MADRID 21 Oct. –
El Comité Técnico de Árbitros (CTA) considera que se anuló de forma correcta el gol de Alex Baena por fuera de juego por interferencia de Antoine Griezmann durante el Atlético de Madrid-Osasuna del pasado sábado en LaLiga EA Sports.
Durante su ‘Tiempo de Revisión’ de este martes, en el que revisan algunas de las jugadas más polémicas de LaLiga EA Sports, el CTA indicó que en el Riyadh Air Metropolitano se aplicó «correctamente el reglamento», que establece que «un jugador en posición de fuera de juego comete infracción si realiza una acción que afecte claramente a la posibilidad de un adversario de jugar o disputar el balón».
«En esta jugada, el jugador del Atlético (Griezmann), en posición adecuada, interfiere en la capacidad del defensor (Boyomo) para disputar el balón, aunque no lo toque. Esta interferencia constituye una acción punible, por lo que el gol debe ser anulado. El VAR interviene correctamente al detectar una posible infracción no sancionada que acaba en gol y recomienda revisión. Desde el punto de vista reglamentario, la acción se ajusta a la definición de interferencia en un adversario», añadió.
Otra decisión que analiza este programa semanal, que lanza la RFEF en sus redes sociales, es la mano de Dani Vivian que no fue señalizada por José Luis Guzmán Mansilla en el Elche-Athletic Club, después de que le avisaran desde la sala VOR sobre una posible roja al central visitante.
Para el CTA, el colegiado «aprecia una falta» del delantero André da Silva «al producirse un contacto, que resulta suficiente para desestabilizar» a Vivian «justo en el momento en que éste se dispone a disputar el balón». «Ese desequilibrio impide al defensor intervenir con todas las garantías para poder despejar, alterando así el desarrollo natural de la jugada», subrayó.
«Es importante destacar que no puede considerarse una carga legal, ya que el balón no está en disputa para el atacante. Por tanto, el contacto se interpreta como una acción imprudente que limita la capacidad del defensor para jugar el balón con normalidad. Tras este contacto inicial, el balón impacta en la mano del defensor, tratándose de una mano punible y el VAR interviene al detectar una posible infracción, advirtiéndole de una posible falta previa y recomienda revisión», prosiguió.
Sin embargo, Guzmán Mansilla, tras acudir al monitor, decidió mantener su decisión de no señalar la falta por mano, «considerando que la falta previa del atacante condiciona la acción». «En definitiva, se trata de una jugada de interpretación donde el árbitro valora que el contacto del atacante afecta directamente a la posibilidad del defensor de disputar el balón», sentenció el comité.
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