MADRID 10 Jun. –
Los **avances terapéuticos** y el **diagnóstico molecular** han logrado triplicar en 15 años la supervivencia de los pacientes con **cáncer de próstata avanzado**, que representan el 10 por ciento de los casos diagnosticados de este tipo de tumor, mientras que la mayoría se detectan en estadios iniciales.
La **Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM)** ha destacado progresos como la combinación de **inhibidores de PARP** con tratamientos hormonales o el radiofármaco **177Lu-PSMA-617**, que ha fortalecido el papel de la terapia dirigida al antígeno de membrana específico de la próstata (PSMA) como un pilar «fundamental» en el manejo del cáncer de próstata avanzado, con motivo del **Día Mundial del Cáncer de Próstata**, que se conmemora este miércoles.
Las innovaciones continuas a lo largo de los años, especialmente en estadios avanzados, han permitido aumentar la mediana de supervivencia de 18 meses en 2005 a más de 40 meses en la actualidad.
En el caso del **cáncer de próstata hormonosensible metastásico**, los tratamientos incluyen combinaciones de agentes hormonales como **apalutamida**, **enzalutamida**, **abiraterona** o **darolutamida**, o tripletes que asocian **docetaxel** con agentes hormonales como abiraterona o darolutamida.
Para la enfermedad resistente a **castración**, las opciones se amplían a quimioterapia con docetaxel o cabazitaxel, nuevos agentes hormonales como abiraterona o enzalutamida, y radiofármacos como **radio-223** o **177Lu-PSMA-617**, seleccionándose según las características del paciente y los tratamientos previos.
El reciente estudio **Peace-3** ha demostrado que la combinación de **enzalutamida** con **radio-223** mejora la supervivencia de pacientes con cáncer de próstata resistente a la castración metastásico con enfermedad ósea (CPRCm), reafirmando el valor de las terapias dirigidas al hueso.
Durante los últimos años, los **inhibidores de PARP** también han mostrado eficacia en CPRCm, y estudios como **Amplitude** han concluido beneficios de esta estrategia en etapas más tempranas de la enfermedad.
En cualquier caso, los objetivos de tratamiento para estos dos subtipos son prolongar la supervivencia del paciente, preservar la calidad de vida y prevenir eventos óseos.
Para pacientes con carcinoma de próstata resistente a la castración que aún no han desarrollado metástasis, se han introducido tratamientos basados en **apalutamida** como enzalutamida y darolutamida, demostrando un retraso en la aparición de metástasis y un aumento de la supervivencia global.
EL RETO DE OBTENER EL MÁXIMO BENEFICIO
Por otro lado, la SEOM ha resaltado que uno de los desafíos más importantes de la actualidad es definir la **secuencia óptima de fármacos**, para lograr el máximo beneficio en cada paciente de manera personalizada.
Los continuos avances en investigación también han beneficiado a los diagnósticos, incorporando la **tomografía por emisión de positrones con PSMA**, que proporciona mayor sensibilidad y especificidad. Para más detalles sobre diagnóstico molecular, visita esta página.
Además, se ha incluido en las guías clínicas la recomendación de realizar un análisis rutinario de genes relacionados con la reparación homóloga (como **BRCA1/2**), tanto para seleccionar pacientes candidatos a **inhibidores de PARP** como para asesoramiento familiar. Infórmate más sobre tratamientos genéticos en esta fuente.
«Todos estos avances han sido posibles gracias a la **realización de ensayos clínicos** en múltiples centros del mundo y a la generosa participación de los pacientes. En este proceso, los centros españoles han tenido una participación muy significativa. Creemos que, en la medida de lo posible, la mejor opción es la participación en ensayos clínicos que sigan intentando mejorar la seguridad y eficacia de estos tratamientos», ha añadido la SEOM.
Por último, se ha considerado necesario incorporar de manera equitativa aquellos progresos que muestren «beneficios significativos» para los pacientes. Consulta más sobre los ensayos clínicos actuales en este enlace.