BARCELONA, 6 Ago. –
El ciclista italiano Matteo Moschetti (Q36.5 Pro Cycling Team) se proclamó vencedor de la segunda etapa de la Vuelta a Burgos, que tuvo lugar entre Cilleruelo de Abajo y Buniel, abarcando 161,6 kilómetros. En un final muy cerrado, logró superar a su compatriota Matteo Malucelli (XDS Astana Team) y al colombiano Juan Sebastián Molano (UAE Team Emirates-XRG), mientras que el español Roger Adrià (Red Bull-BORA-hansgrohe) se mantiene como líder de la general.
En una recta final amplia, no hubo incidentes ni caídas, a pesar de la altísima velocidad, que alcanzó casi los 80 kilómetros por hora. El pelotón sabía que esta etapa estaba destinada a un esprint masivo. Fue tan ajustado que se requirió la ‘photo finish’ para corroborar que Moschetti, quien lideraba la carrera, logró resistir el asalto de Malucelli, inicialmente considerado como posible ganador.
Molano ocupó el tercer lugar, siendo uno de los pocos especialistas, junto a Moschetti (quien ya había triunfado en Burgos en 2018), en esta Vuelta a Burgos, que sigue liderando Roger Adrià. Esta jornada transcurrió sin sobresaltos significativos en la clasificación general, mientras que el mexicano Isaac del Toro (UAE Team Emirates-XRG) se sitúa a 11 segundos de la cabeza después de haber salvado sus aspiraciones a la general, a pesar de caerse en las rampas finales de la subida al Castillo de Burgos en la etapa inaugural.
La emoción no faltó, ya que el pelotón luchó por dar caza a una fuga del día compuesta por cuatro corredores españoles, quienes llegaron a tener más de 2 minutos de ventaja. El primero en ser alcanzado fue Pau Llaneras (Illes Balears Arabay), a 17 kilómetros de la meta, seguido por los corredores de Euskaltel-Euskadi Txomin Juaristi e Iker Mintegi, que fueron neutralizados a 8,9 y 8,7 kilómetros de la meta, respectivamente. El último en caer fue Ander Okamika (Burgos Burpellet BH), capturado a 8,2 kilómetros del final.
Este jueves, el pelotón se enfrentará a una etapa ‘rompe-piernas’ que incluye cuatro cotas de montaña durante los 184,1 kilómetros que separan el Monasterio de San Pedro de Cardeña de la línea de meta en Valpuesta. El último desafío será el Puerto de Orduña, con una longitud de 8,1 kilómetros al 7,4 por ciento, que podría definir el transcurso de la etapa, a pesar de ser coronado a poco más de 20 kilómetros de la meta, que presenta un ascenso continuo.