MADRID, 17 Oct. (EDIZIONES) –
Dentro de las posibilidades de cada individuo, y de lo que el dolor y la enfermedad permitan, lo ideal es que todas las personas que sufren de dolor crónico realicen ejercicio de manera regular, como indican todas las instituciones científicas internacionales.
En este artículo, entrevistamos a un experto en la materia, el doctor Luis Molina Trigueros, supervisor de Fisioterapia y Terapia Ocupacional del Hospital Universitario de Fuenlabrada, quien nos recuerda que las principales afecciones musculoesqueléticas que pueden convertirse en dolor crónico son la lumbalgia, el dolor cervical y el dolor de hombro. «Estas tres condiciones, junto con el dolor de cadera y rodillas, son las que más se abordan», afirma.
Este experto menciona que existen numerosos factores que pueden influir en la cronificación del dolor en estos casos. Por ejemplo, destaca la postura que mantenemos diariamente en el trabajo, así como los procesos agudos, accidentes o traumatismos.
Por otro lado, el doctor lamenta que varios estudios evidencian que no ha habido suficiente inversión en sanidad para tratar y prevenir el dolor, y la incidencia de dolor crónico sigue en aumento entre los españoles: «Cada vez hay más demanda de atención por dolor porque nuestros pacientes, y la sociedad en general, deben entender que necesitamos que el paciente asuma un rol activo en su proceso de dolor. Esto es fundamental, y es el mensaje que deben llevarse. El paciente debe saber lo que puede hacer para mejorar su dolor, incluyendo el autocuidado en el manejo del dolor, hábitos saludables y la importancia del ejercicio. El ejercicio es esencial en todo este proceso».
BENEFICIOS DEL EJERCICIO ANTE EL DOLOR CRÓNICO
Así, el doctor Luis Molina Trigueros destaca que hay varios aspectos que debemos considerar en el manejo del dolor crónico:
1. El descanso: Es crucial dormir adecuadamente para que el ejercicio físico tenga sus propiedades analgésicas; si no se descansa bien, intentar hacer un ejercicio guiado beneficioso no funcionará como tratamiento.
2. El ejercicio debe ser divertido, no una carga, y también es muy importante que los pacientes se sientan motivados.
3. La dosis de ejercicio: No es lo mismo un paciente con dolor crónico que nunca ha realizado actividad física, que otro que sí suele hacer ejercicio; partimos de bases diferentes, pero en cualquier caso tendrá beneficios, aunque la dosificación será distinta.
«El ejercicio cuenta con propiedades analgésicas, de fuerza y resistencia. Se le denomina ‘multicomponente’ para que tenga ese efecto analgésico. Nuestro organismo tiene fármacos analgésicos endógenos que se activan con la actividad física, y esto requiere un ejercicio de intensidad moderada que nos retará», subraya este experto del Hospital Universitario de Fuenlabrada.
En este sentido, recuerda que la OMS recomienda hasta 150 minutos de ejercicio moderado-intenso a la semana, combinando ejercicio aeróbico y de fuerza, «tres días a la semana como mínimo», para mejorar el dolor musculoesquelético.
EL EJERCICIO DEBE AJUSTARSE A CADA PACIENTE
Sin embargo, el doctor Luis Molina Trigueros advierte que no todos los ejercicios son igualmente beneficiosos para todos, especialmente si hay dolor involucrado. «Para eso están los profesionales sanitarios expertos en ejercicio terapéutico, quienes pueden determinar qué ejercicios son los adecuados para cada patología del paciente», defiende.
«Es crucial asegurarse de que al realizar los ejercicios no experimentemos más dolor, ni que nos dejen exhaustos o más doloridos posteriormente. Después de un par de días, el paciente debe ser capaz de realizar el ejercicio, de moderado a intenso, sin exagerar», enfatiza.
A su juicio, es importante que si sentimos dolor en el hombro o en la rodilla, por ejemplo, el ejercicio no agrave esa molestia. «En estos casos, se pueden hacer ejercicios específicos para aliviar ese dolor, siempre evaluados previamente por un profesional de la salud», aclara.
Por ejemplo, menciona las sentadillas, dado que, como indica, «levantarse y sentarse de un asiento es uno de los ejercicios más beneficiosos para aumentar la fuerza y mejorar el dolor de rodilla».
Sugiere que podemos estirar el gemelo apoyando el pie en una pared y moviendo los dedos para mejorar el dolor de rodilla, o realizar pequeños saltos para estimular la fijación del calcio en los huesos, «saltos pliométricos que ayudan a mejorar la calidad ósea, prevenir la osteopenia y reforzar la masa ósea».
Este experto del Hospital de Fuenlabrada recuerda que todo depende del tipo de ejercicio que realicemos; «los que se enfocan en la fuerza mejoran la masa muscular, y los de resistencia, junto con una alimentación equilibrada, ayudan a reducir la grasa corporal, que es proinflamatoria en los tejidos. Su presencia puede aumentar el dolor y favorecer ciertos procesos tumorales».
MEJORA LA FATIGA Y SE PREVIENEN ENFERMEDADES
Según señala, con el ejercicio reducimos la probabilidad de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el de mama o colon; además, sostiene que el ejercicio también previene la fatiga, y si se realiza de forma guiada y controlada, puede incluso reducirla. «Reduce la resistencia de los tejidos a la insulina, previene la diabetes, y estimula la producción de dopamina y serotonina. Al hacer ejercicio, nos sentiremos mejor, más felices y con menos síntomas de depresión; activa muchos neurotransmisores y sustancias endógenas que son beneficiosas para nuestra vida, además de actuar como analgésicos», resalta el doctor Molina Trigueros.
«Todo el mundo debería hacer ejercicio, a menos que un médico disponga lo contrario. Quizás no puedan hacerlo durante ciertos períodos, pero una vez mejoren, es esencial que realicen ejercicio. Nosotros lo implementamos en pacientes en UCI, postquirúrgicos, personas en quimioterapia, e incluso en pacientes hospitalizados«, subraya el supervisor de Fisioterapia y Terapia Ocupacional del Hospital Universitario de Fuenlabrada. No obstante, insiste en que si durante la realización de algún ejercicio se siente dolor, es fundamental consultar a un profesional para evitar daños adicionales.
Más información sobre los beneficios del ejercicio para el dolor crónico Visita el Hospital Universitario de Fuenlabrada
