MADRID 13 May. –
Las **diferencias biológicas** y **psicosociales** entre hombres y mujeres influyen en la **incidencia**, **desarrollo** y **respuesta al tratamiento** del cáncer, incluso en aquellos no relacionados con los órganos reproductivos, según dos nuevos artículos realizados en el marco del proyecto Oncogenyx, impulsado por la compañía farmacéutica Organon y la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
Ambos documentos, elaborados en colaboración con la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) y publicados en la revista Clinical & Translational Oncology, demuestran que los datos de incidencia y mortalidad son más elevados en hombres que en mujeres, mientras que la población femenina se beneficia menos de los tratamientos.
Esta situación puede deberse tanto a factores **biológicos** como a las diferencias en el comportamiento respecto a la **percepción del riesgo** o la **búsqueda de atención sanitaria**, lo que puede influir en la **detección temprana del cáncer**.
«La influencia del **género** como constructo sociocultural que determina las normas sociales para hombres y mujeres también debe incluirse en la **toma de decisiones personalizada**, especialmente porque puede influir en los comportamientos de salud y el acceso a la atención médica», ha explicado la oncóloga del Hospital Universitario La Fe de Valencia, Ana Santaballa Bertrán.
Tras ello, ha resaltado que la **eficacia** y la **toxicidad** de opciones terapéuticas, como la **quimioterapia**, la **inmunoterapia**, las **terapias dirigidas** o la **radioterapia**, pueden variar según el sexo del paciente, y los tratamientos inmunológicos suelen ser más beneficiosos en hombres que en mujeres.
Por su parte, la farmacéutica hospitalaria oncológica del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, Beatriz Bernárdez, ha señalado que la **farmacocinética** y **farmacodinámica** de las terapias contra el cáncer difieren entre sexos por factores como la **composición corporal**, el **metabolismo**, la **fisiología** o la **expresión de receptores**, por lo que deberían evitarse los sesgos derivados de la escasa representación femenina en los ensayos clínicos.
«Sexo y género son variables clave en investigación y práctica clínica, ya que influyen en el **diagnóstico**, las **características moleculares**, el **pronóstico**, el **tratamiento** y la **dosis**», ha añadido.
La directora médica de Organon, María Dolores Canela, ha explicado que considerar las diferencias entre hombres y mujeres, tanto al diagnosticar como al tratar el cáncer, puede mejorar el **pronóstico** de la enfermedad y la salud de «toda» la sociedad.
«Por eso es tan importante buscar respuestas basadas en la **evidencia científica** a las preguntas que nos hacemos, y ser capaces de aplicar una nueva mirada con perspectiva de sexo y género para avanzar hacia una medicina cada vez más de **precisión**, también en Oncología», ha agregado.
A pesar de que en la actualidad ya existen diferentes mecanismos para evaluar las diferencias de sexo en la epidemiología y el comportamiento del cáncer, así como para mitigar las diferencias en el impacto del tratamiento, Canela ha manifestado que aún queda «mucho trabajo» por hacer.
«Hoy en día, los datos sobre la **epidemiología** y tratamiento del cáncer considerando las diferencias de sexo y género son limitados, lo que resalta la necesidad de una mayor investigación que considere estas variables, como la que estamos realizando en este trabajo conjunto con la SEOM y con la SEFH, y que seguirá ofreciendo resultados muy interesantes y útiles para los expertos y los pacientes», ha apuntado.