MADRID, 7 Nov. –
La doxiciclina, un antibiótico que pertenece al grupo de las tetraciclinas y que sirve como tratamiento del acné, podría ayudar a reducir el riesgo de que algunos jóvenes desarrollen esquizofrenia, según sugiere una nueva investigación de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido).
Los expertos descubrieron que los pacientes de servicios de salud mental para adolescentes que recibieron tratamiento con el antibiótico doxiciclina tenían una probabilidad significativamente menor de desarrollar esquizofrenia en la edad adulta, en comparación con los pacientes tratados con otros antibióticos. Los especialistas afirman que estos hallazgos, publicados en ‘American Journal of Psychiatry’, resaltan el potencial de reutilizar un medicamento ya existente y de uso común como intervención preventiva para enfermedades mentales graves.
La esquizofrenia es un trastorno mental grave que suele manifestarse al inicio de la edad adulta y a menudo se asocia con alucinaciones y delirios. Para comprender mejor las posibles formas de prevenir esta enfermedad, investigadores de la Universidad de Edimburgo, en colaboración con la Universidad de Oulu (Finlandia) y la University College Dublin (Irlanda), aplicaron modelos estadísticos avanzados a datos de registros sanitarios a gran escala de Finlandia.
El equipo analizó datos de más de 56.000 adolescentes que acudían a servicios de salud mental y a quienes se les habían prescrito antibióticos. Descubrieron que quienes recibieron tratamiento con doxiciclina tenían entre un 30 y un 35 por ciento menos de riesgo de desarrollar esquizofrenia que sus pares que recibieron otros antibióticos.
SEÑAL IMPORTANTE PARA SEGUIR INVESTIGANDO
Los investigadores plantearon la hipótesis de que este efecto protector podría estar relacionado con el impacto de la doxiciclina en la inflamación y el desarrollo cerebral. La doxiciclina es un antibiótico de amplio espectro que se usa comúnmente para tratar infecciones y acné. Estudios previos sugieren que puede reducir la inflamación en las células cerebrales e influir en la poda sináptica, un proceso natural mediante el cual el cerebro refina sus conexiones neuronales. La poda sináptica excesiva se ha asociado con el desarrollo de esquizofrenia.
Análisis posteriores demostraron que el menor riesgo no se debía simplemente a que los jóvenes hubieran recibido tratamiento para el acné en lugar de para infecciones, y era improbable que se explicara por otras diferencias ocultas entre los grupos. «Hasta la mitad de las personas que desarrollan esquizofrenia habían acudido previamente a servicios de salud mental infantil y adolescente por otros problemas de salud mental. Sin embargo, actualmente desconocemos si existen intervenciones efectivas en estos jóvenes. Esto hace que estos hallazgos sean prometedores», ha indicado el profesor Ian Kelleher, director del estudio y catedrático de Psiquiatría Infantil y Adolescente en la Universidad de Edimburgo.
«Dado que el estudio fue observacional y no un ensayo controlado aleatorizado, no podemos establecer conclusiones definitivas sobre la causalidad, pero constituye una señal importante para seguir investigando el efecto protector de la doxiciclina y otros tratamientos antiinflamatorios en pacientes psiquiátricos adolescentes como una forma de reducir el riesgo de desarrollar esquizofrenia», ha finalizado Kelleher.
Para más información sobre tratamientos para la esquizofrenia y su prevención, visita la página de la Gobierno de EE. UU..

