MADRID, 21 Abr. –
¿Cuál es la función de los riñones en la regulación de la presión arterial y qué mecanismos fisiológicos intervienen en este proceso? La hipertensión arterial es un factor de riesgo para la enfermedad renal, pero ¿cómo afecta a la salud renal a la inversa? ¿Cuáles son las señales de alerta que podrían indicar que la presión arterial está comprometida o, al contrario, que la función renal se está viendo afectada?
Sobre estos y otros temas hemos conversado con el doctor Diego Mª Rodríguez, jefe de la sección de Nefrología en el Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Madrid, quien ha sido recientemente reconocido con uno de los 5 diplomas al mérito clínico Santiago Ramón y Cajal del CSIC.
El doctor Rodríguez destaca que el riñón produce sustancias que pueden provocar tanto contracción como relajación de las arterias, lo que resulta en una modulación de la presión arterial. «La primera sustancia que se describió fue la ‘renina’, identificada por un equipo de fisiólogos argentinos que recibieron el premio Nobel. Aunque es evidente que estas sustancias sintetizadas por el riñón son relevantes para la regulación de la presión arterial, hoy se considera que su principal contribución radica en la capacidad de regular el equilibrio de sodio, conocido coloquialmente como ‘balance de sal'», explica.
Así, señala que si una persona experimenta un aumento de presión arterial, eliminar el sodio puede normalizar la presión. En contraposición, cuando la presión disminuye, el riñón retiene sodio. «Esto se conoce como ‘natriuresis de presión’. Los hipertensos esenciales muestran alteraciones en este mecanismo», aclara el doctor Rodríguez.
HIPERTENSIÓN RENAL VS HIPERTENSIÓN ESENCIAL
El nefrólogo aclara que la hipertensión asociada a enfermedad renal, denominada ‘hipertensión secundaria a la patología renal’, es menos común y se distingue de la hipertensión que afecta a un 30% de la población, conocida como ‘hipertensión esencial.’
En el caso de la hipertensión derivada de enfermedad renal, el mecanismo es comprensible: «Cuando el riñón está enfermo, produce más sustancias constrictoras y menos dilatadoras, y, sobre todo, no elimina correctamente el sodio, resultando en un aumento de la presión arterial. Curiosamente, algunas enfermedades renales pueden manifestarse con una disminución de la presión arterial, debido a que los riñones de estos pacientes eliminan en exceso sodio».
SEÑALES DE ALERTA
Respecto a la afectación renal por hipertensión arterial, el doctor Rodríguez señala que el primer indicio de posible daño renal es la presencia de albúmina en la orina, un análisis que se realiza de manera rutinaria. A medida que la enfermedad progresa, puede observarse un aumento en los niveles de creatinina, lo que indica que los riñones no funcionan adecuadamente.
En relación con la hipertensión secundaria a la enfermedad renal, este especialista enfatiza que la propia medición de la presión arterial es una señal de alarma vital. «La evaluación de este parámetro es esencial en todas las consultas de nefrología», sostiene este experto.
HÁBITOS SALUDABLES PARA LA PREVENCIÓN
Con todo esto, solicitamos al doctor Rodríguez que nos compartiera consejos clave para prevenir la hipertensión arterial, a lo que respondió que es fundamental evitar el sobrepeso y el consumo excesivo de sal. Además, en lo que concierne a la función renal, se debe evitar un consumo excesivo de proteínas, incluidos los suplementos. «En otras palabras: una dieta mediterránea equilibrada y variada, bien sazonada pero no en exceso, acompañada de ejercicio moderado, puede ayudar a contrarrestar el sedentarismo de nuestras rutinas actuales. Por supuesto, minimizar el estrés también puede ser útil, aunque esto es más complicado debido a las circunstancias personales y sociales que son difícilmente modificables», agrega.
CUIDADO CON LA HIPERTENSIÓN DE BATA BLANCA
Por último, el doctor Rodríguez desea resaltar un punto importante: la hipertensión de bata blanca. Esto ocurre cuando se registra una presión arterial elevada en la consulta médica, aunque en casa las lecturas son normales.
«Muchos pueden pensar que esto no es grave y tienden a ignorar el problema. Lo que realmente sucede es que su sistema circulatorio comienza a comportarse como el de los pacientes hipertensos y responden con aumentos de tensión debido al estrés, como en el entorno de la consulta médica», advierte.
Por lo tanto, este nefrólogo sostiene que estas personas deben reconocer que, en otras situaciones de estrés cotidiano, experimentarán los mismos aumentos de presión arterial, pero sin que nadie lo mida.
«¡Imagínese tomando la presión arterial de un aficionado al fútbol que padece hipertensión de bata blanca, mientras su equipo va perdiendo! Por ello, estas personas deben implementar las medidas preventivas que hemos debatido anteriormente y ser rigurosas en el control de su presión arterial. También deben considerar que, si sus médicos les aconsejan iniciar un tratamiento farmacológico, no solo están en lo correcto, sino que están cuidando de su salud», concluye el especialista.