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¿Por qué hay quienes recuerdan sus sueños y otros no?

¿Por qué hay quienes recuerdan sus sueños y otros no?

MADRID 27 Abr. –

Las personas que duermen varias horas seguidas, pero de forma poco profunda, tienden a recordar más sus sueños al despertar que aquellas que lo hacen en episodios más cortos y productivos, según un estudio coordinado por la Escuela de Estudios Avanzados IMT de Lucca (Italia).

La investigación, publicada en ‘Communications Psychology’, se centró en comprender por qué solo algunas personas son capaces de recordar lo que sueñan, cuando casi todos soñamos al dormir. Según el estudio, estas experiencias oníricas se basan en recuerdos y creencias previamente adquiridos, presentando continuidad con los pensamientos, preocupaciones y experiencias diurnas.

Para lograr su objetivo, los expertos reclutaron a 204 participantes, 113 mujeres y 91 hombres de entre 18 y 70 años, a través de recomendaciones y distribución de folletos. Solo incluyeron a personas con patrones regulares de sueño/vigilia, que dormían entre seis y ocho horas por noche y sin diagnóstico de problemas relacionados con el sueño.

Desde marzo de 2020 hasta marzo de 2024, cada participante se sometió a una entrevista de selección seguida de cuestionarios; una fase experimental de 15 días para recopilar patrones de sueño e informes matutinos de sueños; y una sesión final que consistió en pruebas cognitivas.

Los investigadores identificaron tres factores que afectan la probabilidad de recordar los sueños al despertar: la actitud hacia los sueños, la propensión a la divagación mental y los patrones de sueño. Además, la vulnerabilidad a las interferencias durante el sueño y la edad también influyen en la memoria de los sueños.

FACTORES ASOCIADOS

En cuanto a la actitud hacia los sueños, los resultados indican que aquellos que otorgan mayor importancia a soñar son más propensos a reportar haber soñado al despertar, aunque esta mayor atención no mejora necesariamente la **capacidad para recordar el contenido del sueño**.

La tendencia a la divagación mental se relaciona positivamente con el recuerdo de los sueños. Esto sugiere que hay una mayor propensidad a generar experiencias oníricas, independientemente de los estímulos externos y los estados de vigilia. Para obtener más información sobre la divagación mental, puedes consultar este estudio adicional.

Además, los patrones de sueño influyen en el recuerdo, siendo más probable que aquellos con episodios de sueño largos y poco profundos recuerden sus sueños. El estudio indica que hay variaciones estacionales, notando que durante el invierno las personas tienden a recordar menos sus sueños que en primavera y otoño.

Las diferencias individuales en la capacidad de recordar el contenido de los sueños dependen también de la vulnerabilidad a la interferencia y la edad. El envejecimiento puede afectar los patrones de sueño, reduciendo los períodos de sueño largo y ligero, lo que impacta en la memoria de los sueños.

En este contexto, los investigadores también estudiaron los sueños blancos, que ocurren cuando se tiene la sensación de haber soñado, pero no se logra recordar ningún detalle. Observaron que los episodios de sueño largos y ligeros están asociados a este fenómeno. Para profundizar en los sueños blancos, visita este enlace.

«Esta investigación refuerza la idea de que los sueños están influenciados por factores interindivuales e intraindividuales, abriendo nuevas perspectivas para comprender su conexión con la memoria y la mente humana», afirma el coordinador del estudio, Giulio Bernardi. Para más detalles sobre el impacto de los sueños en la salud mental y física, consulta esta referencia.

Bernardi ha subrayado que los sueños desempeñan un papel esencial en el aprendizaje, la consolidación de memoria e incluso en la salud mental y física, lo que resalta la importancia del estudio de los sueños.

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