir seriamente su efecto positivo. «Nuestra investigación demuestra que el aburrimiento en contextos espirituales puede representar un considerable obstáculo que limita el poder transformador de estas prácticas», afirma Götz.

¿CUÁL ES LA PRÁCTICA MÁS ABURRIDA Y POR QUÉ?

   El estudio se centró en cinco prácticas espirituales tradicionales que han perdurado a lo largo de los años. **El yoga** y la **meditación**, con una historia de más de 2.500 años, buscan la unificación del cuerpo y la mente, así como el entrenamiento de la atención y la conciencia para alcanzar claridad mental y estabilidad emocional.

    **Los retiros de silencio**, con raíces en diversas religiones como el budismo, el hinduismo y el cristianismo, abogan por permanecer en silencio consciente por motivos espirituales. Por otro lado, **los sermones** en los servicios católicos, que forman parte de una tradición de aproximadamente 2.000 años, se centran en la predicación religiosa, aunque incorporan rituales que pueden generar niveles variados de aburrimiento según la persona.

   Mientras tanto, **la peregrinación**, presente en religiones como el cristianismo, el hinduismo y el islam, ha sido una práctica espiritual clave a lo largo de la historia. Actualmente, también se lleva a cabo fuera de contextos religiosos como una manera de caminar o viajar en búsqueda de significado espiritual.

   De acuerdo con los datos recopilados, la práctica más aburrida resultó ser **los sermones**. El estudio sugiere que muchos asistentes consideran que el sermón es monótono, a pesar de asistir a los servicios católicos por motivos distintos, como el disfrute del canto de himnos o los momentos de tranquilidad. Por lo tanto, algunos pueden tolerar el aburrimiento del sermón para disfrutar de otros aspectos de la ceremonia que consideran más placenteros.

   En contraste, el aburrimiento durante las **peregrinaciones** fue notablemente más bajo. Esta reducción podría atribuirse a la variabilidad de la experiencia, que incluye aspectos como el cambio de paisajes, el clima, los desafíos físicos y la interacción con diversas personas, que ayudan a mantener el interés y a disminuir la sensación de aburrimiento.

    En general, aunque los niveles de aburrimiento en las prácticas espirituales fueron bajos en la mayoría de los casos (por debajo del promedio), se registraron puntuaciones superiores a la media en casi todos los contextos, excepto en las peregrinaciones y en ciertos aspectos de la meditación, lo que señala que el aburrimiento sigue siendo una emoción pertinente en las experiencias espirituales.

TIEMPOS DE CRISIS Y BÚSQUEDA DE SENTIDO

   En un mundo afectado por crisis globales como la crisis climática y tensiones sociales, cada vez son más las personas que buscan orientación a través de la **práctica espiritual**. Sin embargo, el estudio revela que el aburrimiento percibido puede obstaculizar este proceso.

    «Es esencial personalizar las prácticas espirituales y resaltar su relevancia y significado para **promover su valor transformador** en nuestra sociedad», menciona la psicóloga educativa Götz. En base al control y el valor (CVT) de cada práctica, el equipo investigador sugiere una mejor personalización de las prácticas espirituales para satisfacer las necesidades de quienes las siguen.

    «Los guías espirituales deben establecer un diálogo activo con los practicantes sobre la sensación de estar sobreexcitados o no suficientemente desafiados. Además, es crucial enfatizar la importancia de la práctica espiritual en la búsqueda de una vida plena», concluye Götz. Estas estrategias podrían ayudar a disminuir el aburrimiento espiritual y maximizar los efectos positivos de la práctica.

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