Icono del sitio DGratisDigital

¿Por qué las mujeres responden de manera diferente a ciertos analgésicos potentes?


MADRID 20 Oct. (EUROPA PRESS) –

Investigaciones recientes revelan que los hombres y las mujeres utilizan sistemas biológicos distintos para reducir el dolor, lo que puede explicar por qué las mujeres sufren de más dolor crónico y tienen una respuesta reducida a los tratamientos con opiáceos.

Un estudio reciente que evaluó la meditación para el dolor lumbar crónico, realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego, ha encontrado diferencias significativas en los sistemas biológicos utilizados por hombres y mujeres para aliviar el dolor.

Así, mientras los hombres obtienen alivio doloroso mediante la liberación de opiáceos endógenos, las mujeres emplean otros mecanismos no relacionados con opiáceos.

Los opiáceos sintéticos, como la morfina y el fentanilo, son los analgésicos más eficaces disponibles. Sin embargo, se ha observado que las mujeres respuesta insuficiente a las terapias que administran estas moléculas opiáceas sintéticas, que actúan en los mismos receptores que los opiáceos naturales. Esto arroja luz sobre su potencia como analgésicos, así como sobre el riesgo de dependencia asociado.

«La dependencia se produce cuando las personas empiezan a tomar dosis más altas de opiáceos al experimentar que la dosis inicial deja de ser efectiva», sostiene el Dr. Fadel Zeidan, catedrático de Anestesiología y experto en el área de Investigación sobre Empatía y Compasión.

«Aunque puede parecer especulativo, nuestros hallazgos sugieren que una razón por la cual las mujeres son más susceptibles a la adicción a los opioides es que biológicamente son menos sensibles a ellos y necesitan dosis mayores para sentir alivio», añade.

Este estudio combinó datos de dos ensayos clínicos en los que participaron 98 personas, tanto sanas como diagnosticadas de lumbalgia crónica.

Los participantes completaron un programa de entrenamiento en meditación y practicaron la meditación mientras eran administrados un placebo o una dosis alta de naloxona, un fármaco que bloquea la acción de los opioides tanto sintéticos como endógenos.

Durante el mismo periodo, se les sometió a un estímulo térmico doloroso pero inofensivo en la parte posterior de la pierna. Los investigadores evaluaron y compararon el alivio del dolor asociado a la meditación en presencia y ausencia de la acción opioide.

Los resultados indicaron que el bloqueo del sistema opioide con naloxona redujo el alivio del dolor en hombres, sugiriendo que ellos dependen de los opiáceos endógenos para el alivio. Por el contrario, la naloxona amplificó el alivio del dolor por meditación en las mujeres, indicativo de que ellas recurren a vías no opiáceas.

Para ambos sexos, aquellos con dolor crónico encontraron mayor alivio a través de la meditación en comparación con los participantes sanos.

«Estos hallazgos resaltan la necesidad de adaptar las terapias del dolor según el sexo, dado que muchos tratamientos poseen una efectividad diferente en hombres y mujeres», afirma Zeidan.

Los investigadores concluyen que, si se ajusta el tratamiento del dolor a la biología del paciente, se podrían mejorar los resultados y disminuir el uso indebido de opiáceos.

«Existen disparidades evidentes en el tratamiento del dolor entre géneros, pero hasta ahora no habíamos encontrado diferencias biológicas claras en el uso de los sistemas endógenos», declara Zeidan. «Este estudio proporciona la primera evidencia sólida de que las diferencias en el procesamiento del dolor basadas en el sexo son reales y deben ser consideradas al desarrollar y prescribir tratamientos.»

Salir de la versión móvil