El mundo del deporte está en constante evolución. En los próximos años veremos cómo nuevos reglamentos y normativas transformarán la forma en que practicamos, observamos y desarrollamos las disciplinas deportivas. Destacaremos algunas de las nonemares que, prevemos, serán tendencia en 2025.
1. Innovación tecnológica y deporte
La tecnología se está integrando cada vez más en el contexto deportivo y esto no excluye la creación de nuevas normas. Asistimos a la incorporación de tecnologías como el VAR en el fútbol o el «ojito de halcón» en el tenis. En 2025, tecnologías como el 5G y la realidad virtual tendrán un impacto significativo en los deportes. Pero con ellas, vendrán nuevas normativas para garantizar un juego limpio y la seguridad de los atletas.
La mejora en el rendimiento: ¿El límite lo pone la ciencia?
Cada vez son más los atletas que recurren a la biomecánica y la genética para mejorar su rendimiento. Pero esta tendencia también plantea dilemas éticos y la necesidad de establecer normas que definan qué es legal y qué no. Imaginamos un 2025 en el que se regule el alcance de la ciencia en el deporte, equilibrando un campo de juego entre la naturaleza y la tecnología.
2. La importancia de la sostenibilidad en los eventos deportivos
El cambio climático y la consciencia ambiental marcarán, sin duda, las normas de los eventos deportivos en 2025. Los Juegos Olímpicos de París 2024 ya prometen ser “los primeros Juegos climáticamente positivos”, un precedente que impulsará a otras organizaciones a seguir su ejemplo. Una normativa que promueva el uso de energías renovables, minimice la producción de residuos y priorice los medios de transporte sostenibles será tendencia en el futuro cercano.
¿Qué sucede con las instalaciones deportivas?
No solo los eventos deberán ser sostenibles, también las instalaciones deportivas. En 2025, es posible que veamos más estadios «verdes», equipados con tecnología de ahorro de energía y reciclaje de agua. La normativa requerirá una construcción y mantenimiento más responsable de estas instalidades.
3. Igualdad de género e inclusión en el deporte
El deporte siempre ha sido un reflejo de la sociedad y, aunque ha adelantado en muchos aspectos, todavía hay camino por recorrer en relación a la igualdad de género. Esperamos que en 2025 se consoliden normas que potencien la equidad de género en todas las disciplinas deportivas, tanto en competiciones como en cargos directivos.
¿Y en términos de la diversidad y la inclusión?
Esperamos que en 2025 las normas deportivas también contemplen con más amplitud e inclusión a la diversidad. Esto se puede traducir en regulaciones que permitan a atletas transgénero competir en condiciones de igualdad, normativas que garanticen la accesibilidad y la inclusión de las personas con discapacidad, o simplemente normas que fomenten el respeto y la tolerancia entre los deportistas.
¿Implicará la tecnología una ventaja para algunos deportistas?
La tecnología puede mejorar el rendimiento deportivo, pero también tiene el riesgo de crear desigualdades. Por eso es necesario generar normas que aseguren un campo de juego equitativo.
¿Cómo se puede potenciar la sostenibilidad en los eventos deportivos?
Se pueden implementar medidas como la reducción de emisiones de carbono, el uso de energías renovables, la minimización de residuos y la potenciación del transporte sostenible.
¿Qué normas podrían favorecer la igualdad de género en el deporte?
Normas que fomenten la representación igualitaria en todas las disciplinas y categorías, tanto en competiciones como en puestos de dirección y decisión.