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La AN se declara ‘no competente’ para juzgar a miembros de la familia Al Assad y suspende la audiencia: Implicaciones legales

La AN se declara 'no competente' para juzgar a miembros de la familia Al Assad y suspende la audiencia: Implicaciones legales


La defensa de los acusados alegó que los juzgados de Marbella eran los que debían conocer estos hechos.

MADRID, 6 May. –

El tribunal de la Audiencia Nacional (AN) que iba a juzgar a varios familiares del expresidente de Siria Bashar al Assad por formar parte de una **»estructura criminal de carácter familiar»** anunció que no es «competente» para juzgar estos hechos, suspendiendo así la vista oral.

El presidente del tribunal, el magistrado Francisco Vieira Morante, informó que, tras estudiar la solicitud de la defensa de los acusados, se ha decidido «estimar la cuestión relativa a la competencia de la Audiencia Nacional».

«En una resolución que se dictará en los próximos días, se emitirá un auto para que se puedan presentar los recursos adecuados, destacando que la Audiencia Nacional no es competente para el juzgamiento de estos hechos tal como se ha formulado el escrito de acusación», explicó.

Fue este lunes, durante el trámite de cuestiones previas, que la defensa solicitó que la causa se remitiera a los juzgados de Marbella como los competentes para conocer de estos hechos.

Inicialmente, se esperaba que la Audiencia Nacional juzgara a varios familiares del expresidente de Siria Bashar al Assad por crear una **»estructura criminal de carácter familiar»**, presuntamente diseñada para adquirir en España una serie de inmuebles con fondos ilícitos.

Es importante destacar que el principal acusado, Rifaat al Assad, tío de Bashar, no estuvo presente en la vista oral por razones de salud. El juicio, previsto para comenzar en 2023, fue suspendido por sus problemas de salud, considerándolo el «jefe» de la organización criminal.

Con Rifaat al Assad –87 años– excluido, se esperaba que ocho personas se sentaran en el banquillo de los acusados, a quienes la Fiscalía pedía seis años de prisión por un delito de blanqueo de capitales y una multa de 2.100.000 euros.

Los acusados eran, en concreto, dos esposas de Rifaat –Raja Barakat y Line Al Khayer– y seis hijos que tuvo con ellas: Sabla, Siwar, Mohamed Ali, Ribal, Natal y Soumar al Assad.

La Fiscalía sostiene que Rifaat al Assad «diseñó una **estructura societaria** para adquirir en España bienes inmuebles utilizando fondos ilícitos, ocultando su origen e integrándolos en la economía legítima».

«Para ello, recurrió a personas que diseñaron tal entramado societario en Gibraltar, condenados a prisión, y cuya licencia de operación fue retirada por las autoridades de Gibraltar, así como a miembros de su familia», señala la acusación.

FORTUNA DERIVADA DEL GOLPE DE ESTADO DE 1970

Según el Ministerio Público, los familiares «figuraban como miembros teóricos de los órganos de administración de diversas sociedades, siguiendo todas las órdenes de Rifaat, quien remuneraba anualmente a estos familiares con cantidad fijas».

«Esta organización, con Rifaat en la cúspide y con división de funciones, empezó en 1986 y operó hasta 2016 como una **estructura criminal familiar**», afirma la Fiscalía.

Respecto al origen de su fortuna, la Fiscalía remonta el inicio al 13 de noviembre de 1970, tras el golpe de Estado perpetrado por Hafed al Assad, hermano de Rifaat, que le otorgó a este último «una posición significativa dentro del régimen sirio como vicepresidente para asuntos de seguridad».

La Fiscalía indica que Rifaat controlaba los servicios de información y lideraba las brigadas de defensa, cuya misión era proteger el régimen, especialmente ante levantamientos yihadistas.

Adicionalmente, «organizó un grupo paramilitar llamado ‘la Sabiha’, encargado de la detención irregular de opositores al régimen y su posterior desaparición», añade el Ministerio Público.

El documento explica que, utilizando los poderes de su posición como vicepresidente, Rifaat «comenzó una campaña sistemática de enriquecimiento irregular basada en cuatro ejes, que duró al menos hasta 1984».

Estos ejes incluían el contrabando desde Líbano, el tráfico de obras de arte –«organizó un expolio sistemático del patrimonio histórico de Siria»–, la usurpación y venta de propiedades, y el tráfico de sustancias estupefacientes, principalmente hachís.

EL EXILIO PACTADO

El fiscal agrega que, tras un intento de derrocar a su hermano en 1983, Rifaat pactó un exilio que incluyó 214 millones de dólares provenientes de la Presidencia de Siria. Sin embargo, la oposición siria estima que el total de fondos ilícitos asciende a unos 4.000 millones de dólares, y no se conoce cómo el acusado ubicó estas sumas fuera de Siria.

Estableciéndose en Francia, comenzó a adquirir allí propiedades, y desde 1986, con su **estructura societaria**, inició la misma actividad en España.

Las investigaciones muestran que entre 1986 y 2005, el acusado adquirió propiedades en España por un valor de 52,1 millones de euros, estimándose hoy su valor en 700 millones de euros.

El exilio de Rifaat es un tema que ha sido investigado en otros países. Para más información, consulta este artículo sobre el exilio pactado.

El informe indica que Rifaat es beneficiario de dos **trusts** en Las Bahamas, que son «la cabeza de una estructura piramidal de sociedades cuyo único propósito es ocultar la verdadera propiedad de bienes adquiridos con dinero ilícito en Siria».

«El acusado ha establecido esta **estructura societaria** para no aparecer como titular, accionista o administrador de ninguna sociedad. Sin embargo, la gestión de dichas entidades evidencia patrones que demuestran que forman un todo, y los principales gestores, los acusados Mohamed Ali y Siwar al Assad –hijos de Rifaat– le reportan todas las decisiones», añade el documento.

La Fiscalía menciona que la sociedad española Pinlosac, vinculada a esos trusts, es dueña de hasta 244 plazas de garaje en el complejo Benabola de Marbella, además de otras propiedades adquiridas por 91 sociedades gibraltareñas controladas por Rifaat.

El informe menciona una serie de sociedades creadas para ocultar al verdadero propietario de los inmuebles y agrega que Assad también posee un restaurante en Puerto Banús, varios apartamentos, un lounge de shisha y una pizzería. También se adquirieron con dinero ilícito tres Toyota Land Cruiser blindados, relojes, joyas, metales, alfombras y marfiles valorados en 271.878 euros.

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