MADRID, 13 Abr. –
El consumo excesivo de alcohol es un grave problema de salud global, vinculado con el incremento de la morbilidad y la mortalidad. Sin embargo, el impacto a largo plazo del consumo excesivo de alcohol en las capacidades cognitivas y en la neuropatología relacionada con la demencia aún no está completamente claro.
Un estudio de la Universidad de São Paulo (Brasil) que ha explorado la relación entre el consumo de alcohol y los resultados neuropatológicos relacionados con la edad, revela que los grandes bebedores fallecen 13 años antes que aquellos que nunca han bebido, y en sus cerebros se observan lesiones que podrían estar conectadas a problemas cognitivos.
IMPACTO DEL CONSUMO EXCESIVO DE ALCOHOL EN LA SALUD CEREBRAL
El estudio, que ha sido publicado en la revista ‘Neurology’, de la Academia Americana de Neurología, no establece que el consumo excesivo de alcohol cause lesiones cerebrales; simplemente sugiere una correlación.
No obstante, se ha encontrado que los grandes bebedores —aquellos que consumen ocho o más bebidas alcohólicas por semana— enfrentan un mayor riesgo de sufrir lesiones cerebrales denominadas arterioloesclerosis hialina, las cuales están asociadas con problemas de memoria y razonamiento.
La arterioloesclerosis hialina es una condición que ocasiona el estrechamiento de los pequeños vasos sanguíneos, haciéndolos gruesos y rígidos. Esto dificulta el flujo sanguíneo, lo que con el tiempo puede perjudicar el cerebro, manifestándose como lesiones o áreas de tejido dañado.
«El consumo excesivo de alcohol representa un significativo problema de salud mundial, relacionado con el aumento de problemas de salud y muertes. Investigamos cómo el alcohol afecta el cerebro a medida que las personas envejecen. Nuestra investigación demuestra que el consumo excesivo de alcohol es nocivo para el cerebro y puede provocar problemas de memoria y pensamiento», explica el Dr. Alberto Fernando Oliveira Justo, autor del estudio y miembro de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo.
SE ESTUDIOR EL TEJIDO CEREBRAL DE 1.781 PERSONAS
El estudio incluyó a 1.781 participantes, cuya edad promedio al fallecer era de 75 años. A todos se les llevó a cabo una autopsia cerebral, y los investigadores examinaron el tejido cerebral en busca de signos de daño cerebral, tales como ovillos de tau y arteriolosclerosis hialina. También se midieron el peso cerebral y la estatura de cada individuo.
Los investigadores clasificaron a los participantes en cuatro grupos: 965 individuos que nunca habían bebido, 319 bebedores moderados (siete o menos bebidas por semana), 129 bebedores empedernidos (ocho o más bebidas por semana), y 368 exbebedores empedernidos. Se definió una bebida como 14 gramos de alcohol, equivalente a aproximadamente 350 mililitros (ml) de cerveza, 150 ml de vino o 45 ml de licor destilado.
Entre quienes nunca bebieron, el 40% tenía lesiones cerebrales vasculares. El 45% de los bebedores moderados mostraron lesiones, mientras que el 44% de los bebedores empedernidos y el 50% de los exbebedores empedernidos también presentaron lesiones similares.
Después de ajustar factores que podrían influir en la salud cerebral, como la edad al morir, el tabaquismo y la actividad física, los grandes bebedores presentaban un 133% más de probabilidades de tener lesiones cerebrales vasculares en comparación con aquellos que nunca habían bebido. Los ex grandes bebedores tenían un 89% más de probabilidades y los bebedores moderados un 60% más.
Los investigadores también hallaron que los grandes bebedores y los ex grandes bebedores tenían una mayor probabilidad de desarrollar ovillos de tau, un biomarcador vinculado a la enfermedad de Alzheimer, con probabilidades de 41% y 31%, respectivamente.
CÓMO EL CONSUMO DE ALCOHOL AFECTA LA MEMORIA Y EL RAZONAMIENTO
El consumo excesivo de alcohol en el pasado se asoció con una menor proporción de masa cerebral, así como un peor desempeño en capacidades cognitivas. No se estableció una relación entre el consumo moderado o excesivo de alcohol y la proporción de masa cerebral ni el rendimiento cognitivo. Además de las lesiones cerebrales, solo los exbebedores mostraron un deterioro en sus capacidades cognitivas.
Los investigadores han observado que los grandes bebedores mueren un promedio de 13 años antes en comparación con quienes nunca bebieron. «Hemos comprobado que el consumo excesivo de alcohol está directamente relacionado con signos de lesión cerebral, lo que puede acarrear efectos duraderos en la salud cerebral que impactan la memoria y la capacidad de razonamiento», afirma Justo.
«Entender estos efectos es fundamental para la concienciación sobre la salud pública y para seguir implementando estrategias preventivas que reduzcan el consumo excesivo de alcohol», añade.
Una limitación del estudio fue que no se evaluó a los participantes antes de su fallecimiento y no se disponía de información sobre la duración del consumo de alcohol ni las capacidades cognitivas.