MADRID 19 Oct. (EUROPA PRESS) –
Las **fresas** son frutas de bajo contenido energético, cuya composición principal -después del agua- está formada por hidratos de carbono, que representan aproximadamente el 7% de su peso, siendo principalmente **fructosa**, **glucosa** y **xilitol**. Sin embargo, contienen también una variedad de **fitonutrientes** que pueden beneficiar la salud, tales como **fenólicos**, **polifenoles**, **micronutrientes** y **vitaminas**.
Estas frutas son una excelente fuente de **fibra** y son especialmente ricas en **vitamina C**, superando incluso a la naranja en contenido. Una porción media de fresas de 150 g aporta 86 mg de vitamina C, mientras que una naranja de 225 g solo ofrece 82 mg. En ambos casos, se superan las ingestas diarias recomendadas para esta vitamina (60 mg).
Entre los minerales presentes, destacan el **hierro** y el **yodo**, seguidos de **calcio**, **fósforo**, **magnesio** y **potasio**. Su bajo contenido de sodio y alto en potasio las convierte en una opción ideal para personas con **hipertensión arterial**. Además, las fresas son consideradas una de las frutas más poderosas en términos de **capacidades antioxidantes**.
Tanto si se consumen frescas, congeladas o liofilizadas, una dosis diaria de fresas puede tener un impacto significativo en la salud **cardiometabólica**, especialmente en aquellos con un mayor riesgo de padecer **enfermedades cardíacas**. Al mejorar el metabolismo de los lípidos y reducir la inflamación sistémica, las fresas contribuyen a disminuir el riesgo de desarrollar **enfermedades cardiovasculares**.
Esta es la conclusión principal de una revisión de estudios que incluye 47 ensayos clínicos y 13 estudios observacionales, realizada por investigadores de la Universidad de California en Davis, financiada por la Comisión de la Fresa de California.
CUÁNTAS COMER Y BENEFICIOS CONCRETOS
Los investigadores apuntan que el estudio ha confirmado que consumir fresas ayuda a **reducir los niveles de colesterol LDL** y **triglicéridos**, al mismo tiempo que mitiga la inflamación. Esto se traduce en una **mejor salud cardíaca** y un control más efectivo de los factores de riesgo cardiovascular. Es importante destacar que las fresas pueden ayudar a controlar el colesterol de forma natural. Al optimizar el metabolismo de los lípidos y disminuir la inflamación sistémica, las fresas contribuyen a limitar el riesgo de enfermedades del corazón.
En cuanto a la cantidad recomendada de fresas para mejorar la salud cardiovascular, los investigadores sugieren consumir entre 1 y 4 tazas al día, lo que equivale a un mínimo de 100 gramos y hasta aproximadamente 450 gramos diarios.
«Las fresas son ricas en **fitonutrientes** que favorecen la salud del corazón. Nuestra revisión demostró que el consumo regular de fresas no solo reduce el colesterol, sino que también disminuye la inflamación, un factor clave en las enfermedades cardíacas. Esto implica que simplemente agregar una taza de fresas a su dieta diaria puede bajar significativamente su riesgo de eventos cardiovasculares», afirma la doctora Roberta Holt, investigadora principal del estudio.
Aparte de los beneficios para la salud cardíaca, el estudio también revela efectos positivos en la **salud cerebral**. Las investigaciones sugieren que las fresas pueden ayudar a **retrasar el deterioro cognitivo** y proteger contra la **demencia**, gracias a su alto contenido de **flavonoides**. Las fresas pueden fomentar la función cognitiva y combatir el **estrés oxidativo**, elementos clave para mantener el cerebro en forma a medida que se envejece.

