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Felipe VI expresa que tras 50 años de democracia, los españoles comprenden que «la tolerancia y el respeto» son esenciales para construir el futuro.
MADRID, 9 Ene. (EUROPA PRESS) –
El Rey Felipe VI ha reconocido la dificultad de lograr consensos en un contexto internacional «complejo e inestable» y ha enfatizado la necesidad de «establecer diálogos ágiles» y de fortalecer la UE «como actor global» para que contribuya a la defensa del Derecho Internacional y la paz.
Lo ha hecho ante más de un centenar de embajadores acreditados en España durante la tradicional recepción al cuerpo diplomático en el Palacio Real, a la que también han asistido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea, José Manuel Albares.
«El complejo e inestable escenario internacional» y los desafíos globales, ha reiterado Felipe VI, «nos interpelan a todos» y «exigen respuestas conjuntas y responsables» y «una mayor y mejor cooperación».
En este sentido, ha afirmado que «la creciente dificultad para alcanzar o mantener consensos en el ámbito multilateral hace aún más crítica la urgencia de establecer diálogos eficientes, que miren a largo plazo con generosidad, responsabilidad, rigor científico y también realismo económico».
Felipe VI ha subrayado que «la sociedad española, asentada en casi cinco décadas de democracia, sabe que la tolerancia y el respeto son los únicos pilares sobre los que se puede construir el futuro».
Por ello, ha transmitido a los embajadores, entre los que estaban los de Marruecos y Argelia, que cuando España habla con sus respectivos países lo hace «con el propósito de cooperar y abogar por la paz, el valor esencial que nos seguirá guiando en este 2025».
Asimismo, ha sostenido que la UE «debe seguir abriendo sus horizontes» y «reforzando su posición estratégica en el mundo». Todo ello, ha considerado el monarca, «debe afianzar el papel de la UE como actor global, superando condicionantes internos, para actuar unidos, contribuyendo con convicción a la defensa del Derecho Internacional, a la paz y a la estabilidad».
Las declaraciones de Don Felipe se producen en un momento de incertidumbre en Europa ante la inminente llegada a la Casa Blanca de Donald Trump, a quien no ha mencionado en su discurso. El Rey sí ha querido resaltar la «interlocución fluida y frecuente» que ha habido en 2024 con la Administración de Joe Biden y también manifestar el «compromiso firme» de España con la Alianza Atlántica.
UCRANIA Y ORIENTE PRÓXIMO
Por otra parte, y como ya ocurrió hace un año, Felipe VI ha mencionado los dos grandes conflictos actuales: el de Ucrania y el de Oriente Próximo. En relación al primero, ha enfatizado que «es fundamental que la UE mantenga su apoyo a Ucrania», cuyo embajador estaba entre los presentes, no así el ruso en esta ocasión.
El Rey ha afirmado que «la comunidad internacional no puede permanecer impasible» ante el «costo insoportable en vidas, en víctimas inocentes y en destrucción de infraestructura y del bienestar».
Asimismo, ha querido dejar claro nuevamente que el reconocimiento del Estado palestino por parte de España «busca contribuir a la estabilidad en la región y apoyar los esfuerzos por una solución pacífica».
El acto ha contado con la asistencia por primera vez en calidad de embajador del representante palestino, aunque ya había estado presente en el evento antes, mientras que también ha estado presente el encargado de negocios israelí como máximo representante de su país, dado que el Gobierno de Benjamin Netanyahu retiró a la embajadora el pasado mes de mayo.
AMÉRICA LATINA, ÁFRICA Y TERRORISMO
Con respecto a América Latina, el monarca no ha mencionado la situación en Venezuela, cuya embajadora ha estado entre los asistentes, un día antes de que expire el mandato de Nicolás Maduro y este retome nuevamente el cargo como presidente. El Gobierno no tiene previsto enviar ningún representante a este acto dado que no reconoce la victoria del líder chavista en las elecciones del 28 de julio.
Así, se ha limitado a destacar los «fuertes lazos históricos, culturales y humanos» que unen a la Comunidad Iberoamericana así como «una tupida agenda de cooperación estructurada» y una visión muy compatible y compartida del mundo, agradeciendo que se haya elegido a España como sede de la próxima Cumbre Iberoamericana en 2026.
También ha mencionado el apoyo de España a la «seguridad y el desarrollo en África» y ha abordado la «lacra del terrorismo», que golpea a tantas regiones del mundo, enfatizando la necesidad de fortalecer la cooperación internacional como única vía efectiva para combatir esta amenaza a la seguridad global.
«Ningún acto terrorista tiene justificación ni cabida en nuestras sociedades», ha subrayado, aprovechando para condenar los últimos atentados ocurridos en la ciudad alemana de Magdeburgo y el perpetrado el 1 de enero en Nueva Orleans.