Desde SEDAR esperan la aprobación en el CISNS de un nuevo plan formativo para anestesiólogos para el año que viene.
MADRID, 16 Oct. –
El presidente de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR), Javier García, ha afirmado que «solo habría 30 muertos al año» por anestesia si esta solo fuera administrada por especialistas. Además, ha destacado que, sin estos médicos, en España morirían 4.000 pacientes sanos anualmente a causa directa de la anestesia.
«Si el 100 por ciento de los actos anestésicos estuvieran en manos de médicos anestesiólogos, de quienes ya os informo que no es así, solo habría 30 muertos al año. Los muertos por anestesia siguen existiendo, y no tenemos cifras reales porque no hay un registro nacional de muertes asociadas a anestesia», ha afirmado García durante una rueda de prensa por el Día Mundial de la Anestesia.
En ese sentido, ha recalcado que hay sedaciones de digestivo llevadas a cabo por médicos o enfermeros «sin ningún tipo de formación específica» en anestesiología.
La importancia de esta figura profesional radica en que todos los fármacos anestésicos «son letales» y provocan parada respiratoria, y que la diferencia entre que el paciente «se muera o no» depende de que el médico anestesiólogo los administre adecuadamente.
«Manejamos a diario estos cuatro fármacos que en 30 segundos paralizan todos los músculos del cuerpo. Si el paciente no respira, se muere de forma inmediata», ha manifestado García.
Además, ha lamentado que esta especialidad es una «huérfana farmacológica», pues no han salido nuevos medicamentos desde 1986, cuando se lanzó al mercado el propofol.
ACTUALIZAR LA FORMACIÓN DE LOS ANESTESIÓLOGOS
Por su parte, la vicepresidenta primera de SEDAR, Pilar Argente, ha señalado que el impacto de esta especialidad en la seguridad de los pacientes y en su mortalidad exige una actualización de la formación de los médicos internos residentes, que data de 1996 y ya no refleja la realidad actual.
Argente, también presidenta de la Comisión Nacional de Anestesiología y Reanimación, ha detallado que el programa formativo «corregido» ya ha sido presentado al Ministerio de Sanidad y a las comunidades autónomas.
El programa se encuentra actualmente en las comisiones técnicas de las consejerías de Salud de cada comunidad, que deberán dar el ‘visto bueno’ para su votación en el CISNS, esperando su aprobación para el próximo año.
La actualización del programa responde al «desajuste» con la práctica clínica habitual debido a los avances tecnológicos en cirugías de alto impacto y en la preservación de órganos trasplantados.
Asimismo, busca alinearse con los estándares europeos de calidad y seguridad asistencial, e incorporar de forma transversal la medicina perioperatoria integral con optimización preoperatoria y una «anestesia a medida» del paciente, adaptando el proceso no solo al acto quirúrgico, sino también a la idiosincrasia y comorbilidad de la persona.
«Debemos ajustar nuestro entorno a las nuevas tecnologías, a la anestesia fuera de las áreas quirúrgicas, que actualmente representan más del 60% de nuestra actividad global hospitalaria, y a las nuevas tecnologías de simulación», ha agregado.
Del mismo modo, ha subrayado la importancia de recibir formación en habilidades no tecnológicas, ya que el anestesista es un «líder de equipo» que debe manejar situaciones de crisis.
«La visión moderna no es formar a un técnico que duerme pacientes, sino a un especialista en la fisiología de un paciente crítico y quirúrgico. Debemos ser líderes en seguridad perioperatoria y expertos en el manejo del dolor, y estar preparados para adaptarnos a cualquier entorno y a la constante evolución tecnológica de la medicina», ha insistido Argente.
A pesar de la falta de innovación farmacológica, la seguridad anestésica en España ha mejorado, pasando de un muerto por cada 100.000 actos anestésicos en 1990 a uno por cada 200.000 actos en 2020, atribuida a la formación de médicos residentes, lo que resalta la importancia de su actualización.
Según los datos recogidos en el Sistema Español de Notificación en Seguridad en Anestesia y Reanimación (SENSAR), entre 2009 y 2023 se notificaron hasta 600 incidentes en 125 hospitales españoles, con un 1.3% de casos de muerte y un 8.6% de daño neurológico.
Al extrapolar estos datos a los 743 hospitales que existen en España, SEDAR estima que hay más de 66 muertes anuales exclusivamente por causas anestésicas y alrededor de 6,600 incidentes cada año.
«Nos consta que otros profesionales que no son médicos especialistas en anestesiología están realizando sedaciones, lo cual conlleva graves riesgos para la salud del paciente y compromete su seguridad», ha declarado la secretaria general de SEDAR, la doctora Marina Varela.
Así, ha enfatizado que los pacientes tienen derecho a conocer a su médico anestesista, a que se identifique antes del procedimiento, a saber quién los atiende y a recibir información completa sobre los riesgos asociados.