Copenhague coincide en que el ‘statu quo’ no puede seguir debido a la tensión con Rusia, pero considera que hay soluciones alternativas viables para la incorporación.
MADRID, 29 Mar. –
El Gobierno de Dinamarca está de acuerdo con Estados Unidos en que el ‘statu quo’ actual sobre Groenlandia «no puede continuar» a raíz de la tensión provocada por el estallido de la guerra de Ucrania, aunque opina que los términos del acuerdo firmado en 1951 aún permiten un margen de maniobra adecuado para solucionar la crisis diplomática entre Washington y Copenhague.
Groenlandia, un territorio autónomo de Dinamarca, ha sido un objetivo recurrente durante la administración de Trump, que durante su primer mandato consideró la idea de «comprar» la isla como medida de seguridad nacional, un concepto explorado por varias administraciones anteriores. Esta ambición estadounidense se enfrenta tanto al sentimiento de pertenencia que Groenlandia genera en parte de la población danesa como a los intereses independentistas de los groenlandeses.
Todas estas preocupaciones resurgieron con la reciente visita a Groenlandia del vicepresidente estadounidense, JD Vance, quien afirmó que a su país «no le queda más opción» que «negociar la adhesión del territorio una vez se independice de Dinamarca a través de un referéndum de autodeterminación».
Después de que la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, respondiera inicialmente, fue el turno del ministro de Exteriores, Lars Lokke Rasmussen, quien, al igual que la jefa del Gobierno, expresó su descontento por el «tono» de Vance, señalando que «así no se habla con un próximo aliado». Rasmussen sugirió una renegociación en base a los términos del acuerdo mutuo de defensa de 1951, una herramienta que Copenhague sigue considerando válida.
«(El acuerdo) ofrece una amplia oportunidad para que Estados Unidos tenga una presencia militar mucho más fuerte en Groenlandia. Si eso es lo que desea, hablemos de ello», declaró el ministro de Exteriores, recordando que «en 1945, Estados Unidos llegó a contar con 17 bases e instalaciones en Groenlandia».
«Podemos hacer mucho más, mucho más, dentro del marco actual. Aprovechémoslo y hagámoslo juntos», añadió el ministro en un mensaje publicado en su cuenta de X (Twitter), en respuesta a las acusaciones del vicepresidente sobre la supuesta pasividad de Dinamarca en este asunto.
«Eso es porque todos coincidimos en que el Ártico«, respondió Rasmussen, «tenía que ser una zona de baja tensión, pero es cierto que ese momento ha pasado: el ‘statu quo’ no es una opción». El ministro recordó las recientes inversiones multimillonarias en seguridad en el territorio y que Groenlandia forma parte de la OTAN y está protegida por las «garantías de seguridad» que ofrece la Alianza Atlántica.