MADRID 11 Ago. –
España ha registrado tres casos de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en lo que va de año, el último de ellos en la provincia de Toledo a finales de julio, según el último boletín del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC).
Específicamente, el primer caso se diagnosticó a finales de mayo en Salamanca, seguido por un segundo caso en julio en la misma provincia y el tercero a finales de julio en Toledo. Según el informe, estos casos «no son inesperados», dado que el virus circula entre animales en Salamanca y Toledo.
De hecho, entre 2016 y 2024, se notificaron 16 casos autóctonos de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en España, con inicio de síntomas entre abril y agosto. En 2024, se notificaron 4 casos con probable exposición a picaduras de garrapata en Salamanca, Toledo, Córdoba y Cáceres; de estos, 2 resultaron mortales.
La evidencia de circulación del virus en España se remonta a 2010, cuando se detectó en garrapatas ‘H. lusitanicum’ en Cáceres. Los primeros casos humanos se diagnosticaron en 2016, aunque se identificó un caso retrospectivo ocurrido en 2013.
A pesar de que el riesgo de contraer FHCC para la población general en áreas afectadas es bajo, este se incrementa considerablemente para quienes realizan actividades que los expongan a picaduras de garrapatas, como la caza, trabajos forestales o senderismo, según advierte el ECDC.
Por otro lado, el informe menciona dos casos en Grecia en la región de Tesalia, que se consideran «inesperados», ya que no se habían notificado previamente casos de FHCC en la zona. El contagio primario ocurrió mediante la picadura de una garrapata, mientras que el contagio secundario se presentó en un profesional sanitario que atendió al primer caso.
Estos son los primeros casos desde 2008, cuando se detectó el único caso de transmisión local en Tracia, cercana a Bulgaria.
RECOMENDACIONES DEL ECDC
Para prevenir la FHCC y otras enfermedades transmitidas por garrapatas, las personas en riesgo deben adoptar medidas de protección contra las picaduras. Las principales recomendaciones incluyen: el uso de repelentes de garrapatas, prendas protectoras y la correcta eliminación de garrapatas.
Las garrapatas de la especie Hyalomma son los principales vectores del virus de la FHCC. Hyalomma marginatum está presente en el sur y este de Europa, y Hyalomma lusitanicum se encuentra en algunas áreas del sur de este continente.
La transmisión no mediada por garrapatas, asociada a la atención sanitaria, también se documenta, principalmente a través del contacto con sangre o fluidos corporales de un paciente, así como por proximidad cercana sin protección.
La enfermedad se transmite por picaduras de garrapatas infectadas o mediante contacto directo con fluidos de personas o ganado infectados. Más del 80% de los casos son asintomáticos o leves, con síntomas que aparecen entre 2 y 7 días después de la infección.