MADRID, 25 Dic. –
El psiquiatra Gabriel Rubio, experto en adicciones en España y con más de 40 años de experiencia, advierte que incluso pequeñas cantidades de alcohol pueden lesionar el cerebro y favorecer conductas adictivas, especialmente en mujeres y jóvenes. Dirigiendo un programa en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, demuestra que la recuperación frente a la adicción al alcohol es factible, aunque requiere regulación emocional y apoyo comunitario continuado.
En una conversación reciente, el doctor Rubio, jefe del Servicio de Psiquiatría del mencionado centro, enfatiza que “el alcohol no es medicina”, “ni es útil para prevenir ciertas enfermedades”, destacando que la adicción al alcohol es una enfermedad con un fuerte estigma asociado.
“La dependencia por el alcohol es una enfermedad crónica. Al igual que dejar de fumar, cuando una persona deja de beber, puede no necesitarlo, pero entiende que si volviese a consumir, podría recaer. La vulnerabilidad sigue presente; es crónica, pero los individuos aprenden a lidiar con su dependencia sin caer nuevamente en el consumo”, explica.
El doctor señala que cualquiera puede desarrollar una adicción al alcohol, a pesar de la influencia de la industria del alcohol que sugiere que solo aquellos con antecedentes familiares o trastornos mentales son susceptibles. “Esto es engañoso”, añade.
Advierte que la adicción puede comenzar en la adolescencia tardía, aunque algunas personas la contraen en la adultez al usar el alcohol para aliviar su malestar. “La línea que divide el consumo recreativo del adictivo se define cuando se utiliza para mitigar emociones desagradables”, señala el psiquiatra.
EL ALCOHOL NUNCA ES SEGURO, NI SALUDABLE
Insiste en que “ninguna cantidad de alcohol es beneficiosa ni segura”, subrayando que para el cerebro, los efectos del alcohol son devastadores, con consecuencias que van desde alteraciones de memoria hasta deterioro neuropsicológico y demencia alcohólica.
Además, destaca que sí existen diferencias de género. Por ejemplo, en el cerebro femenino, las neuronas son más vulnerables a los efectos tóxicos, lo que provoca daños neurológicos más severos en mujeres que consumen cantidades menores de alcohol.
“El alcohol es perjudicial en cualquier cantidad y no hay un umbral seguro de consumo. Si una persona ingiere alcohol más rápido de lo que su cuerpo puede metabolizar, el daño se incrementa”, concluye.
CUÁNDO SE ES ADICTO AL ALCOHOL
Actualmente, los criterios de adicción no especifican una cantidad específica para considerarse adicto, sino que se debe examinar qué función cumple el alcohol en cada individuo. Por ejemplo, si necesita beber antes de eventos sociales para sentirse cómodo.
Normalmente, enfatiza el doctor Rubio, es el entorno quien nota que una persona enfrenta serios problemas de salud relacionados con el alcohol. Este se manifiesta en comportamientos como beber rápidamente o requerir atención continua para ser servido.
Otro indicador conductual incluye beber a pesar de consecuencias negativas, como perder puntos de tu licencia de conducir, mostrando un desprecio hacia situaciones peligrosas tras haber bebido. “Una señal clara son aquellos que pierden el control y, tras las primeras copas, les resulta difícil detenerse”, añade.
UN MANUAL CLÍNICO SOBRE LA DEPENDENCIA AL ALCOHOL
Entrevistamos al experto debido a que Psiquiatría del Hospital 12 de Octubre ha creado el ‘Manual Clínico sobre la Dependencia al Alcohol’ para profesionales de la salud involucrados en el tratamiento de esta adicción. Este manual incluye todos los elementos del programa terapéutico mencionado, abarcando desde la desintoxicación hasta habilidades sociales y regulación emocional.
Desde hace más de una década, el Programa de Alcohol del Hospital 12 de Octubre se centra en la recuperación integral del paciente con una estrategia terapéutica de largo plazo. “Inicialmente, se aplica un tratamiento farmacológico seguido de terapia cognitivo-conductual e implementación de nuevas rutinas y hábitos saludables para prevenir recaídas. El objetivo es favorecer la desintoxicación e impulsar la motivación necesaria para la recuperación”, aclara el hospital.
Posterior a alcanzar la abstinencia, el tratamiento se apoya en intervenciones grupales e individuales, permitiendo que el paciente adquiera herramientas que faciliten su continuidad en la recuperación a largo plazo. La colaboración con asociaciones de ayuda mutua es crucial en este proceso.
LA RECUPERACIÓN INTEGRAL DE LOS VALORES
Según el doctor Rubio, el enfoque de recuperación pionero se basa en la restauración de valores mediante intervenciones psicoterapéuticas, realizadas en tres fases:
1. Tras la desintoxicación, se inicia la recuperación conductual mediante programas que previenen recaídas.
2. Fase de recuperación emocional. “Aunque ya no bebo, antes utilizaba el alcohol para lidiar con la ansiedad y el agobio; ofrecemos técnicas de regulación emocional para manejar las emociones sin recurrir al consumo de alcohol”.
3. Ayudamos a los pacientes a que prioricen sus valores en la toma de decisiones frente al alcohol.
CUÁNDO SE LOGRA UNA SÓLIDA RECUPERACIÓN
El responsable del Hospital 12 de Octubre indica que, según estándares internacionales, en menos de 4 años, un paciente puede no haber alcanzado una recuperación sólida de su adicción al alcohol. “En los primeros dos años, les proporcionamos conocimientos para que se conviertan en artífices de su propia recuperación, y luego los conectamos con grupos de ayuda mutua para continuar su proceso”, añade.
Es notable que la proporción de mujeres y hombres en el programa se está nivelando. Hace 15 años, por cada mujer había siete hombres; ahora la relación es de tres hombres por cada dos mujeres. “La edad de los pacientes también está disminuyendo; ahora, dos de cada diez tienen entre 25 y 35 años”, precisa.
Además, indica que se ha comprobado que, sin el apoyo de grupos de ayuda mutua, el 40% de los pacientes se mantienen abstinentes cuatro años después. Sin embargo, aquellos que participan en grupos de ayuda mutua tienen un 70% de éxito de abstinencia después de seis años. “Por lo tanto, el programa integral de recuperación del Hospital 12 de Octubre también cuenta con la colaboración de médicos de atención primaria y grupos de ayuda mutua”, concluye.
Desde noviembre de 2024, el Hospital 12 de Octubre ha lanzado el ‘Proyecto Ulises’, que incluye módulos de psicología positiva, ayudando a los pacientes con adicción al alcohol a redescubrir experiencias y valores positivos que la adicción ha eclipsado.

