MADRID, 17 May.
A raíz de la pandemia de Covid-19, se ha incrementado la conciencia sobre cómo los virus y bacterias pueden transmitirse a través del contacto con superficies, objetos e incluso textiles. Ante esta situación, se hizo común el uso de jabones desinfectantes y lavados a alta temperatura. Sin embargo, esto podría no ser suficiente para la ropa de médicos, enfermeras y profesionales sanitarios en general.
Las lavadoras domésticas resultan inadecuadas para desinfectar los uniformes del personal sanitario, ya que no eliminan patógenos importantes que pueden permanecer en la ropa, contribuyendo a la propagación de infecciones en hospitales, según un estudio de la Universidad De Montfort en Reino Unido.
El estudio destaca que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha catalogado como «prioritarias» a las especies ‘Enterococcus faecium’, ‘Staphylococcus aureus’, ‘Klebsiella pneumoniae’, ‘Acinetobacter baumanii’, ‘Pseudomonas aeruginosa’ y ‘Enterobacter spp.’, las cuales son responsables de importantes infecciones intrahospitalarias.
Otras investigaciones han demostrado que ‘P. aeruginosa’, ‘Escherichia coli’, ‘E. faecium’ y ‘S. aureus’ pueden sobrevivir al menos 20 días en textiles de algodón, mientras que ‘E. faecium’ y ‘S. aureus’ pueden permanecer vivas más de siete días en textiles de poliéster.
EN 2012, HUBO UN BROTE DE ‘BACILLUS CEREUS’ POR LA ROPA DE CAMA
Se han registrado varios casos de infecciones adquiridas en hospitales asociadas con textiles de atención médica; por ejemplo, en 2002, un brote de ‘Acinetobacter baumanii’ resistente se vinculó a la contaminación de cortinas y equipos. En 2012, un brote de ‘Bacillus cereus’ en Singapur se originó en la ropa de cama.
La nueva investigación, publicada en ‘PLOS One’, evaluó la efectividad de seis modelos de lavadoras domésticas en la desinfección de la ropa utilizada por médicos y enfermeras. Para el estudio, los autores colocaron bioindicadores de ‘E. faecium’ en bolsas de polialgodón y las lavaron en ciclos rápidos y estándar.
Los hallazgos revelaron que la mitad de las lavadoras no desinfectaron adecuadamente durante el ciclo rápido, mientras que un tercio no logró limpiar efectivamente en el ciclo estándar.
PRESENCIA DE PATÓGENOS
Además, el equipo de investigación analizó la presencia de bacterias potencialmente patógenas en 12 modelos de lavadoras, tomando muestras de los tubos del cajón del detergente y del sello de goma del tambor.
El análisis mostró que tres clases principales de bacterias constituían más del 60 por ciento de las detectadas: ‘Actinomycetes’, ‘Gammaproteobacteria’ y ‘Alphaproteobacteria’. Además, se detectaron genes de resistencia a antibióticos en todas las muestras secuenciadas.
Asimismo, las investigaciones demostraron que las bacterias pueden desarrollar resistencia al detergente doméstico, lo que también incrementa su resistencia a ciertos antibióticos.
Ante estos hallazgos, los expertos abogan por actualizar las directrices de lavado para el personal sanitario y sugieren que sean los centros sanitarios quienes se encarguen de lavar los uniformes con máquinas industriales.
«Nuestra investigación demuestra que las lavadoras domésticas a menudo no desinfectan los textiles, lo que permite la supervivencia de bacterias resistentes a los antibióticos. Si realmente nos tomamos en serio la transmisión de enfermedades infecciosas a través de los textiles, debemos replantearnos la forma en que lavamos la ropa del personal sanitario«, concluyeron los investigadores.