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Todo lo que necesitas saber sobre chanclas y sandalias

Todo lo que necesitas saber sobre chanclas y sandalias

   MADRID, 11 Ago. –

¿Crees que tus sandalias son inofensivas? Podrían estar dañando a tus pies más de lo que imaginas. Con la llegada del calor, muchas personas optan por chanclas o calzado abierto sin saber que ciertos modelos (especialmente los que no sujetan bien el pie) pueden causar dolor, deformidades como dedos en garra y aumentar el riesgo de hongos por sudor.

   Descubre qué tipo de calzado debes evitar este verano y qué consejos dan los podólogos para mantener tus pies sanos y libres de problemas. En una entrevista con Antonio Viana, miembro de la Comisión de Comunicación del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España, y presidente del Ilustre Colegio Oficial de Podología de la Comunidad Valenciana, se abordan estos temas.

   «El calzado más perjudicial en verano son las sandalias sin sujeción, o aquellas que sólo se sujetan en el antepié (con una tira en el dedo gordo o entre los dedos). Este tipo de sandalias obliga a los músculos de los pies a trabajar de manera forzada para sujetar el calzado, ya que generan inestabilidad», advierte este experto.

   Asimismo, señala que este tipo de calzado puede llevar a dolor en el metatarso, o incluso a deformidades como los dedos en garra: «Esa inestabilidad es aún mayor si hablamos de lo que en moda se conoce como stiletto mules (sandalias abiertas por el talón sin tira de sujeción y con tacón de aguja)».

   Ante esto, Viana aconseja que al elegir calzado, éste permita que el pie transpire sin sacrificar el soporte adecuado. A la hora de escoger sandalias o chanclas saludables, asegúrate de que tengan:

   –Sujeción: una correa alrededor del talón o el tobillo para evitar que el pie se deslice hacia adelante.

   –Suela gruesa y cómoda: de 2 a 5 centímetros de grosor, preferentemente rígida a la flexión, para proteger el pie y evitar que se pueda clavar algo del suelo.

   -Amortiguación: una buena suela debe tener un material que ofrezca cierto grado de amortiguación para absorber los impactos al caminar.

CONTROLAR EL SUDOR DE LOS PIES

   Uno de los problemas más comunes en verano es el sudor de los pies. Antonio Viana sostiene que la humedad y el sudor son factores que contribuyen significativamente a los problemas de los pies en esta temporada.

   «El exceso de sudor puede provocar rozaduras y facilitar la aparición de hongos, como el pie de atleta y las onicomicosis. Además, el sudor puede acumularse entre los dedos, creando un ambiente húmedo que favorece las grietas interdigitales», resalta este experto.

   Para controlar la sudoración, desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España consideran fundamental:

   –Mantener los pies secos: Usar productos antitranspirantes para pies (en polvo, spray o crema); lo más recomendable es acudir a un podólogo para que nos aconseje qué es lo mejor para nuestro tipo de piel. Si no usamos sandalias, cambiarse de calcetines regularmente (preferentemente de materiales naturales como algodón o hilo que permiten mejor transpiración).

   –Elegir calzado adecuado: Optar por sandalias con buena ventilación o zapatos de materiales que dejen transpirar al pie.

-Higiene adecuada: Lavar bien los pies y secarlos completamente, especialmente entre los dedos, para evitar la acumulación de humedad.

TIPS PARA MANTENER LA PIEL DE LOS PIES EN BUEN ESTADO

   Con todo ello, este podólogo sugiere seguir los siguientes tips para cuidar de nuestros pies este verano:

   ·Higiene rigurosa: Lavar los pies con agua templada y jabón neutro, secándolos cuidadosamente, especialmente entre los dedos, para evitar la proliferación de hongos.

   ·Hidratación adaptada: No todas las pieles necesitan la misma hidratación; para pies muy secos, las cremas con urea al 10-20% son ideales, mientras que en casos de sudoración excesiva, es mejor optar por polvos absorbentes o desodorantes específicos.

   ·Exfoliación controlada: Aunque eliminar células muertas es beneficioso, un exceso de exfoliación puede debilitar la piel y favorecer la aparición de grietas. Por lo tanto, es recomendable usar piedra pómez o exfoliantes suaves una vez a la semana.

   ·Protección solar y contra infecciones: Si llevas calzado abierto, usa protector solar en los pies para evitar daños cutáneos; además, en piscinas y duchas públicas, es recomendable utilizar chanclas para prevenir infecciones como el pie de atleta.

   ·Calzado adecuado: Evita el uso prolongado de sandalias sin sujeción, ya que pueden provocar sobrecarga y alteraciones biomecánicas; elige modelos con buen soporte y que sean transpirables.

   Además, Elena Carrascosa, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España, recomienda cuidar nuestras uñas, cortándolas de forma recta para prevenir uñas encarnadas. «Si hay dolor o signos de infección, es mejor acudir a un profesional. También es conveniente realizar chequeos regulares, especialmente si notas durezas, cambios en la piel, o molestias al caminar. Una revisión profesional puede detectar y tratar problemas antes de que se agraven», aconseja.

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