MADRID, 2 Nov. –
La tripofobia, el miedo o repulsión irracional a patrones de agujeros o protuberancias, es la fobia por la que más interés muestran los españoles en Internet, con más de 1,2 millones de búsquedas al año, según un estudio de Unobravo que también revela que solo la mitad de las 20 fobias más buscadas son condiciones clínicamente diagnosticables.
Los resultados de la investigación del servicio de psicología ‘online’, que analizó los volúmenes anuales de búsqueda en Google de más de 60 fobias, muestran una mezcla de fobias clínicas, como el miedo a las alturas o a los espacios cerrados, junto con ansiedades ligadas al estilo de vida, impulsadas por el aumento de la conciencia en redes sociales.
En todas las regiones principales de España, la tripofobia domina la clasificación. Solo en Madrid, esta fobia registró 295.200 búsquedas en el último año, mientras que Cataluña tuvo 241.560 y Andalucía 242.400. Incluso en comunidades más pequeñas, como Galicia (59.160) y la Comunidad Valenciana (108.240), el miedo a los agujeros agrupados sigue ocupando el primer puesto.
A este miedo irracional le siguen en el ránking nacional otros como la tripanofobia, es decir, el miedo a las agujas, con más de 610.000 búsquedas, lo que refleja la creciente preocupación por los procedimientos médicos y la atención sanitaria. La agorafobia, relacionada con el miedo a los espacios abiertos o concurridos, ocupa el tercer lugar con casi 400.000 búsquedas.
Junto a estos, el miedo a conducir, denominado amaxofobia, con 216.720 búsquedas ha experimentado un incremento del 650 por ciento, lo que pone de relieve un aumento de la ansiedad en torno a la seguridad vial y la independencia. En quinto lugar, la fasmofobia, el miedo a los fantasmas, con 185.760 búsquedas y una subida del 238 por ciento, resalta la influencia cultural del folclore y las supersticiones.
Cierran el ‘top’ 10 la misofonía, esto es, irritación causada por sonidos específicos (135.840 búsquedas); acrofobia, miedo a las alturas (124.920); emetofobia, al vómito (112.200); nictofobia, a la oscuridad (69.480); y la claustrofobia, el miedo a los espacios cerrados o reducidos, (63.960).
Los datos también revelan contrastes entre regiones, de forma que la fasmofobia es más común en las búsquedas de los habitantes de zonas más arraigadas a tradiciones de folklore. Mientras, en los grandes núcleos urbanos, predominan miedos relacionados con la sobreestimulación diaria, como la misofonía y la agorafobia.
CÓMO ABORDAR LAS FOBIAS
«Las fobias más buscadas por los españoles reflejan un equilibrio entre miedos de siempre y ansiedades modernas. Fobias comunes como el miedo a las arañas, las alturas o los espacios cerrados siguen siendo frecuentes, pero ansiedades más recientes como la misofonía o la nomofobia están creciendo rápidamente, impulsadas por las conversaciones en línea y las tendencias en redes sociales», ha apuntado el psicólogo y gerente clínico de Unobravo, Francisco Rufete.
El especialista ha detallado que muchos de los nuevos miedos no están reconocidos de manera oficial como trastornos clínicos, lo que supone un desafío porque muchas personas pueden caer en el error de autodiagnosticarse que padecen una fobia cuando en realidad se trata de incomodidad o ansiedad, con otros métodos de abordaje. Para más información, visita este enlace sobre fobias.
«Independientemente de que estén clínicamente reconocidas, estas fobias tienen un impacto en la vida diaria. Identificarlas sin juicio es el primer paso. Recursos como técnicas de relajación, exposición progresiva o la comunicación abierta con el entorno cercano pueden resultar útiles. En casos más severos, acudir a un profesional permite acceder a estrategias efectivas para su manejo», ha destacado.
Para quienes buscan apoyo, pueden consultar esta guía sobre las fobias o contactar con un psicólogo profesional.



