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Los bomberos ucranianos «trabajan muy duro y en circunstancias difíciles» para atender las consecuencias del ataque
MADRID, 28 Feb. –
El director general del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, ha afirmado que los bomberos ucranianos continúan intentando extinguir incendios latentes en la estructura dañada del sarcófago del reactor de la central nuclear de Chernóbil, que sufrió un grave accidente en 1986. Esto ocurre dos semanas después de que la infraestructura fuera impactada por un dron, lo cual llevó a un intercambio de acusaciones entre Kiev y Moscú sobre la responsabilidad del incidente.
«Los bomberos y otros equipos de respuesta están trabajando intensamente en condiciones adversas para abordar el impacto y las secuelas del ataque con dron», ha manifestado Grossi, subrayando que el suceso «representa claramente un incidente serio en términos de seguridad nuclear, aunque podría haber sido mucho peor». «Como he afirmado repetidamente durante esta devastadora guerra, nunca debe atacarse una instalación nuclear», enfatizó.
El OIEA ha informado que su equipo presente en la central ha estado monitorizando de cerca la situación desde el momento del ataque, que ocurrió el 14 de febrero y que causó un agujero en el sarcófago, diseñado para prevenir cualquier posible emisión de material radiactivo a la atmósfera y proteger el reactor dañado de peligros externos.
Ha resaltado que el análisis de radiación realizado por Ucrania y las mediciones independientes llevadas a cabo por el OIEA siguen mostrando niveles normales dentro del sarcófago y en el resto de la central de Chernóbil. Sin embargo, fotografías térmicas revelaron incendios latentes entre las capas de la estructura, lo que ha llevado a la inyección de agua para intentar apagarlos.
El OIEA también ha destacado que su equipo reportó varias alertas aéreas durante la última semana, que en ocasiones causaron la suspensión de las actividades de extinción. Además, se detectó la presencia de drones a aproximadamente cinco kilómetros de distancia, incluyendo uno sobre las instalaciones de combustible ya gastado.
Por otra parte, un equipo de expertos del OIEA tuvo acceso en Kiev a los restos de un dron que Ucrania sostiene fue recuperado tras el ataque. Las partes examinadas coinciden con un dron kamikaze de fabricación iraní ‘Shahed’, aunque no se han hecho valoraciones sobre el origen del dispositivo.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, acusó a Rusia del ataque con un dron contra la central de Chernóbil y subrayó que «el único país del mundo que ataca este tipo de instalaciones, ocupa centrales nucleares y lleva a cabo una guerra sin considerar las consecuencias es la Rusia actual».
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, desvinculó a las tropas rusas del ataque, afirmando que, aunque «no dispone de información precisa» sobre lo ocurrido, «no se puede hablar de ataques (de las tropas de Moscú) contra instalaciones de infraestructura nuclear». «Lo más probable es que estemos ante otra provocación, un engaño. Es lo que le gusta al régimen de Kiev y a veces no duda en hacerlo», concluyó.

