¿Dónde estaba el Ejército para nuestra protección?

¿Dónde estaba el Ejército para nuestra protección?


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Archivo – Familiares y amigos de los rehenes israelíes en manos de Hamás se manifiestan en Tel Aviv – Nir Alon/ZUMA Press Wire/dpa – Archivo

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Quienes aún tienen a sus seres queridos secuestrados en Gaza piden que se detenga la guerra y se rinda cuentas.

TEL AVIV, 8 May. –

Aunque ya ha pasado más de un año y medio desde el sorpresivo ataque del grupo terrorista palestino Hamás que resultó en más de 1.200 muertos y más de 200 secuestrados, **Israel todavía no ha podido seguir adelante**, especialmente quienes perdieron a sus seres queridos o esperan su liberación de los captores en Gaza. Todas estas familias buscan respuestas sobre por qué el Ejército no pudo protegerles y demandan **responsabilidad por los hechos ocurridos**.

El asombro es mayor entre quienes residían en los ‘kibutzim’ atacados aquel día, cerca de la Franja, y vivieron de primera mano el ataque. Las personas que llevaban años cerca de la frontera con Gaza estaban acostumbradas a los sonoros alarmas y los proyectiles, pero en la madrugada del 7 de octubre de 2023, comprendieron que esto superaba cualquier experiencia previa.

«Durante años pensamos que era la frontera más protegida del mundo, con los avances tecnológicos más sofisticados», destaca Luis Har, uno de los pocos rehenes rescatados por el Ejército israelí aquel día. Generalmente, explica, había soldados en la zona, pero «ese día no había nada». «¿Cómo ocurrió esto? ¿Cómo se llegó a tal punto?», cuestiona. «No tengo respuestas», añade.

Por ello, sostiene que «debe haber una investigación oficial», a pesar de que el Gobierno israelí parece querer «mantenerse al margen». «Nos han dejado vulnerables, y eso es lo que Hamás esperaba para ejecutar su ataque», lamenta Har, quien afirma que el grupo terrorista se preparó durante cinco años, según le contaron sus captores.

Actualmente, él sigue viviendo en el kibutz Urim, donde ha construido un refugio en su hogar, aunque legalmente no es obligatorio, ya que no se encuentra a menos de 7 kilómetros de Gaza. Sin embargo, su pareja, Clara, quien también fue secuestrada y liberada en uno de los primeros intercambios, no se siente segura regresando a su hogar en el kibutz Nir Yzjak, donde ocurrió el ataque.

Silvia Cuño vie también vivió aquel trágico día. Ella y su esposo lograron refugiarse en la habitación segura de su vivienda en el kibutz Nir Oz, uno de los más afectados, pero dos de sus hijos no tuvieron la misma suerte. David y Ariel son parte de los 59 rehenes aún en manos de Hamás.

«Sé que están con vida», aunque no están juntos, comparte durante un encuentro con periodistas organizado por Fuente Latina, justo antes de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunciara que en vez de 24, serían solo 21 los rehenes que siguen vivos bajo el cautiverio en la Franja. Desde el Foro de las Familias de los Rehenes, han solicitado aclaraciones, ya que hasta el momento la información oficial indica que hay 24 rehenes vivos.

EL GOBIERNO DEBE PARAR LA GUERRA

El mensaje de esta mujer, que llegó desde Argentina en 1986 al Gobierno de Benjamin Netanyahu, es claro: «Que los saquen, que los liberen, que detengan la guerra y liberan a los 59 secuestrados, tanto los que están vivos como los que lamentablemente no lo están».

«En este momento nos sentimos solos, no sabemos por qué las cosas se están prolongando», expresa con impotencia Rebecca González, esposa de Elkana Bohbot, otro de los rehenes que sigue en manos de Hamás. En el último mes, han circulado tres vídeos suyos como prueba de vida. Rebecca apunta al Gobierno de Netanyahu, pues cree que una vez que todos los rehenes regresen, empezarán las investigaciones.

«Todos los responsables el 7 de octubre deben rendir cuentas y enfrentarse a la justicia», sostiene. «Así que están más preocupados por mantener sus posiciones». «Hamás tiene una ideología; cada día nace uno nuevo y cada día habrá más», subraya esta colombiana casada con un israelí. Para ella, lo de ese día fue un «error». «¿Dónde estaba el Ejército? Es la única entidad encargada de proteger a sus ciudadanos», enfatiza.

HAY QUE EVITAR UN NUEVO ATAQUE

A su juicio, **Israel no puede asumir que acabará con Hamás**, sino que debe preocuparse por traer de vuelta a los secuestrados, terminar la guerra y tomar medidas para evitar que esto vuelva a suceder en el futuro. De lo contrario, «ninguna madre querrá enviar a sus hijos al Ejército», sabiendo que podrían ser secuestrados y nunca regresar, y así «no habrá ninguna protección en Israel».

«El Gobierno israelí cree que con presión y bombardeos podrá liberar a los rehenes, pero están 30 metros bajo tierra; no hay manera de llegar a ellos y sacarlos con vida», argumenta.

«Queremos entender qué sucedió y qué llevó al 7 de octubre», coincide Hila Abir, cuyo hermano Lotan fue asesinado ese día cerca de un refugio y una parada de autobús próxima al festival Nova de música electrónica. «Necesitamos respuestas que nos ayuden a seguir adelante y evitar la próxima pesadilla para Israel», clama.

Hila, quien ha dejado su trabajo como arquitecta para dedicarse a contar lo que sucedió con su hermano y ayudar a otras familias, no comprende «cómo van a evitar el próximo ataque terrorista si no realizan investigaciones». Sin embargo, a su parecer, al Gobierno no parece interesarle, «se cubren unos a otros». Y mientras tanto, «el siguiente ataque está a la vuelta de la esquina, y no me siento segura».

Ella admite que está «enfadada» con el Gobierno israelí porque su deber era proteger a la población y prevenir que esto ocurriera. «El trabajo de Hamás es matarnos, eso es lo que desean», añade, subrayando que no le sorprende que lo hicieran. «Me sorprende que el Ejército no reaccionara a tiempo, no lo impidieron», recalca. «¿Dónde estaban el 7 de octubre?», se pregunta retóricamente.

HAMÁS NOS ODIA

Sus opiniones sobre Hamás son compartidas. «Ellos nos odian», resume Silvia Cuño, subrayando que esta es la ideología que inculcan a los palestinos en Gaza desde pequeños.

«Hoy en toda la Franja de Gaza no hay con quién dialogar, queremos paz, pero no hay con quién hacerla, porque desde que nace un niño le colocan la bandana verde y una arma al lado», lamenta también Luis Har. «Todos esos chicos desde su nacimiento son educados en el odio», insiste, destacando que «el peor enemigo de Gaza es Hamás».

«Ellos están sufriendo por sus propias decisiones», opina Alejadra López, una de las supervivientes del ataque de Nova, apoyando que Israel debe responder por las víctimas y respaldando las medidas fuertes que han tomado, porque sus amigos asesinados aquel día no habían hecho nada, solo asistieron a un festival.

«Cuando una madre empiece a amar más a su hijo que a la guerra, la historia de Gaza cambiará, pero eso nunca sucederá, porque (en Gaza) una madre da la bendición para que maten», denuncia. «La madre aquí (en Israel) da la bendición para que regresen a casa», contrasta.

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