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Sustancias químicas en alimentos: una preocupación oculta en salud pública.

Sustancias químicas en alimentos: una preocupación oculta en salud pública.

MADRID 16 May. –

Los humanos están **ampliamente expuestos** a sustancias químicas sintéticas, especialmente a través de los alimentos. Los contaminantes químicos en los alimentos son **diversos**, y muchos son peligrosos, con creciente evidencia de que algunos contribuyen a enfermedades no transmisibles. Un nuevo artículo en Nature Medicine destaca las **sustancias químicas sintéticas** en los alimentos como un crítico punto ciego en la salud pública.

Un grupo de científicos de la Fundación del Foro de Envases Alimentarios ha resaltado las pruebas del notable impacto en la salud pública debido a la exposición a estas sustancias químicas, enfocándose en los compuestos en contacto con los alimentos provenientes de su envasado y procesado, así como su prevalencia en los **alimentos ultraprocesados**.

Considerando una amplia gama de estudios científicos e iniciativas normativas, el artículo proporciona una visión comprensiva del problema, delineando las necesidades futuras de investigación y compartiendo opciones y enfoques innovadores para facilitar la **transición sostenible** hacia un sistema alimentario más seguro.

Los investigadores subrayan que los compuestos en contacto con los alimentos y el **consumo excesivo de alimentos ultraprocesados** son factores pasados por alto en los problemas de salud pública, a pesar de su vínculo con diversas enfermedades no transmisibles como el cáncer, enfermedades cardiovasculares, trastornos metabólicos y reproductivos.

La contaminación por sustancias químicas ocurre a través de cuatro rutas clave: transporte, procesado de alimentos, envasado y preparación, permitiendo que compuestos nocivos como **bisfenoles**, **ftalatos** y **sustancias perfluoroalquiladas** migren a los alimentos.

El aumento del consumo de alimentos ultraprocesados —que frecuentemente contienen sustancias químicas o están en contacto con ellas— incrementa los riesgos para la salud.

Las futuras prioridades de investigación incluyen una mejor identificación de sustancias químicas peligrosas, el desarrollo de materiales más seguros en contacto con alimentos y el rediseño de sistemas alimentarios para asegurar su **sostenibilidad**.

NUEVAS POLÍTICAS SOBRE PRODUCTOS QUÍMICOS

Los autores sugieren que las políticas deben enfocarse en reformar la regulación sobre productos químicos, incentivar envases seguros, reducir los residuos y frenar el consumo de alimentos ultraprocesados. «Está cada vez más claro que los **alimentos ultraprocesados** de hoy son cómodos e hiperpalatables, pero contienen muchas sustancias químicas sintéticas y microplásticos», explica Jane Muncke, autora principal de la publicación.

«Las repercusiones para la salud de este tipo de contaminación alimentaria están **subestimadas** y poco estudiadas. La evidencia científica demuestra la necesidad de un enfoque **holístico** en la política, que integre consideraciones de salud planetaria y humana, incluidos los compuestos peligrosos y sus efectos en la salud», señala la investigadora.

Muncke afirma que todos los envases alimentarios, equipos de procesamiento y otros materiales en contacto con los alimentos deben ser sometidos a pruebas para verificar su **seguridad** respecto a la migración de sustancias químicas y microplásticos, «utilizando métodos de ensayo modernos. También es esencial desarrollar nuevos métodos de ensayo para la migración de microplásticos», subraya.

Luigi Tozzi, vicedirector de SAFE Food Advocacy Europe, advierte sobre las **consecuencias negativas** de los alimentos ultraprocesados: «Observamos un claro nexo entre el consumo de estos productos y un mayor riesgo de enfermedades coronarias y cardiovasculares, así como diabetes», tal como se reveló en su última conferencia anual.

«El sistema alimentario de la UE presenta serios defectos. No podemos culpar a los consumidores por decisiones alimentarias, cuando son el mercado y la industria quienes promueven esos hábitos», añade Floriana Cimmarusti, Secretaria General de SAFE.

En su propuesta, «es fundamental transformar el sistema alimentario de la UE para proteger a los consumidores, el medio ambiente y el clima, promoviendo una producción **sostenible** y la reducción del uso de pesticidas.»

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