¿Formas parte de ellos? El segundo problema de salud crónica más común en España que ya impacta a 1 de cada 5 personas.

¿Formas parte de ellos? El segundo problema de salud crónica más común en España que ya impacta a 1 de cada 5 personas.


MADRID, 27 Dic –

Una de cada cinco personas (19,8%) sufre dolor lumbar crónico, lo que lo convierte en el segundo problema de salud más común de tipo crónico, solo superado por la tensión alta (20,2%), según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Así lo señala el Dr. Julio Maset, médico de Cinfa.

Además, la cervicalgia, o dolor en la columna cervical, es un fenómeno común que afectará entre el 30% y el 40% de la población en algún momento de su vida, según un documento de consenso de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) sobre el dolor de espalda.

Como explica el Dr. Maset, «los problemas en cualquiera de las cuatro áreas de la espalda -sacro-coccígea, lumbar, dorsal o cervical- pueden causar un dolor intenso en la zona afectada, a veces extremadamente incapacitante. La mayoría de las veces, estos dolores son causados por malos hábitos posturales que se repiten a diario, como trabajar frente al ordenador, caminar o dormir en posturas inadecuadas.»

Entre las otras causas del dolor de espalda se encuentran el estrés, la fatiga muscular, la fibromialgia, enfermedades degenerativas como la artritis o espondilosis y la presencia de tumores o traumatismos debidos a accidentes.

El Dr. Maset destaca que, especialmente en el caso del dolor lumbar, las personas con sobrepeso, las mujeres embarazadas y quienes levantan pesos con frecuencia o están de pie mucho tiempo son los más propensos a sufrir molestias.

No obstante, ya hemos visto que este dolor es muy común y puede afectar a cualquier persona, especialmente después de los 40 años. Además, tiende a convertirse en crónico en la población de edad avanzada«, añade el experto.

CALOR, ANALGÉSICOS Y FISIOTERAPIA

El tratamiento para el dolor de espalda se centra en una combinación de medidas, como la aplicación de calor usando mantas eléctricas, kits de calor o bolsas de agua caliente en sesiones de veinte minutos que deben repetirse varias veces al día. También puede ser útil, siempre bajo supervisión médica, el uso de analgésicos, antiinflamatorios o relajantes musculares, según indica el doctor.

Asimismo, se puede recurrir a la fisioterapia para controlar y tratar las molestias a través de masajes y terapias locales de calor, incluidas duchas a alta presión y temperatura en la zona afectada, que favorecen la relajación muscular.

En el caso del dolor cervical, el especialista puede recomendar el uso temporal de un collarín, que siempre debe usarse bajo supervisión médica y nunca durante un tiempo prolongado para evitar debilitar los músculos del cuello. Para la lumbalgia, puede ser recomendable utilizar fajas protectoras.

Finalmente, en situaciones específicas como un disco herniado, puede ser necesaria la cirugía para aliviar la presión sobre la médula espinal o las raíces nerviosas.

En cualquier caso, como enfatiza el Dr. Maset, «el objetivo debe ser prevenir tanto la lesión como la cronificación del dolor, ya que, si es muy intenso, puede deteriorar gravemente la calidad de vida de la persona afectada.»

LA IMPORTANCIA DE UNA HIGIENE POSTURAL ADECUADA

Por ello, además de cuidar el peso y el estado físico, es esencial establecer una correcta higiene postural cuando trabajamos, caminamos, levantamos objetos o dormimos. Un simple hábito como mantener una buena postura al caminar puede ayudar a prevenir el dolor de espalda crónico.

Para ayudar a combatir el dolor de espalda, el Dr. Maset sugiere diez consejos para cuidarla:

1.- Presta atención a tu manera de caminar. Muchos de nosotros andamos encorvados sin darnos cuenta, cargando el peso hacia adelante. Es fundamental corregir esta tendencia manteniendo la espalda recta y la cabeza alta. Limita el uso de zapatos de tacón alto y evita llevar bolsos muy pesados, que distribuyen el peso de forma desigual.

2.- Cuida tu postura al dormir. La posición ideal es de lado (en posición fetal), con el lateral apoyado y las caderas y la rodilla de arriba flexionadas, manteniendo la pierna en contacto con el colchón estirada. El cuello y la cabeza deben alinearse con la columna. El colchón debe estar en buen estado y la almohada debe tener la altura adecuada.

3.- No descuides tu postura frente al ordenador. La parte superior de la pantalla debe estar a la altura de los ojos para evitar forzar el cuello. Mantén la espalda apoyada en el respaldo y los pies en el suelo. Usar una silla ajustable y un reposapiés puede ser beneficioso.

4.- Flexiona las rodillas al levantar peso. Si necesitas recoger un objeto pesado, no inclines la espalda: flexiona las rodillas, mantén la espalda recta y levántalo despacio, manteniendo el objeto cerca del cuerpo y evitando movimientos bruscos. Si repites esto con frecuencia, es recomendable usar una faja protectora.

5.- Evita movimientos repetitivos. Los gestos que se repiten constantemente pueden sobrecargar ciertos músculos de la espalda. Procura evitarlos y, si es necesario, realiza los movimientos de manera correcta y con breves descansos para estirarte o cambiar de postura.

6.- Realiza estiramientos de cuello. Haz estiramientos suaves y lentos todos los días. Son especialmente importantes antes y después del ejercicio físico. Para más información, consulta este artículo sobre estiramientos.

7.- Recibe masajes en la zona afectada. Un dolor de espalda puede ser motivo para visitar a un fisioterapeuta. Asegúrate de que los masajes se realicen de manera suave y que sean ejecutados por un profesional, quien debe estar informado de tu dolencia.

8.- Mantén un peso saludable. Recuerda que el sobrepeso genera más tensión en los músculos de la espalda, aumentando la predisposición a dolores en la zona lumbar. Existen fajas específicas para mujeres embarazadas que pueden ayudar a aliviar las molestias.

9.- Aprende a relajarte y haz ejercicio regularmente. Practicar técnicas de relajación y hacer ejercicio de forma regular puede ayudarte a prevenir el estrés y evitar la tensión muscular. Disciplinas como el pilates o el yoga son especialmente útiles para fortalecer el abdomen y los músculos de la espalda.

10.- Consulta a tu médico o farmacéutico. Si el dolor es intenso, pregunta a los profesionales de la salud sobre el uso de analgésicos o antiinflamatorios para mejorar la capacidad funcional de la espalda. Estos tratamientos deben ser supervisados y su uso no debe extenderse más de una semana.

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