El suplemento que promete cuidar tu piel este verano (sin reemplazar la crema)

El suplemento que promete cuidar tu piel este verano (sin reemplazar la crema)

  MADRID, 19 Ago. –

  Este verano, las cápsulas solares vuelven a destacar como aliadas en la lucha contra el daño solar. Estos nutricosméticos tienen la promesa de reforzar la fotoprotección desde el interior, gracias a extractos vegetales, antioxidantes y vitaminas. Sin embargo, es importante señalar que no son un permiso para tomar el sol sin límites.

  Durante una entrevista, la dermatóloga Bibiana Pérez García, del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, comparte cómo funcionan, en qué casos son útiles y los riesgos comunes asociados.

  Primero, le preguntamos sobre las cápsulas solares para entender exactamente qué son: «No son medicamentos, sino nutracéuticos o nutricosméticos, es decir, complementos alimentarios con propiedades preventivas o terapéuticas».

PRINCIPAL OBJETIVO: MINIMIZAR LOS DAÑOS DEL SOL

  La doctora explica que el objetivo de las cápsulas solares es reducir el daño causado por la luz ultravioleta en la piel, principalmente al disminuir el estrés oxidativo inducido por la radiación UV. «Sus componentes actúan neutralizando los radicales libres que se generan en la piel por la radiación solar, reduciendo el daño en el ADN, disminuyendo la inflamación, y potenciando los mecanismos de reparación endógenos de la piel«, destaca.

  En concreto, menciona que muchas cápsulas disponibles en el mercado contienen combinaciones de ‘Polypodium leucotomos’, ‘carotenoides’ (como betacaroteno, licopeno, luteína y astaxantina), polifenoles, y vitaminas, sobre todo E y C. «Algunas también incluyen niacinamida, así como extractos de té verde y resveratrol«, añade.

NO HAY UN NIVEL DE EVIDENCIA CIENTÍFICO ALGO

  Sin embargo, la doctora advierte que, aunque existen muchos estudios sobre la eficacia de la fotoprotección oral, «el nivel de evidencia científica no es alto». Recientemente, se publicó en ‘Archives of Dermatological Research’ un estudio que mostró una mejora en la fotoprotección en el 80% de los voluntarios tras la ingesta de 240 mg de extracto de Polypodium dos veces al día durante 5 días (Arch Dermatol Res 2025Mar 17: 317(1):580).

  «Se pueden encontrar múltiples estudios experimentales que demuestran la eficacia de estos y otros componentes de los fotoprotectores orales en reducir la oxidación y la inflamación provocadas por los UV, aunque la evidencia de su aplicación clínica en la vida real es escasa. Hay investigaciones que apoyan su uso como coadyuvantes en pieles con fotosensibilidad o tendencia a hiperpigmentación tipo melasma», subraya la especialista del Hospital Universitario Ramón y Cajal.

¿UNA ALTERNATIVA A LA CREMA SOLAR?

  Una de las dudas más frecuentes es si estas cápsulas pueden reemplazar la protección proporcionada por las cremas solares. La doctora Pérez aclara que no, ya que «las cremas fotoprotectoras evitan que la radiación UV sea absorbida por la piel, mientras que los fotoprotectores orales buscan reducir el daño de la radiación que ya se ha absorbido».

  Por lo tanto, como afirma, «las cápsulas solares no son una barrera contra la luz UV y deben ser consideradas un complemento a la fotoprotección, nunca un sustituto de las cremas», enfatiza.

  A su juicio, el principal mito sobre las cápsulas solares es la creencia de que estos productos pueden ayudar a broncearse y permitir una exposición al sol sin riesgos: «Siempre deben considerarse un complemento a la fotoprotección tópica, incluyendo barreras físicas como la ropa y la búsqueda de sombra».

CUÁNDO SÍ SE RECOMIENDAN

  La dermatóloga sostiene que cualquier persona puede beneficiarse de estos productos, aunque son particularmente indicados para quienes tienen reacciones adversas a la exposición solar (conocida como ‘alergia al sol’), así como para personas con tendencia al melasma, casos de piel fotoenvejecida, o tras procedimientos que aumentan el riesgo de hiperpigmentación postinflamatoria. «Existen fórmulas adaptadas para su uso en niños», señala.

  Como recomienda, su uso idealmente debería comenzar antes de la temporada de exposición solar y mantenerse durante toda ella. «Generalmente, son bien toleradas, aunque algunas personas pueden experimentar leve malestar gastrointestinal. Es crucial no exceder las dosis recomendadas», advierte.

  Además, Bibiana Pérez García recalca la importancia de entender siempre el papel de estos productos, y de no verlos como una autorización para exponerse al sol sin restricciones, así como la necesidad de utilizar productos de laboratorios de confianza, consultar a un médico si se tienen problemas de salud o si se están tomando medicamentos, y usarlos en las dosis recomendadas junto con medidas generales de protección.

  «Si se tienen antecedentes de cáncer de piel o enfermedades dermatológicas, es recomendable consultar a un dermatólogo sobre la conveniencia de utilizar estos productos en su situación específica y su correcto uso», concluye la experta.

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