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Patógenos inesperados asaltaron al ejército de Napoleón durante su retirada de Rusia en 1812.

Patógenos inesperados asaltaron al ejército de Napoleón durante su retirada de Rusia en 1812.

   MADRID, 24 Oct. –

Investigadores del Instituto Pasteur (Francia) llevaron a cabo un análisis genético de los restos de antiguos soldados que se retiraron de Rusia en 1812. Descubrieron dos patógenos responsables de la fiebre paratifoidea y la fiebre recurrente, que coinciden con los síntomas documentados en relatos históricos. Este estudio aparece en la revista ‘Current Biology’.

   La célebre campaña rusa bajo el mando de Napoleón, también conocida como la ‘Guerra Patriótica de 1812’, concluyó con la retirada del ejército francés. Los científicos de la Unidad de Paleogenómica Microbiana del Instituto Pasteur, en colaboración con el Laboratorio de Antropología Biocultural de la Universidad de Aix-Marsella, se dedicaron a investigar los patógenos que podrían haber causado brotes significativos de enfermedades infecciosas durante este evento histórico.

PLAGA DE PIOJOS Y SALMONELLA, ASÍ DESCENSIONARON A LOS SOLDADOS

Extrajeron y estudiaron el ADN de 13 soldados de Napoleón, cuyos restos fueron hallados en Vilna, Lituania, en 2002 por el equipo especializado en arqueoantropología de la Universidad de Aix-Marsella. Posteriormente, los investigadores emplearon técnicas de secuenciación de nueva generación en ADN antiguo para identificar posibles agentes infecciosos.

   La investigación reveló las firmas genéticas de dos agentes infecciosos: ‘Salmonella enterica subsp’ enterica (serovar ‘Paratyphi C’), causante de la fiebre paratifoidea, y ‘Borrelia recurrentis’, agente de la fiebre recurrente, una enfermedad transmitida por piojos, caracterizada por episodios de fiebre que se alternan con períodos de remisión.

Aunque estas dos enfermedades son distintas, pueden ocasionar síntomas similares como fiebre alta, fatiga y problemas digestivos, y su presencia simultánea podría haber agravado la condición de los soldados, ya debilitados por el frío, el hambre y la falta de higiene.

De los 13 soldados napoleónicos exhumados en Vilna, cuatro presentaron resultados positivos para S. enterica Paratyphi C y dos para B. recurrentis. Este estudio constituye la primera evidencia genética de estos dos agentes infecciosos en gran parte desconocidos, si bien se desconoce su papel exacto en la alta mortalidad de la Grande Armée durante su retirada de Rusia.

La confirmación de la presencia de estas dos bacterias se da posteriormente a un estudio previo que identificó el agente del tifus, Rickettsia prowazekii, y el agente de la fiebre de las trincheras, Bartonella quintana, patógenos que se creían asociados con la retirada según relatos históricos.

13 SOLDADOS DE MÁS DE 3.000 CADÁVERES

   Dado el reducido número de muestras analizadas en comparación con los miles de cuerpos hallados, resulta inviable determinar la magnitud en que estos patógenos contribuyeron a la alta mortalidad observada. El análisis se centró en un reducido grupo de muestras (13 de más de 3.000 cuerpos en Vilna, y entre 500.000 y 600.000 soldados, de los que aproximadamente 300.000 perecieron durante la retirada).

   «El acceso a datos genómicos de los patógenos que circularon en poblaciones históricas nos permite entender cómo han evolucionado, se han propagado y extinguido las enfermedades infecciosas a lo largo del tiempo, además de identificar los contextos sociales o ambientales que han influido en estos eventos. Esta información es esencial para comprender mejor y abordar las enfermedades infecciosas contemporáneas», explica Nicolás Rascovan, jefe de la Unidad de Paleogenómica Microbiana del Instituto Pasteur y autor principal del estudio.

   Para alcanzar estos resultados, el equipo colaboró con investigadores de la Universidad de Tartu (Estonia) en el desarrollo de un método innovador de autenticación que incluye varios pasos, entre ellos un enfoque interpretativo basado en la filogenia para los fragmentos de genoma altamente degradados recuperados. Este procedimiento permite a los investigadores identificar patógenos con precisión incluso en presencia de bajo ADN, indicando en algunos casos incluso un linaje específico.

   «En la mayoría de los restos humanos antiguos, el ADN patógeno está extremadamente fragmentado y se encuentra en cantidades muy reducidas, lo que dificulta la obtención de genomas completos. Por lo tanto, necesitamos métodos capaces de identificar inequívocamente los agentes infecciosos a partir de estas señales débiles, y a veces incluso detectar linajes, para explorar la diversidad patógena del pasado», concluyen los investigadores.

ENFERMEDADES INFECCIOSAS: ¿CAUSAS DEL FRACASO?

   Este nuevo estudio establece una correlación entre las descripciones históricas de las enfermedades que afectaban al ejército de Napoleón y los síntomas típicos de la fiebre paratifoidea y la fiebre recurrente.

Proporciona nueva evidencia que respalda la teoría de que las enfermedades infecciosas fueron una de las causas del fracaso de la campaña de 1812, junto a otros factores como el agotamiento, el frío extremo y las adversas condiciones.

   La campaña rusa liderada por Napoleón en 1812 resultó en una derrota militar, lo que llevó a una devastadora retirada del ejército francés. Este hecho permitió al ejército ruso recuperar el control de Moscú y constituyó un duro golpe a la estrategia del emperador.

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