MADRID, 1 Abr. –
En los últimos años, los tratamientos dermoestéticos han aumentado significativamente su popularidad. ¿A qué se debe este fenómeno? ¿Cómo podemos asegurarnos de que la persona que realiza el tratamiento dermocosmético es la adecuada y en quien podemos confiar?
Abordamos estas preguntas en una entrevista con Antonio Julia, presidente de la Sociedad Española de Enfermería Dermoestética (SEED). Según Julia, el crecimiento en la popularidad de los tratamientos dermoestéticos responde a diversos factores, como una mayor conciencia sobre la imagen personal en una sociedad donde la apariencia física se valora altamente, junto con la influencia de los medios de comunicación y las redes sociales.
Sin embargo, también existe un alto grado de intrusismo en este sector, por lo que le preguntamos acerca de los principales riesgos de someterse a un tratamiento sin la información adecuada o en centros no acreditados. Los peligros incluyen un resultado no deseado o complicaciones médicas serias, como reacciones adversas.
ACREDITACIÓN DE SANIDAD COMO UNA U2 O U48
«En locales donde no se realiza la estética de forma segura, y donde los profesionales no están debidamente cualificados, no podemos estar seguros de que se utilicen productos seguros, lo que incrementa el riesgo para la salud. Muchos desconocen que esto puede provocar un shock anafiláctico, una reacción alérgica grave que puede ser fatal si no te encuentras en un centro seguro y acreditado por Sanidad, como una U2 (consulta de enfermería) o U48 (consulta de medicina estética)», advierte.
«A estos centros se les exige tener personal con formación clínica universitaria en enfermería o medicina, y deben contar con ‘carros de parada’ que incluyan toda la medicación necesaria para salvar la vida de un paciente en caso de emergencia. Esto puede ser más común de lo que parece, ya que nadie sabe que es alérgico hasta que se expone a un alérgeno», añade.
De hecho, el portavoz de la SEED destaca que en estética, el uso de productos que se infiltran presenta un mayor riesgo de reacciones alérgicas en comparación con el uso tópico: «Si esto sucede al lado de un profesional sanitario, recibirás la medicación necesaria para salvar tu vida y, posterior a eso, la ambulancia y el traslado al hospital. Sin embargo, también es crucial un seguimiento adecuado, ya que la falta de profesionales cualificados puede resultar en una atención postoperatoria deficiente».
LA REGULACIÓN EN ESPAÑA
Antonio Julia subraya que en España existen regulaciones destinadas a garantizar la seguridad en los procedimientos estéticos y la formación de los profesionales. «En lo que respecta a nosotros, los enfermeros dermoestéticos, la legislación española apoya la autonomía de los enfermeros en el uso de productos sanitarios. El artículo 79 de la Ley del Medicamento reconoce que los enfermeros pueden operar de manera independiente con productos sanitarios; sin embargo, creemos que es vital añadir seguridad jurídica al sector y para el paciente, reconociendo la especialidad de ‘enfermería estética'», recalca.
Además, recuerda que los profesionales de la salud en estética están capacitados para tratar cualquier área del cuerpo, pues su formación universitaria y de posgrado incluye un alto conocimiento en anatomía, farmacología y patología, entre otras disciplinas. «Poseemos la formación adecuada, ya que cursamos un máster de especialización que nos capacita en profundidad, incluyendo cómo manejar un efecto adverso con medicación de emergencia», enfatiza.
A CONSIDERAR ANTES DE UN TRATAMIENTO DERMOESTÉTICO
Con esto en mente, solicitamos a este enfermero estético que nos explicara qué considerar antes de someterse a un tratamiento dermoestético, siendo primordial el verificar la acreditación del centro y la cualificación del profesional:
- Asegurarse de que el centro cumple con las normativas vigentes.
- Informarse sobre el procedimiento: conocer los beneficios, riesgos y cuidados postoperatorios.
- Consultar opiniones y experiencias de otros pacientes, lo que proporciona una visión real sobre la calidad del servicio.
- Conocer el tipo de profesional que le atiende: si es enfermero o médico, comprobar su número de colegiado y verificar que el centro cuenta con los permisos sanitarios requeridos por la consejería de salud de su comunidad autónoma; no todos los que usan «uniformes sanitarios» tienen una formación universitaria en salud.
«Los consejos básicos serían si el tratamiento implica el uso de agujas e inyecciones bajo la piel, las preguntas deben ser claras: ¿Es usted enfermero o médico? ¿Puede proporcionarme su número de colegiado? ¿Puedo ver su licencia de centro sanitario?», sostiene.
UN TRATAMIENTO COSMÉTICO DE UNO MÉDICO-ESTÉTICO
Finalmente, al preguntar sobre las diferencias entre un tratamiento médico-estético y uno puramente cosmético, destaca que estas radican en la profundidad y naturaleza de los procedimientos: «Los tratamientos estéticos pueden implicar procedimientos invasivos o semi-invasivos, como inyecciones de bótox o rellenos dérmicos, y deben ser realizados por profesionales sanitarios cualificados».
En el caso de los tratamientos cosméticos, estos se enfocan en la embellecimiento superficial, como limpiezas faciales o aplicaciones de productos tópicos, y generalmente no requieren intervención médica.
«Es fundamental que los pacientes se informen adecuadamente y seleccionen profesionales y centros acreditados para garantizar su seguridad y bienestar. La enfermería estética y la medicina estética se distinguen de un tratamiento cosmético por la naturaleza típicamente invasiva o mínimamente invasiva de los procedimientos empleados. No obstante, en los centros de estética a menudo se realizan tratamientos cosméticos cuya vía de administración es tópica», concluye Antonio Julia, presidente de la SEED.