MADRID, 31 Dic. –
El año 2025 marcará un hito en la Historia reciente de la Medicina. Desde las primeras terapias capaces de modificar la evolución del Alzheimer hasta el uso clínico de la biopsia líquida para anticiparse al cáncer, pasando por nuevos tratamientos inmunológicos en enfermedades neurológicas y un cambio de paradigma en el manejo de la cronicidad. Así, la innovación científica ha dado pasos decisivos que ya se traducen en más supervivencia, en una mejor calidad de vida y en una atención sanitaria más precisa.
Hemos consultado a varios expertos españoles sobre los principales hitos médicos alcanzados en este 2025. Todos coinciden en que estos avances no solo amplían el arsenal terapéutico, sino que redefinen la forma de diagnosticar, tratar y acompañar a los pacientes en el sistema sanitario del futuro.
En primer lugar, Mar Mendibe Bilbao, vicepresidenta y responsable del Área Científica de la Sociedad Española de Neurología (SEN), destaca que los avances científicos de este 2025 «marcan un antes y un después en la investigación de enfermedades neurológicas», señalando tres ámbitos: Alzheimer, Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), y trastornos neuromusculares como la Miastenia Gravis.
En relación al Alzheimer, apunta al ‘lecanemab’ y al ‘donanemab’ como terapias anti-amiloide: «Este año ha consolidado la aprobación de terapias dirigidas directamente contra el amiloide en la enfermedad de Alzheimer, marcando un cambio de paradigma en el tratamiento de esta enfermedad neurodegenerativa. Este hecho representa un paso relevante en la lucha contra la enfermedad que afecta en España a entre 830 y 900.000 personas».
Recuerda que el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) recomendó en abril conceder la autorización para comercializar ‘lecanemab’ en Europa bajo condiciones específicas dirigidas a pacientes con patología amiloide en fases precoces y características genéticas determinadas (ApoE4).
Más tarde, menciona que el anticuerpo ‘donanemab’ ha sido el segundo fármaco aprobado en la UE tras un proceso de reexamen de la EMA: «La Comisión Europea autorizó su comercialización en septiembre de 2025 para pacientes en fases iniciales de Alzheimer, con criterios de selección específicos que optimizan el perfil beneficio-riesgo del tratamiento».
La portavoz de la SEN resalta que la disponibilidad real del tratamiento dependerá de las decisiones que se tomen a nivel nacional respecto a su evaluación y financiación. «Apostamos por una implementación rigurosa, equitativa y basada en la evidencia científica que garantice que cualquier nuevo tratamiento llegue a los pacientes que pueden beneficiarse de manera segura y justa», sostiene.
REGISTRO NACIONAL DE ESCLEROSIS LATERAL AMIOTRÓFICA
Por otro lado, Mendibe Bilbao resalta la puesta en marcha del Registro Nacional de ELA, impulsado por la Red de investigación colaborativa CIBERER (Enfermedades Raras) en colaboración con la Fundación Luzón-Unzue y neurólogos de unidades y consultas de referencia.
«Se ha consolidado como la base de datos nacional de los casos clínicos y de las biomuestras estandarizadas, un registro que ayudará a potenciar la investigación traslacional en ELA, además de reforzar la colaboración entre los centros asistenciales», afirma. Hasta la fecha, se ha registrado información de más de 1.375 personas con ELA en nuestro país.
INVESTIGACIÓN EN ENFERMEDADES NEUROMUSCULARES
Asimismo, la vicepresidenta de la SEN señala que el campo de las enfermedades neuromusculares ha experimentado un auge este 2025, gracias al desarrollo clínico de nuevas moléculas con mecanismos de acción innovadores para tratar trastornos autoinmunes, como la miastenia gravis generalizada (gMG) y otras miopatías. Varios enfoques terapéuticos para modular o reducir las respuestas inmunitarias patogénicas han tenido resultados positivos en ensayos clínicos este año.
Además, están en marcha ensayos en fases tempranas con terapias celulares CAR-T, dirigidas a pacientes con formas refractarias de miastenia gravis y esclerosis múltiple, que han mostrado datos preliminares de seguridad y reducción de la actividad biológica, sugiriendo un potencial beneficio.
«Estos avances están acompañados de múltiples iniciativas en investigación para ampliar las opciones terapéuticas en enfermedades neuromusculares y neuroinmunológicas, donde la inmunoterapia se perfila como un componente crucial», concluye Mar Mendibe Bilbao.
CÁNCER: LA BIOPSIA LÍQUIDA, GUÍA DE PRONÓSTICO Y TRATAMIENTO
En otra conversación, el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Javier de Castro, señala la biopsia líquida como uno de los principales avances de este año: «Ha pasado de ser una promesa a una realidad consolidada en 2025, enfocándose en el análisis del ADN tumoral circulante (ctDNA) a partir de una simple muestra de sangre».
Destaca que su principal avance radica en su integración en la práctica clínica para el pronóstico y la toma de decisiones terapéuticas, especialmente en cánceres de alta prevalencia. Por ejemplo, en el cáncer de mama o de vejiga, se utiliza el ctDNA para detectar la enfermedad residual mínima tras cirugía o quimioterapia. «Si el ctDNA persiste, indica un alto riesgo de recaída, lo que permite a los oncólogos seleccionar tratamientos adyuvantes más intensivos o inmunoterapia dirigida», agrega.
El oncólogo también enfatiza la expansión de la inmunoterapia y las terapias combinadas en 2025, resaltando que la inmunoterapia «sigue siendo fundamental». Indica que el mayor avance es su traslado a estadios precoces de la enfermedad (tratamiento adyuvante) en más tipos de tumores, como el cáncer de colon con inestabilidad microsatelital (dMMR) o ciertos subtipos de cáncer de mama.
«La clave radica en la mejora de la supervivencia libre de enfermedad en estos pacientes, al usar la inmunoterapia inmediatamente después de la cirugía o en combinación con quimiorradioterapia preoperatoria. Esto no solo reduce el riesgo de recurrencia, sino que establece un nuevo estándar de cuidado al aprovechar la capacidad del sistema inmune para eliminar células tumorales. También se observa un aumento de la eficacia en tumores como el cáncer de pulmón gracias a la combinación de quimioterapia e inmunoterapia», destaca.
EXPLOSIÓN DE ANTICUERPOS CONJUGADOS
De Castro también valora la explosión de los anticuerpos conjugados o ADCs como una de las áreas de mayor innovación terapéutica del año: «Estos fármacos se han convertido en terapias altamente selectivas que combinan un anticuerpo y un potente agente quimioterápico».
La novedad en 2025 es el desarrollo de ADCs de segunda y tercera generación más estables y selectivos, aumentando su eficacia y reduciendo la toxicidad sistémica. «El impacto es notable en tumores previamente difíciles de tratar, donde están logrando tasas de respuesta y supervivencia libre de progresión superiores a las terapias convencionales, ofreciendo nuevas oportunidades a pacientes con enfermedad avanzada», comenta.
También menciona el aumento de las terapias dirigidas, que han demostrado alta eficacia en tumores en estadios avanzados, prolongando la supervivencia. Se ha evidenciado el papel de esta estrategia terapéutica en tumores sin extensión metastásica, lo que ayuda a evitar recurrencias y aumenta las curaciones.
Finalmente, destaca los avances en anticuerpos en dos aspectos: algunos que antes se administraban por vía intravenosa ahora se dan subcutáneamente, mejorando comodidad y reduciendo reacciones adversas; y la incorporación de nuevos diseños de anticuerpos que logran eficacia superior, abriendo nuevas vías de tratamiento junto con ADCs.
BENEFICIOS DE LA VACUNA DEL COVID-19 EN EL CÁNCER
El profesor Eduardo Díaz-Rubio, oncólogo y presidente de la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME), considera que uno de los principales hitos de este 2025 se reveló en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) en Berlín: «Las vacunas de ARN mensajero contra la COVID-19 podrían tener un efecto adicional beneficioso en personas con cáncer». Un estudio que fue publicado en Nature en octubre de 2025, que ya se está preparando para un ensayo clínico fase III para confirmar hallazgos.
Díaz-Rubio menciona que esta investigación, realizada por el MD Anderson Cancer Center y la Universidad de Florida, analizó a 1.087 pacientes que recibieron inmunoterapia para el cáncer: «Los resultados muestran que quienes habían sido vacunados con la vacuna contra el COVID-19 de tipo ARNm en los 100 días previos al inicio del tratamiento presentaron una supervivencia significativamente mayor». A los tres años, el 63% de los vacunados seguía con vida, frente al 34% del grupo no vacunado. Los mayores beneficios se observaron en pacientes con cáncer de pulmón y melanoma.
Los investigadores sugieren que la vacuna podría actuar como un ‘impulso’ inmunológico, mejorando la respuesta del organismo a la inmunoterapia, probablemente a través de mecanismos relacionados con el interferón tipo I.
NUEVOS ESQUEMAS DE VACUNACIÓN EN ADULTOS Y PACIENTE CRÓNICO
Por último, hablamos con Pilar Rodríguez Ledo, presidenta de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), quien señala que uno de los principales hitos de este año es el diseño de nuevos esquemas de vacunación para adultos y pacientes crónicos.
«La ampliación y actualización de las indicaciones de vacunación frente a patógenos como el neumococo, el virus respiratorio sincitial (VRS) y el herpes zóster en adultos, especialmente en personas mayores y pacientes con enfermedades crónicas, representa un avance relevante en la prevención de complicaciones graves», subraya. Estas vacunas contribuyen a la reducción de la morbilidad y mejoran la calidad de vida en un contexto de envejecimiento poblacional.
Rodríguez Ledo también prioriza la monitorización domiciliaria integrada en la historia clínica, permitiendo una detección precoz de descompensaciones y facilitando un seguimiento continuo y proactivo de los pacientes crónicos, en patologías como diabetes y EPOC.
Finalmente, indica que los nuevos tratamientos para la obesidad y el riesgo cardiometabólico han dado forma a un cambio de paradigma asistencial, donde los agonistas del GLP-1 y las terapias combinadas permiten abordar la obesidad efectivamente como una enfermedad crónica y no solo como un problema de estilo de vida.
«Estos tratamientos han demostrado beneficios claros no solo en la pérdida de peso, sino también en la mejora del control glucémico y en el impacto positivo en la calidad de vida de los pacientes», concluye.



