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Tomé asegura que «había otras jugadoras en mejores condiciones para defender a la Selección»
MADRID, 10 Feb. –
La seleccionadora femenina de fútbol, Montse Tomé, ha afirmado este lunes en el juicio contra Luis Rubiales por el beso que le propinó a Jennifer Hermoso que su decisión de no convocar a la jugadora tras el incidente se debió a «temas deportivos» y a la «presión mediática» que enfrentó.[Más sobre temas deportivos]
«No fue un castigo», aclaró Tomé, destacando en su declaración como testigo que, desde su perspectiva, Hermoso no estaba «deportivamente en las condiciones para ejercer» en los partidos posteriores al Mundial de Sidney, donde fue elegida como segunda mejor jugadora.[Detalles del Mundial]
Según la seleccionadora, en su decisión no influyó el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol ni tampoco el también acusado Jorge Vilda, su predecesor. «Ninguna, yo ya no tenía relación ahí (con ellos)», añadió.
«La decisión de no convocar a Jennifer Hermoso son temas deportivos y yo soy la absoluta responsable de eso (…) En ese momento, Jenni no había tenido el entrenamiento suficiente con su equipo. Había participado en dos partidos donde su actuación fue de 3 y 7 minutos», enfatizó Tomé, quien también mencionó otros factores que consideró para no incluirla en la convocatoria.
La seleccionadora opinó que el equipo estaba «viviendo una situación, y ella en concreto, muy desagradable y la presión mediática» influyó en su decisión de no convocarla. «Había otras jugadoras en mejores condiciones para defender a la Selección», reiteró.
NO VIO EL BESO
Tomé.
La seleccionadora también compartió cómo vivió los momentos posteriores al beso que Rubiales le dio a Hermoso en la recogida de medallas. «Yo no sabía el alcance de la situación, no lo viví en primera persona ni estuve en una conversación sobre este tema. Como he comentado, el beso no lo presencié y no hablé con Jenni», señaló.
Tomé, quien fue la ‘número dos’ de Vilda durante el Mundial, explicó que llegó a la Federación en 2018. Ante la pregunta sobre quién era el presidente en ese momento, dudó: «No sé si había uno. Yo entré a la Federación de la mano de Jorge Vilda».
DECLARACIONES «INSULSAS»
La sesión de este lunes también tuvo momentos de conflicto entre las partes y el juez José Manuel Fernández-Prieto. Uno de estos ocurrió durante el interrogatorio de Tomé. «No estamos juzgando a la testigo. Esto pasó después del Mundial. Convocó o dejó de convocar, no está sentada como acusada, está como testigo», recordó el juez, quien calificó las declaraciones de hoy como «insulsas».
Otro intercambio se dio con la acusación que ejerce la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) cuando su abogada interrogó a Tomé. «Está insistente con el acoso. ¿Le pegamos para que diga lo que usted quiere?», preguntó el magistrado.
Durante esta sesión, también declaró como testigo el conseller de Deportes del Consell de Ibiza, Salvador Losa, a propuesta de la defensa de Rubén Rivera, quien fuera director de Marketing de la RFEF. [Más sobre Rubén Rivera]
A preguntas de la defensa, explicó que contactó con Rivera, a quien felicitó por el éxito, y le ofreció la posibilidad de que Ibiza fuese el destino elegido por las jugadoras «para poder disfrutar de ese torneo».[Ibiza como destino]
UNA FELICITACIÓN «GENÉRICA»
Todas las celebraciones, destacó, estaban programadas «independientemente» del beso de Rubiales y de lo que sucedió posteriormente. [Más sobre celebraciones]
La primera vez que vio a las jugadoras, relató, fue en una «comida rápida» que degustaron a su llegada a la isla, donde arribaron «cansadas». «Durante la comida yo estaba de pie en una barra gestionando el evento que íbamos a celebrar en unas horas», apuntó, afirmando que estaba acompañado por Rivera.
Sin embargo, el testigo sostuvo que no vio en ningún momento a Rivera acercarse a Hermoso. Él, en cambio, sí se acercó a las campeonas del mundo para felicitarlas.
«Venían con ropa de calle, con gafas de sol, con acompañantes. No identifico muy bien quién es cada jugadora. Por tanto, felicité a las jugadoras, pero realmente no las conocía. Fue un saludo genérico», aclaró.
DISFRUTAR DEL VIAJE A IBIZA
Cabe recordar que tanto Rivera, como Vilda, y el que fuera director de la Selección masculina, Albert Luque, se enfrentan a un año y seis meses de cárcel por un delito de coacciones. Rubiales enfrenta dos años y seis meses por el mismo delito, además del de agresión sexual.[Más sobre delitos de Rubiales]
Finalmente, se le preguntó si vio a las jugadoras disfrutar de su tiempo en la isla. «El objetivo era ese, que todas las jugadoras disfrutaran de su estancia en Ibiza», concluyó.
La última en declarar en la breve sesión de este lunes fue Alejandra Hernández, esposa de Rivera, quien explicó que estuvo presente en el viaje a la isla de las jugadoras. «Estuvimos incluso antes porque estábamos de vacaciones familiares allí», agregó, mencionando que el matrimonio tiene casa en Ibiza.[Más sobre su casa en Ibiza]
La testigo afirmó que Rivera le pidió «ayudar en lo que se pudiera» para que las jugadoras pudieran descansar. «Atendí algunas peticiones, me pidieron productos de higiene íntima, los bañadores. Se les pidió a los invitados que respetaran su descanso; recogí material que querían que se firmara y se les entregó en otro momento», reveló.
En este sentido, aseguró que su marido estuvo «ocupado todo el rato», hasta el punto de solicitarle su ayuda. Por último, Hernández aseguró que no vio en ningún momento a Rivera acercarse a Hermoso.
La vista oral se reanudará este martes a las 10.00 horas con la declaración de varios peritos y la de los acusados.