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Un estudio reciente ofrece la solución

Un estudio reciente ofrece la solución

   MADRID, 17 Abr. –

   La **dieta de ayuno intermitente**, que implica periodos de restricción calórica severa y ha sido un tema recurrente en el debate sobre los métodos más efectivos para combatir la obesidad y el sobrepeso, podría estar perdiendo relevancia. Una nueva investigación de la Universidad de Surrey (Reino Unido) sugiere que, en lugar de reducir drásticamente las calorías, las personas pueden obtener beneficios metabólicos similares al **reducir los carbohidratos**.

    El estudio ha demostrado que la simple restricción de carbohidratos en la dieta puede ofrecer beneficios metabólicos comparables a los del ayuno intermitente, sin necesidad de una reducción calórica drástica, según la investigación de la Universidad de Surrey.

   En el estudio, participantes de entre 20 y 65 años con sobrepeso u obesidad siguieron tres planes de dieta distintos durante un día: una dieta normal de carbohidratos, una dieta baja en carbohidratos con una ingesta calórica equilibrada y una dieta baja en carbohidratos con una significativa restricción calórica.

MEJORAS EN LOS MARCADORES METABÓLICOS

   Los investigadores descubrieron que ambas dietas bajas en carbohidratos, independientemente de la reducción calórica, producían **mejoras en los marcadores metabólicos** de los participantes, así como una mejor gestión de una comida rica en grasas. Esto incluyó la reducción de los niveles de triglicéridos, un tipo de grasa en la sangre que puede provocar enfermedades cardiacas, y un cambio hacia la quema de grasas para obtener energía.

   «Descubrimos que simplemente restringiendo los carbohidratos, sin soportar una restricción calórica extrema, podemos cosechar los **efectos metabólicos** asociados con el ayuno a corto plazo», explica el doctor Adam Collins, coautor del estudio y profesor asociado de Nutrición en la Universidad de Surrey. «Esto sugiere que **reducir periódicamente nuestra ingesta de carbohidratos** podría ser una forma más accesible y sostenible para que las personas controlen y mejoren su salud metabólica».

EL ORGANISMO SE ADAPTA

   El estudio, publicado en el European Journal of Nutrition, también destaca que, aunque los participantes experimentaron un aumento del hambre durante los días de bajo consumo de carbohidratos, esto no resultó en un aumento en la ingesta de alimentos en los dos días siguientes.

   Esto sugiere que el organismo puede **adaptarse** a la ingesta reducida de carbohidratos, lo que podría facilitar el cumplimiento de esta dieta a largo plazo.

   El doctor Collins resalta que esta investigación «ofrece una nueva y prometedora perspectiva sobre las **intervenciones dietéticas para la salud metabólica** y podría tener un impacto en el control de afecciones como la diabetes tipo 2, las cardiopatías y la obesidad».

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