MADRID, 30 Ago. –
La respiración acompañada de música puede inducir un estado de bienestar en quienes la practican, generando cambios en el flujo sanguíneo hacia las áreas cerebrales que procesan las emociones, según un estudio publicado en la revista de acceso abierto ‘PLOS One’. Estos cambios se producen incluso cuando la respuesta corporal al estrés puede estar activa, y se asocian con una disminución de las emociones negativas.
La popularidad de la respiración como herramienta terapéutica para el malestar psicológico está en rápido crecimiento. Las prácticas de respiración que aumentan la frecuencia o profundidad ventilatoria, combinadas con música, pueden provocar estados alterados de conciencia (EAC) similares a los inducidos por sustancias psicodélicas.
La llamada respiración de alta ventilación (HVB, por sus siglas en inglés), una forma controlada de hiperventilación, podría representar una alternativa no farmacológica, sin restricciones legales y éticas para su adopción a gran escala en tratamientos clínicos. Sin embargo, los mecanismos neurobiológicos y la experiencia subjetiva que sustentan los EAC inducidos por el HVB no han sido estudiados a fondo.
Para abordar esta falta de conocimiento, Amy Amla Kartar, del Laboratorio Colasanti en el Departamento de Neurociencia Clínica de la Facultad de Medicina de Brighton y Sussex (Reino Unido), y sus colegas caracterizaron los EAC inducidos por HVB en profesionales experimentados al analizar datos autodeclarados de 15 participantes en línea, 8 participantes en laboratorio y 19 que se sometieron a resonancia magnética. Los participantes realizaron una sesión de respiración cíclica de 20 a 30 minutos sin pausas mientras escuchaban música, seguida de una serie de cuestionarios en los 30 minutos posteriores a la finalización de la sesión de respiración.
Los resultados indicaron que la intensidad de los EAC inducidos por HVB estaba relacionada con la activación simpática cardiovascular, evidenciada por una disminución en la variabilidad de la frecuencia cardíaca, lo cual sugiere una posible respuesta al estrés.
Además, los EAC inducidos por HVB se asociaron con una considerable disminución del flujo sanguíneo hacia el opérculo izquierdo y la ínsula posterior, regiones cerebrales implicadas en la representación del estado interno del cuerpo, incluyendo la respiración. A pesar de que la HVB causó reducciones significativas y globales en el flujo sanguíneo al cerebro, hubo un aumento progresivo del flujo sanguíneo durante la sesión hacia la amígdala derecha y el hipocampo anterior, que son áreas esenciales en el procesamiento de memorias emocionales. Estos cambios en el flujo sanguíneo se correlacionaron con experiencias psicodélicas, sugiriendo que estas alteraciones pueden estar detrás de los efectos positivos de este tipo de respiración.
Durante todas las sesiones experimentales, los participantes reportaron una reducción del miedo y de las emociones negativas, sin reacciones adversas. En todos los participantes y entornos experimentales, la HVB mejoró de manera constante los EAC dominados por la ‘inmensidad oceánica’, un término acuñado por Freud en 1920 que describe un conjunto de sentimientos asociados, como la experiencia espiritual, la introspección, el estado de felicidad, la despersonalización positiva y la experiencia de unidad. La ‘inmensidad oceánica’ se considera un aspecto definitorio de los EAC provocados por sustancias psicodélicas, como la psilocibina.
Según los autores, su estudio es novedoso y exploratorio, y necesita ser replicado en futuras investigaciones, incluyendo muestras más grandes y un grupo de control para analizar los efectos de la música en el cerebro. A pesar de estas limitaciones, los hallazgos proporcionan una mejor comprensión del HVB y dirigen la investigación hacia sus aplicaciones terapéuticas. Para más información, consulta el artículo sobre neurociencia y terapia respiratoria.
«Nuestra investigación es la primera en usar neuroimagen para mapear los cambios neurofisiológicos que ocurren durante la respiración artificial,» dicen los investigadores. «Los hallazgos clave incluyen que la respiración controlada puede evocar de manera fiable profundos estados psicodélicos. Creemos que estos estados están vinculados a cambios en la función de regiones cerebrales específicas implicadas en la autoconciencia, el miedo y el procesamiento de la memoria emocional. Observamos que cambios más profundos en el flujo sanguíneo en áreas específicas del cerebro se relacionaban con sensaciones más intensas de unidad, dicha y liberación emocional, conocidas colectivamente como ‘inmensidad oceánica’.
El doctor Alessandro Colasanti, investigador principal, añade que «la respiración es una herramienta poderosa y natural para la neuromodulación, que actúa regulando el metabolismo en todo el cuerpo y el cerebro. Es muy prometedora como intervención terapéutica transformadora para afecciones que frecuentemente son angustiantes e incapacitantes. Para obtener más información sobre los beneficios de la respiración, visita este artículo sobre ejercicios de respiración.