MADRID, 3 Oct. –
La inteligencia artificial (IA) se está estableciendo como un aliado fundamental en la medicina contemporánea y futura. En el ámbito del reposicionamiento de fármacos, esta tecnología facilita el descubrimiento de nuevas aplicaciones para medicamentos ya existentes, optimizando tiempo y recursos, así como ofreciendo alternativas a pacientes que no tienen opciones terapéuticas.
De acuerdo con expertas de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) y del CIBER de Enfermedades Raras (CIBERER), la IA no solamente acelera la investigación en la industria farmacéutica, sino que también presenta perspectivas prometedoras para las enfermedades raras, gracias a su habilidad para analizar datos clínicos, genómicos y de la vida real, así como para identificar patrones que son inapreciables para el ojo humano.
En una entrevista, la presidenta de la SEFH, Cecilia Martínez Fernández-Llamazares, destaca que la principal utilidad de la IA reside en su aplicación en el reposicionamiento «racional» de moléculas para nuevos usos.
«Está desempeñando un papel esencial en la industria farmacéutica, utilizando métodos de cribado fenotípico para buscar nuevos usos y aprovechando vastas bibliotecas de compuestos, así como estrategias computacionales que se fundamentan en el conocimiento de dianas, mecanismos de acción y fisiopatológicos», explica.
LA IA, CRUCIAL PARA EL REPOSICIONAMIENTO DE FÁRMACOS EN EERR
Beatriz Gómez, gestora de la actividad científica del CIBERER, y experta en medicamentos huérfanos, subraya que la IA está demostrando ser una «herramienta poderosa» en el reposicionamiento de fármacos, en particular en el contexto de las enfermedades raras.
«Gracias a su capacidad para manejar grandes volúmenes de datos biomédicos -como datos ómicos, clínicos, genómicos y de farmacovigilancia- la IA puede acelerar tanto el proceso de descubrimiento de fármacos como su precisión, identificando posibles dianas farmacológicas, patrones y asociaciones entre fármacos y enfermedades que no son evidentes mediante métodos tradicionales. Esta capacidad predictiva acelera la identificación de nuevas indicaciones terapéuticas para fármacos ya conocidos, optimizando así el proceso de desarrollo clínico«, afirma.
En el CIBERER, cuentan con grupos que emplean herramientas de biología computacional, simulaciones, Real World Data (RWD) e inteligencia artificial, desarrollando algoritmos complejos para modelar interacciones entre genes, proteínas y fármacos.
El objetivo, según esta experta, es identificar efectos tanto terapéuticos como adversos de los fármacos, a través de las dianas asociadas a enfermedad, creando nuevas oportunidades de tratamiento más personalizadas y eficaces para pacientes sin alternativas terapéuticas.
YA SE HACE REPOSICIONAMIENTO DE FÁRMACOS SIN IA
No obstante, actualmente ya se ha estado realizando investigación en reposicionamiento de fármacos sin la ayuda de la IA durante años, según reconoce Martínez. Aunque en una escala muy inferior en comparación con el uso que posibilita la IA, «la literatura científica actual permite a los clínicos identificar situaciones similares presentes en su práctica diaria y encontrar posibles usos terapéuticos para fármacos con diferentes indicaciones, ofreciendo nuevas alternativas a situaciones complejas en pacientes», menciona.
Destaca que este tipo de indicaciones distintas de las autorizadas se conocen como ‘fuera de ficha’, cuya excepcionalidad y condiciones de uso están definidas en el RD 1015/2009, y son ampliamente conocidas. «En ocasiones, un uso fuera de ficha ha podido conducir a un reposicionamiento formal de un medicamento por parte de la industria, si se han realizado los ensayos necesarios para demostrar su eficacia en la nueva indicación», agrega.